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Insólitas historias de gemelos: “Una vez tenía que rendir un examen y lo mandé a mi hermano"

Parecidos que asombran e impactan, cambios para aprobar en la escuela y confusiones que otorgan premios, estas son las historias más divertidas e impactantes de hermanos gemelos.

Iván Zirulnik
Iván Zirulnik sábado, 1 de abril de 2023 · 13:04 hs
Insólitas historias de gemelos: “Una vez tenía que rendir un examen y lo mandé a mi hermano"
Foto: Shutterstock

Quienes hemos visto la famosa película de Disney, 'Juego de Gemelas", es difícil que olvidemos aquella divertida historia que tuvo como protagonista a Lindsay Lohan y que relata la historia de dos hermanas gemelas que fueron separadas de pequeñas tras el divorcio de su padres y, al conocerse en un campamento de verano, planean un cambio de identidades para reunir a sus progenitores.

Recientemente, una pareja se volvió viral al pasar más de un mes sin poder reconocer a sus bebés gemelos y, tras haber intentado sin éxito diferenciarlos por sus rasgos físicos o señas particulares, tuvo que intervenir un equipo del Registro Nacional de las Personas (Renaper) para identificarlos, 

Situaciones e historias de ese tipo abundan y es algo que las parejas de gemelos atraviesan frecuentemente e, incluso, a algunos ya se les ha hecho costumbre. MDZ contactó a varios pares de hermanos idénticos para conocer algunas de esas historias o anécdotas que les hayan ocurrido a lo largo de sus vidas.

Mismas fotografías para ambos

Nacidos en San Rafael, Andrés y Pablo Cazabán son parte de una familia estrechamente vinculados a la vida política. Junto a su hermano mayor Alejandro, han sido parte de distintos gobiernos provinciales e incluso nacionales. "De niños vivíamos en San Rafael y en ese entonces, únicamente había 3 pares de gemelos en todo el pueblo, con lo cual éramos un foco de atención todo el tiempo", comentó Pablo antes de dar paso a la primera historia.

Pablo contó que durante su etapa en la escuela les pasaba mucho este tipo de situaciones: "Éramos muy buenos alumnos y por eso, ya que nos aburríamos, éramos quilomberos". "Los maestros tomaban la precaución de que pasáramos juntos para evitar que hiciéramos un fraude -comenta entre risas-, pero al final terminaba siendo peor porque juntos montábamos un show. Nos complementábamos y cada uno explicaba una parte", dijo y agregó que "en el secundario también nos pasaba mucho. Los profesores nunca sabían si realmente los dos sabíamos todo o si era la mitad de cada uno. Al final optaban por no hacernos pasar a lección".

“Una vez, tenía que rendir un examen y lo mandé a mi hermano. Saludás a todos, pero no hablés con nadie, le dije”, ríe. Las anécdotas de "hacerse pasar por el otro" sobran.

Andrés y Pablo Cazabán cuando festejaron los 100 años entre ambos. Foto: Gentileza

Esa semejanza sirvió de facilidad en los casos que requerían fotografías de ambos: "Cuando se hacían los documentos con la foto carnet lo hacíamos simple, iba uno y en vez de pedir cuatro copias, pedíamos ocho". "A los 16, mi documento lo tenía con la foto del Andrés", confesó Pablo.

En la familia Cazabán ocurre un hecho particular, y es que la vida gemelar no se limitó sólo a ambos, sino que se repite en las generaciones siguientes. La única hermana, Patricia, tiene varones gemelos: Lucas y Lionel, y Alejandro, dos hijas mujeres de 24 años: Lucía y Sofía.

Pablo también comentó de una situación particular que generó el enojo de su hermano: "Una vez, había una chica que en los veranos iba a San Rafael y mi hermano la invitó a salir, comentándolo luego en el grupo familiar. Le dijo a cierta hora y yo fui más temprano, la pasé a buscar y salimos. Pasamos por la puerta de casa y cuandov me vio el Andrés, me quiso matar. Estuvo un mes sin hablarme en aquel entonces".

Andrés, por su parte, contó una situación que le ocurrió recientemente. "Una persona me pidió hablar conmigo, nos conocía a ambos. Me empieza a plantear una situación política en un departamento y me explicó durante aproximadamente 15 minutos. Lo paré y le planteé en qué lo podía ayudar, a lo que me respondió que necesitaba que el Frente Renovador haga tales cosas. Ahí lo frené y le expliqué que yo no formo parte de ese partido, ese es mi hermano", contó entre risas.

El alter ego de uno mismo

Oscar y José Niemetz, se encuentran estrenando sus 61 años. Ellos confiesan que es un vínculo muy profundo y entre ambos se genera una relación única, diferente al resto ya que se trata de "una relación con el otro, que sos vos mismo". "Tenés en frente a una persona que en un pequeño espacio de tiempo fuiste vos mismo. Es realmente un alter ego, un otro", confiesa con entusiasmo Oscar, y agrega que "es muy fuerte cuando se descubre que fuimos uno solo, se genera un vínculo y una relación especial, muy profunda".

Oscar y José Niemetz. Foto: Gentileza

"Probablemente, con muy pocas personas en el planeta he entablado una relación tan profunda como con él. Somos profundamente distintos y a la vez muy iguales, por ejemplo, desde lo físico somos iguales, tanto la gente se queda impresiona al vernos a ambos, pero a la vez somos diferentes en la forma de pensar y de sentir", explicó.

"Mi hermano vive en General Alvear, entonces hay muchos amigos míos que no lo conocen, y al verlo se sorprenden", contó Oscar sobre la situación más frecuente entre ambos. "Yo mismo me quedo impresionado cuando grabo videos porque siento que lo veo a él", agregó.

Ambos reconocen que no fueron del tipo de hermanos que aprovecharon en gran medida para generar situaciones cosas con mujeres, salidas o profesores: "Íbamos al mismo colegio secundario, pero uno a la mañana y otro a la tarde".

Oscar rememora una situación que le ocurrió cuando salieron del colegio secundario. "Al terminar el secundario, yo entré directo a la universidad y mi hermano se fue a vivir durante un año a Israel, cosa que nos generó extrañarnos de una manera terrible. En ese año, conocí a Gladys Ravalle, a quien nunca le hable de mi hermano, y un día, en medio del taller, me frenó y me preguntó si había perdido a alguien recientemente. 'Te siento como si estuvieras partido, como si te faltara algo', me dijo esa vez", contó con fervor Oscar y reconoció que al día de hoy recuerda esa situación por el impacto que tuvo: "Fue muy fuerte, porque se trataba de una persona que sabe del cuerpo y las expresiones, y detectó que yo tenía una carencia en el cuerpo. Era que me faltaba el José".

¿Cuál es el campeón?

Joaquin y Manuel son dos hermanos gemelos de 14 años. En plena edad juvenil, contaron que desde el jardín de infantes comenzaron las típicas travesuras de gemelos. "Nos intercambiábamos mucho de salita", contaron y explicaron que cuando las maestras se dieron cuenta, para evitar que siguieran de esa forma, "nos pusieron unas pulseras de distinto color para poder diferenciarnos". Como les ocurre a todos los gemelos (o, al menos, a la gran mayoría), ambos reconocieron que es muy común que los amigos de cada uno no logren diferenciarlos y los confundan con el otro.

Los jóvenes gemelos contaron que sus traverusas comenzaron desde el jardín de infantes. Foto: Gentileza

Los dos cuentan con intereses deportivos similares, y en ese ámbito las situaciones de confusión no les son ajenas. "Una vez fuimos a esquiar a la montaña y competimos en un torneo. Nos tuvimos que enfrentar entre nosotros para que uno de los dos pudiera seguir compitiendo, mi hermano Manuel ganó y luego fue campeón. Lo más divertido fue al momento de entregar los premios, ya que los organizadores nos confundieron y me lo dieron a mí pensando que era él", contó Joaquín.

Ambos realizan el mismo deporte, aunque en diferentes clubes. Sin embargo, Joaquín contó que la primera vez que fue a probarse en su club actual, "casi todos los chicos que estaban entrenando en ese momento se emocionaron porque pensaron que iba a jugar mi hermano (ya que lo conocían), pero en realidad era yo el que iba a jugar". "Igual después de que me vieron, les encantó como jugaba", cerró entre risas.

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