El dato alarmante de cómo la devaluación está dejando al país sin médicos

La crisis del sistema de salud viene se viene profundizando desde hace años, tanto en el sector público como privado. No sólo el problema es el aumento de los costos con ingresos que no acompañan esos incrementos, sino la falta de personal en todo el sector. La salida de profesionales va en aumento y alcanza tanto a médicos, como enfermeros y hasta administrativos.

Uno de los motivos es que estos trabajadores dejan los hospitales, clínicas o sanatorios y pasan a hacerlo de forma privada para mejorar sus ingresos, pero el otro problema es la pérdida de personal porque, directamente, se van del país.

Pero en este tema hay dos puntos importantes que remarcar. Por un lado, están los argentinos que emigran en busca de mejores condiciones de trabajo en el exterior, pero a esto se suma una gran cantidad de médicos y enfermeros extranjeros que deciden regresar a sus países, especialmente de origen sudamericano.

El empeoramiento de la situación económica de los últimos cuatro años, produjo un quiebre en materia laboral en este sector. Hasta 2018 e, incluso, 2019 la situación se mostraba estable. Sin embargo, la crisis cambiaria fue el detonante para un giro marcado. Con el desdoblamiento cambiario y la aparición de la brecha entre el dólar oficial y el “blue”, distorsionó los ingresos medidos en esa moneda.

La imposibilidad de acceder a divisas al tipo de cambio oficial, por las restricciones puestas por el Banco Central, obliga a los trabajadores extranjeros a manejarse con el mercado paralelo o los dólares financieros. En cualquier caso, el valor es mucho más alto, por lo que los ingresos en dólares se derrumbaron.

El prestigio de la universidad pública argentina y su carácter gratuito fue siempre un imán para la llegada de extranjeros para estudiar medicina. Con condiciones cambiarias favorables, muchos se quedaban a trabajar en el país y envían dólares a sus familias. En general, son profesionales de Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador.

“Es muy marcada la pérdida de personal de la salud de origen extranjero que están volviendo a sus países. Esto se da con claridad en los últimos dos o tres años, a partir de la pandemia. Los bajos salarios en dólares que cobran hace que ya no les sea conveniente trabajar en el país. Es insostenible. No estamos quedando sin personal” explicó a MDZ el director de un hospital porteño.

Para tener una idea, un médico terapista, en un hospital público y con antigüedad, gana unos $470.000 en mano, una u$s650 al cambio libre. Descontando lo que necesita para vivir, no será mucho lo que pueda enviar a su país.

En un sanatorio privado, por 8 o 9 horas de trabajo de lunes a viernes, tiene un rango de salario de entre $500.000 y $800.000. Es decir, puede llegar a superar apenas los u$s1.000. Esto es menos de lo que se paga en la región y mucho más bajo de lo que pueden ganar en otros países desarrollados, donde hay fuerte demanda de profesiones de la salud. 

En este contexto, la devaluación que viene registrando la moneda argentina agrava la situación, especialmente después del salto del dólar de hace dos semanas.

“La situación es crítica porque venimos con una salida de personal importante que se agrava con la caída del valor del peso. Medidos en dólares, los salarios se están derrumbando. Después de la devaluación de hace unas semanas, este problema se potenció y todos los días se conocen casos de médicos que se van. Argentinos que deciden emigrar y extranjeros que se vuelven a su país. A esto se suma que la perspectiva es que todo va a empeorar y puede haber una mayor devaluación. No se puede sostener a personal especializado con ingresos en dólares tan bajos”, explicaron a MDZ desde una cámara que agrupa a sanatorios privados.

Un caso que ejemplifica esta situación se produjo en un hospital de la ciudad de Buenos Aires: “En los últimos días, se fueron tres médicos del servicio de terapia intensiva. Eran extranjeros, de la región, y volvieron a sus países porque ganaban, en dólares, el triple de lo que ganaban en la Argentina. También, abrimos un concurso de 15 médicos, llevó unos meses, se seleccionaron a los profesionales y al momento de adjudicar los cargos, cuatro comunicaron que desistían porque había decidido volver a sus países. Con el panorama de que los ingresos en dólares van a seguir cayendo, es muy difícil no sólo retener a los profesionales que tenemos, sino atraer a otros para cubrir puestos”, aseguraron en otro hospital público.