El costo de la delincuencia: cuánto pagan los vecinos por su seguridad

No sólo en Rosario, sino que también en Santa Fe, por los robos y los hechos de inseguridad se duplicó la cantidad de alarmas comunitarias colocadas en los barrios. El sistema comenzó a implementarse en la ciudad a partir del 2012 mediante la sanción de una ordenanza que permitió y reguló su utilización, pero desde finales del 2019 tuvo un crecimiento exponencial cuando pasó de 145 a las 323 que hay actualmente. 

A modo de comparación y forma de ver cómo se expandió el uso y la demanda, en el 2015 había instalados 58 dispositivos en diferentes puntos de la capital provincia, en el 2019 eran 145 y en 2022 se llegó a 243.  

A diferencia de lo que ocurre en Rosario, donde el delito está vinculado con bandas narcocriminales que disputan el territorio por el negocio de la droga, en Santa Fe predominan los robos, hurtos y motochorros. La situación no es nueva, pero el problema se fue expandiendo por los barrios y en distintos momentos. 

A partir de esto es que los vecinos comenzaron a organizarse y además de reclamar tareas preventivas a la policía o la colocación de más luminarias, otra de las posibilidades que creció como forma de prevención fue la colocación de las alarmas comunitarias. Se instalan en la columna del alumbrado público y se accionan mediante un control remoto que a su vez está conectado con el Centro de Monitoreo Municipal que en caso de ser necesario toma contacto con el 911. 

Cada dispositivo tiene 3 botones: uno que acciona una luz potente; otro dispara un sonido corto; y el tercero, activa los dos anteriores y además se conecta con el Centro de Monitoreo. 

"La alarma comunitaria tiene tres funciones: disuadir, alertar y contactar", comenta a MDZ, Juan Martínez Saliva, director de Seguridad y Monitoreo de la Municipalidad de Santa Fe y reconoce el crecimiento de los dispositivos. 

La mayor concentración de alarmas comunitarias se dan en los barrios del centro y la Costanera de Santa Fe que nuclean el 50% de los dispositivos. Se estima que cada alarma tiene un total de 40 a 50 usuarios y se calcula que hay un total de 15.000 mil usuarios.

Por su parte, Susana Spizzamiglio, referente de la Red de Vecinales de Santa Fe, explicó a MDZ que la situación que atraviesan los barrios es crítica y "muchos la pasan mal", pero destacó aspectos positivos en algunos otros donde la situación mejoró. "Es a partir de una fuerte presencia de la Guardia Seguridad Institucional y una veintena de alarmas comunitarias que evidentemente les permitió armar una red sólida y provocó que disminuya notablemente el delito"

Cómo se tramitan las alarmas y qué valor tienen 

El primer paso es la organización y la decisión de los propios vecinos de instalar una alarma comunitaria. Todos deben estar de acuerdo ya que en definitiva serán ellos los que deban afrontar los costos de la adquisición de los equipos y el control remoto. El paso siguiente es notificar al distrito correspondiente para que la Municipalidad procesa a la compra. Las tareas de conexión, control y mantenimiento también quedan a cargo del Ejecutivo local.

"Es la comunidad organizada que empieza a buscar distintas herramientas para ver de qué manera se resuelve la inseguridad que afecta a los barrios. Son ellos los que deciden, los que pagan los costos y la Municipalidad quién monitorea", explicó el funcionario local. 

Respecto a los costos, se estima que tiene un valor de $ 250.000 pesos mientras que cada control cuesta entre 7.000 y 8.000 pesos.