Sin Educación de calidad, no hay libertad
Los recientes datos del Observatorio de la Deuda Social de la UCA son escalofriantes y desnudan la única grieta que nos debiera importar: Las lastimosas injusticias que sufren nuestros menores en su desarrollo, por una deficiente educación.
"La falta de ideas es la barbarie pura” (Sarmiento OC, t. XXV, p. 105)
Más de la mitad de los menores de 18 años no tendrán las mismas oportunidades que la otra mitad. Las diferencias entre educación de gestión privada y estatal son atroces. Por ello vale la pena retomar las consideraciones que Sarmiento volcó en Argirópolis, su anhelo de una Argentina reinventada, donde en el corazón del desarrollo de un país debe estar la juventud.
Ya en el informe del 2022, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) alertaba que más de la mitad de los jóvenes de 18 a 24 años en el país se encontraba excluido del sistema educativo, mientras que 1 de cada 4 no estudiaba ni trabajaba de manera remunerada. Ahora quedó claramente establecido que la calidad del empleo y las retribuciones están íntimamente vinculadas al nivel educativo de los trabajadores: los índices de educación bajo repercuten fuertemente a la hora de tomar trabajo.
Así, aproximadamente la mitad de los ocupados que no aprobaron el secundario residen en hogares en situación de pobreza: “el bajo nivel educativo limita las posibilidades de insertarse en un trabajo bien remunerado”.
Hace varios años presentamos en el Congreso el proyecto Aprender Practicando, para prácticas en oficios en los últimos dos años de la secundaria. Proyecto que fuera consensuado con los diferentes actores de la comunidad educativa y empresaria, incluyendo incluso a los sindicatos como veedores. Y con fuerte impronta municipal, para visibilizar las necesidades concretas de cada localidad y brindarles herramientas y esperanza a los educandos
Desafíos de la educación en Argentina
El primer desafío es entender que el conocimiento no se adquiere solo con la teoría. La experiencia del aprendizaje debe ser ágil, realista, integrando a la acción. Dejar de pensar en un escenario virtual para bucear en el mundo real, con una formación práctica guiada por un docente y un tutor de la empresa, que evite que el joven abandone la escuela. Que se sienta contenido y requerido. Confiarles responsabilidad y permitirles crecer en libertad.
Siempre destaco a "la perla del AMBA", el exitoso ejemplo de la Escuela Tecnológica Universitaria “Werner von Siemens”, del partido de San Martín: Una secundaria 100% pública que gracias al inmenso compromiso de su comunidad educativa ha logrado constituirse en un referente para la educación media sobre la base de las articulaciones “estudio-trabajo” y “educación media-educación superior”. Además, la institución tiene la impronta de la Universidad Tecnológica Nacional,
El plan de estudios contempla la realización de 800 horas de practicas profesionalizantes que ofician de puente entre la escuela y el mundo laboral. Se trata de aprender a ser autosuficiente antes de terminar el secundario, para que el alumno no abandone la escuela y pueda imaginarse una autonomía financiera que le permita hacerse cargo de su propia existencia.
Además de la fuerte formación en la especialidad no se descuida la formación integral general, así como la cultura, idiomas y la gestión empresarial. Y como Siemens tiene un acuerdo con la ONG Un Techo para mi País, también completan como proyecto social el armado del kit eléctrico para las viviendas que entrega esta organización.
El segundo desafío es buscar la adaptación del sistema de educación dual, crucial para garantizar una educación terciaria que efectivamente brinde posibilidades de trabajo digno. El traspaso de la escuela al oficio y profesión debe ser un proceso que se interrelaciona y vincula.
Reconocer talentos, curar deficiencias y ayudar a tener independencia operativa son aspectos fundamentales a tener en cuenta. Hoy se utilizan los cursos de capacitación en oficios como "salvavidas" cuando alguien ya se cayó del sistema, luego de un historial de fracasos y decepciones, sin concientizar que una educación en oficios puede ser plataforma de evolución. Por eso revalorizamos el modelo de educación dual que busca asociar la formación teórica con la práctica profesional
Adaptemos el sistema de Alemania y Suiza, países a los que muchas veces citamos, pero pocas veces estudiamos (y escuchamos). Esto implica también pensar en la formación de cámaras de oficios locales soberanas que establezcan las curriculas de formación y comités de examen. Además, esas cámaras de oficios deberían otorgar las certificaciones y diseñar cursos de actualización.
Como ejemplo, destaco la Cámara de oficios de Berlín que tiene más de 30.000 empresas asociadas. Esta ofrecen puestos de trabajo a 180.000 personas, con 9.500 lugares para aprendices. La cámara brinda colaboración tanto al aprendiz que busca empleo o como a quien quiere crear su propio negocio o emprendimiento .
Inspirados por esta experiencia podemos imaginar un modelo de "formación terciaria productiva" municipal que esté vinculada a los requerimientos laborales de cada jurisdicción. Esta debe incluir la prestación de servicios y aprovechar la amplia gama de posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.
Año tras año escuchamos de empresas en las que falta personal y hay búsquedas que no se pueden cumplir. Por ello llamamos a analizar y definir cada matriz productiva municipal, para que pueda ser considerada en la curricula educativa.
Siempre me asombró que a pesar de que el ser humano es actor fundamental del proceso económico, pareciera que la educación busca desvincularlo de este. Por ello considero crucial reconectar estos dos mundos -la educación y el trabajo- para que la relación pueda ser consciente y fructífera. La evolución económica no puede desconectarse de consideraciones éticas.
Hoy sobran mentes y manos que no tienen empleo, que son esclavos de planes y subsidios. Para revertir esta tendencia los políticos y empresarios deberían nutrirse del planteamiento de ideas audaces, del sentimiento de comunión y del entusiasmo que, por ejemplo, encontramos en muchos jóvenes emprendedores. Y así brindarles a los jóvenes herramientas para garantizar su crecimiento y no para limitarlos Un coexistir fraterno, que termine con esta amenaza existencial de la “des-educación” necesita primero de voluntad en el quehacer y convicción en el corazón de la sociedad.
* Cornelia Schmidt-Liermann es abogada, se desempeña como directora del Comité Europa del CARI y vicepresidente de la Red de mujeres humanistas de Latam.