Las mujeres que construyen el futuro de la Argentina en la Antártida

La Antártida recibe año a año mayor personal femenino en la Base Marambio, tanto militares como civiles. Hoy en día, las mujeres forman parte del 15% de la dotación que realiza tareas científicas, técnicas, operativas y logísticas en la base del territorio argentino del continente blanco.

Las mujeres argentinas llegaron a las bases argentinas en la Antártida en 2005, cuando la meteoróloga Noemí Troche se convirtió en una de las primeras mujeres en habitar Base Marambio. "Soy meteoróloga, nefoanalista. La primera vez vine en 2005 por tres meses y me terminé quedando por seis. La verdad es que me gusta mucho mi trabajo y siento que estoy en un lugar donde puedo ayudar mucho", contó la profesional a la prensa.

Trabajando para el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en la Base Marambio se reciben y procesan todos los datos y la información que luego se envía a todas las dotaciones en la Antártida. "El trabajo que hacemos es importante para muchos de los campamentos que están instalados en las cercanías a la base donde se realizan los trabajos de campo. También hay mucha adrenalina cuando tenemos que salir al campo a verificar la salida del sol en épocas invernales", detalló Troche.

Señaló con preocupación también cómo se ha modificado el clima en el Polo Sur. "Cada vez hay menos nieve. Los inviernos son más secos y eso dificulta la recolección de agua potable que se acumula en las lagunas cercanas a la base como producto del deshielo", apuntó Troche.

"Creo que es importante que las mujeres sigamos ganando lugares en estos lugares porque muchas veces podemos aportar con nuestra mirada una visión distinta para la resolución de los problemas que se plantean a diario", remarcó la meteoróloga, que es reconocida a nivel internacional por sus tareas en la Antártida.

En cuanto a las Fuerzas Armadas, otro de los principales apostados en la Antártida, hay mujeres de las tres fuerzas destinadas en el Polo Sur. "Trabajar con otras fuerzas es una responsabilidad, pero también nos da la oportunidad de crecer y aprender de los otros", aseguró una cabo primero de la Fuerza Aérea y que asiste en la operación de helicópteros en la base. "Trabajé siempre en sanidad y soy docente universitaria en enfermería. Pero sentía que me debía esta oportunidad profesional en mi carrera. Por eso quería venir a la Antártida", relata otra mujer, que es suboficial principal de la misma fuerza y trabaja en el área de enfermería.

El personal femenino se ha afincado en la Antártida, con una consolidación importante en el Siglo XXI. Las mujeres, como los hombres, cumplen con todos los roles necesarios para la subsistencia en un clima tan hostil como el del continente blanco, además de brindar y servir a la nación con estudios e investigaciones que trascienden a la vida de todos los argentinos.