Historia de vida

Los sentimientos encontrados de un abuelo al ver a su nieta emigrar

Aunque la decisión de emigrar no esté motivada por falta de trabajo o de perspectivas y quien lo hace tenga un trabajo asegurado, siempre moviliza sentimientos en el entorno familiar. Más cuando son los abuelos los que tienen que despedir a sus nietos, sin saber cuándo los volverán a ver

Horacio Alonso
Horacio Alonso sábado, 10 de junio de 2023 · 09:02 hs
Los sentimientos encontrados de un abuelo al ver a su nieta emigrar
Cuando alguien emigra hay un entorno familiar que vive el proceso con una mezcla de sentimientos, más cuando son los abuelos que ven a sus nietos partir Foto: Archivo

“Los argentinos vienen de los barcos”. La popular frase sirve para ilustrar el proceso de inmigración de la primera parte del siglo pasado que vivió el país y que dio forma a la mezcla de orígenes de la sociedad actual. La mayoría de las familias tienen antepasados recientes que cumplen con esa sentencia. Padres, abuelos, bisabuelos, llegaron en busca de un futuro mejor y, seguramente, lo hicieron a través del mar.

La Argentina de hoy ofrece un panorama inverso. Son los hijos o nietos de aquellas personas, que vinieron décadas atrás, los que se van. No todos los hacen por esa necesidad extrema que tuvieron aquellos aventureros. Muchos lo hacen en una situación bastante más cómoda o por elección, pero hay algo en el ser argentino que lleva a tener los ojos afuera, como un mandato cultural alimentado, tal vez, por los distintos procesos migratorios que se vivieron en los últimos años por cuestiones políticas, económicas o sociales. Lo que está claro es que los jóvenes se están yendo y quedan los padres o abuelos para despedirlos.

Miguel tiene 74 años y hace una semana tuvo que vivir ese movilizante momento con la partida de su nieta mayor. Con 25 años y una oferta de trabajo en Europa, repitió el camino de tantos otros. Los abrazos interminables con familiares, la emoción en lo ojos y el saludo final antes de traspasar la puerta de migraciones. Miguel lo vivió con sentimientos encontrados.

“Mi nieta no se fue porque no tenía alternativa. Tenía propuestas de trabajo en la Argentina, pero quiere vivir una experiencia en el exterior. Para mí es importante. Se aprende mucho viajando. Lo vivo con optimismo, pero también sé que se va y nunca se sabe hasta cuándo. Se va con un trabajo fijo, no por un tiempo determinado y eso hace que sea más difícil imaginar si va a regresar”, explicó a MDZ.

Esa incertidumbre explica la emoción que sintió en ese momento en el aeropuerto de Ezeiza, aunque busca consuelo en los nuevos tiempos.

Son muchos los argentinos que deciden buscar oportunidades afuera.

“Por suerte, ahora no es como antes que no tenías comunicación. Hoy se puede hablar por videollamadas. Estar todo el tiempo en contacto. Eso va a facilitar mucho las cosas, aunque no va a ser lo mismo que juntarse los fines de semana a comer con toda la familia. Tengo trece nietos más, pero se la va a extrañar. Ya la estoy extrañando”, agrega.

Al haber tomado la decisión, como lamentablemente muchos tienen que hacer, por problemas de la economía, Miguel no siente que el país la echó: “Argentina es un país bárbaro para vivir. Tiene muchos problemas, pero también muchas cosas a favor. Entiendo que los jóvenes quieran vivir una experiencia. El tema es que cuando te vas no sabés cuándo cuando vas volver.”

Con sus años a cuesta, aunque no lo diga, sabe que el paso del tiempo es distinto y eso es un tema que no se puede soslayar.
“Ya estoy pensando cómo voy a hacer para visitarla. Juntar la plata hoy para hacer un viaje es difícil. La brecha cambiaria y los bajos ingresos son un problema”, reflexiona con cierta melancolía.

Reconoce que en la familia nadie le puso peros a la decisión de su nieta. Al contrario, la alentaron. Pero no desde una posición negativa contra el país, sino compartiendo la idea de tratarse de un paso en su crecimiento.

“Allá va a conocer nuevas cosas, va a crecer y va a ser bueno para su vida. Va a estar bien, pero no todo es lo material. Los  afectos son importantes y nosotros, los argentinos, le damos mucho valor a eso. Un joven en Francia o Italia que se va a trabajar a Alemania, está cerca. Es como en la Argentina irse a una provincia. Acá es distinto. Es una decisión más importante”, dice.
Aunque el caso de su nieta no lleva el peso de los que están forzados a irse, Miguel no oculta su tristeza por otros jóvenes y no tanto que quieren hacerlo pero no tienen los medios.

“Mi nieta se fue con trabajo. Esa es una ventaja, pero pienso en la situación actual del país y que hay mucha gente que quiere emigrar pero no puede. No tiene ciudadanía de otro país o la promesa de un trabajo o los medios para hacerlo y debe ser muy angustiante estar en esa situación. Esa también es la realidad de la Argentina”, agregó. 

 

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