La tierna historia de un niño de 4 años y su fanatismo por el camión de residuos

Elián Gianello Sánchez tiene una familia que valora el reciclado y practica la reutilización de objetos, como formas de cuidado del medioambiente. Por eso a nadie le sorprendió que el pequeño pidiera de regalo un camión recolector de basura. “Elián tiene un fanatismo por los recolectores, hace varios años”, explica su mamá, Daniela Sánchez. 

El año pasado Papá Noel le trajo un camión recolector a control remoto que le costó bastante conseguir. Pero Elián le prestó poca atención al "chiche". Él insistía en que quería un camión de la basura grande. El niño sabe bien el horario en que pasan los recolectores por su casa. Cada día sale a saludarlos e incluso los persigue, corriendo a la par del vehículo.

“Elián nació con algunas dificultades en su cuerpito. Nos llevó dos años enterarnos de que tenía una discapacidad. Tiene una lesión muy pequeña en el cerebro que se produjo por falta de oxígeno durante el parto”, cuenta la mamá y agrega: “Elián es luz, puro amor, puro corazón, tiene una sensibilidad a muchas cosas que nosotros no vemos, o que no le damos el valor que tiene”.

Cumpleaños temático

Así fue que, cuando este año Daniela le preguntó a su hijo qué temática quería para celebrar su fiesta de cumpleaños, Elián no respondió Cars ni Paw Patrol. Dijo: “Del camión de la basura”.

Aunque viven en Maipú, la familia pensaba celebrarlo en un pelotero de la Ciudad de Mendoza. A través de un conocido que trabaja en esa municipalidad empezaron a ver si se podía conseguir que pasara un camión de la basura y saludara a Elián en algún momento del festejo. Fue así que se generó “una cadena de amor”, como la describe Daniela. El video del niño feliz con sus superhéroes recolectores atravesó el país y la provincia.

Por otra parte, su familia ubicó a Bo-tito Ecoguardián, que fabrica robots de juguete con bidones reciclados, y encargaron un camión de la basura grande como Elián quería. Igual que en cumpleaños anteriores, Daniela y su amiga, Yamila, pusieron a prueba sus habilidades manuales. Reutilizaron cajas de leche para hacer los souvenirs y armaron todo en amarillo, blanco y verde. 

Hoy Elián asiste a un jardín común, con una acompañante terapéutica. Su madre cuenta cómo la actitud del niño ante la vida es una inspiración para ella: "Queremos mostrarle que el mundo es duro, pero que todo lo podemos lograr para él". Sánchez intenta concientizar sobre el mundo de la discapacidad, que "es muy difícil para las familias. Convivir en la diversidad es lo que deberíamos sentipensar todos".