Opinión

UPD: una peligrosa costumbre que genera incómodos desafíos para el Gobierno y las familias

Esta modalidad instalada desde hace unos cuantos años en el nivel secundario está plagada de contradicciones y riesgos que pocos tienen en cuenta.

Ángeles Reig
Ángeles Reig martes, 28 de febrero de 2023 · 17:00 hs
UPD: una peligrosa costumbre que genera incómodos desafíos para el Gobierno y las familias

Hace unos días, en una muestra más del nivel de desconexión con la realidad que padece este gobierno, el Portal Educ.ar del Ministerio de Educación de la Nación difundió en sus redes sociales, una suerte de protocolo para “resignificar” el UPD (último primer día). Este es un evento que los alumnos del último año del secundario realizan el día que empiezan las clases.

El encuentro está signado por los excesos, desde la cantidad de horas que dura -comienza la noche anterior y se extiende hasta la hora de ingreso a clase-, pasando por el consumo de bebidas alcohólicas, la música fuerte y los infaltables desmanes en la vía pública.

El documento, anónimo por cierto, comienza afirmando que los adultos debemos “complejizar nuestra mirada sobre estas celebraciones” en las que “el consumo de sustancias (como el alcohol) sigue siendo parte de las prácticas rituales colectivas y/o celebraciones, (que) en lugar de ser un componente más del proceso, en algunos casos pasa a ser un fin en sí mismo.” En otras palabras, da por sentado el consumo de alcohol como algo constitutivo del festejo, ya sea como un elemento más o como el fin para el cual se organiza el encuentro.

¿Por dónde empezar a desmontar este disparate? ¿Cómo vamos a dar por sentado el consumo de alcohol teniendo en cuenta que muchos de los alumnos son menores? ¿No es acaso 18 años la edad mínima legal para consumir alcohol? ¿Qué “resignificación” le cabe semejante aberración?

Más adelante, el texto afirma que “las diferentes formas que adopta el UPD pueden ser consideradas como ritos” y que es necesario “reconocer que el último primer día de clases constituye un hito en la escolaridad.” Grave error. El UPD, en realidad, no marca ningún hito, ya que ese día los alumnos no terminan nada. Por el contrario, marca un peligroso antecedente: el último año de colegio es eso que va desde el primer día de clase hasta el viaje de egresados y del viaje de egresados a la fiesta de fin de año. ¿Aprendizajes? ¿Preparación para la vida que les espera fuera de la escuela? Para eso no hay rito.

Sin embargo, hagamos el intento de concederle a los autores la importancia y el significado que tiene para los alumnos este evento. ¿Sobre quiénes recaen las responsabilidades de los posibles efectos colaterales? ¿Qué pasa si un chico se descompensa o termina en estado de coma? Y si hay una pelea y alguno resulta gravemente herido o pierde la vida, ¿qué vamos a hacer? ¿Pedir cadena perpetua?

Es increíble cómo con esta palabrería ideológica progre, nos quieren convencer de que la mejor forma de educar es a través el “control de daños”. La idea de límite, el concepto de “no te permito hacer eso porque te hace mal”, ha desaparecido. Decir que no cuando hace falta por el bien del propio chico se ha convertido en herejía, en represión, en querer ir contra la corriente.

Así, hasta este miércoles, asistiremos a toda clase de espectáculos decadentes a lo largo y a lo ancho del país. Chicos borrachos, trasnochados y mal vestidos (y poco decorosamente en muchos casos) entrando al colegio de forma desordenada, ruidosa y (casi) violenta. Pensemos, además, en el resto de la comunidad educativa, porque el secundario muchas veces comparte espacios y horarios con los otros niveles. Por ejemplo, en los chicos que ese mismo día empiezan primer grado o jardín, el terror o el desconcierto que les producirá semejante espectáculo. ¿Ese es producto final al que han de aspirar?

En la primera jornada de comienzo de clases ya hubo clausuras y secuestro de bebidas. Para muestra, dos lugares: en Mendoza se clausuraron 16 fiestas y en la ciudad de Paraná, según fuentes policiales, se secuestraron 24 carritos de supermercado repletos de bebidas alcohólicas en la zona de la Costanera.

Mientras tanto, y de acuerdo con el relevamiento de Padres Organizados, de las diez jurisdicciones que hoy debían empezar las clases, seis no pudieron hacerlo de forma plena por conflictos gremiales. ¿Habrá instructivo del Ministerio de Educación y jornadas de reflexión para los docentes que hacen paro? Lo dudo mucho.

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