La variada banda sonora de la fiesta más antigua de Argentina

Alegres y representativas de Mendoza, algunas canciones han trascendido la historia y se han convertido en himnos vendimiales. Con solo escuchar unos versos de estas obras, los mendocinos y los turistas pueden viajar con la imaginación al corazón de la provincia.

Estas canciones celebran a los mendocinos, el trabajo en los viñedos, el arte y el territorio e incluso han trascendido la celebración y forman parte de la cultura popular. Conocé la historia detrás de la música fundamental de la provincia.

La historia de Canto a Mendoza, el himno de la Vendimia

Pocos lugares pueden ostentar una canción que incluya tan bien a todas sus ciudades. El Canto a Mendoza lo logra desde la primera estrofa al hacer un recorrido por toda la geografía de la provincia.

Tal como refiere Prensa Mendoza, Jorge Sosa, escritor y humorista mendocino, fue capaz de expresar lo que esta canción genera: “Uno termina como empachado del Canto a Mendoza”.

La primera vez que se entonó esta canción fue en el año 1946. También conocida como Marcha de la Vendimia, fue compuesta por Egidio Pittaluga, con letra de los hermanos Horacio y Guillermo Pelay y fue designada como la canción oficial de la fiesta a partir de 1954.

Con el pasar de los años ha tenido diversas versiones por parte de referentes locales y nacionales. La primera grabación estuvo a cargo de Hugo del Carril; en 1989 los Niños Cantores de Mendoza también hicieron su aporte; y en 1991 la Orquesta Filarmónica de Mendoza junto al Coro Universitario hicieron su interpretación.

Otros artistas como Los Trovadores de Cuyo, Lito Vitale, la murga La Buena Moza y la soprano mendocina Fabiana Bravo han grabado sus propias versiones del Canto a Mendoza.

Un dato curioso: en su versión original, la Marcha no mencionaba a Malargüe, ya que fue compuesta antes de la creación de este departamento (en 1950). Es por eso que se cambió parte de la letra, en lugar de "Mi canto ofrendaré" la nueva canción dice "A Malargüe cantaré".

Virgen de la Carrodilla, una canción en honor a la patrona de los viñedos

La imagen de la Virgen de la Carrodilla aparece en cada acto vendimial desde 1939, según consta en la web de Prensa del Gobierno de Mendoza. Pero no solo puede verse durante el Acto Central, sino que también protagoniza otros eventos como la Bendición de los Frutos, la Vía Blanca de las Reinas, el Carrusel y las vendimias departamentales.

La Virgen es invocada principalmente por los productores vitivinícolas durante el proceso de la producción y la cosecha de la uva para pedir que el año sea próspero. Es tan importante su figura en la Vendimia que no podía carecer de una canción en su honor. 

Así es como su autor Hilario Cuadros junto al compositor Pedro Herrera homenajearon en la década de 1940 a la Virgen de la Carrodilla con una canción que lleva su nombre.

De acuerdo con un artículo de Pilar Dussel publicado en 2017 en la Revista de historia americana y argentina, “los versos rescatan el sentir popular y recuerdan la costumbre de los bodegones”, al tiempo que “subrayan la pertenencia lugareña, la vinculación con los laboreos vitícolas y piden la protección celestial para los trabajadores del campo”. 

Esto queda evidenciado en versos como: “Virgen de la Carrodilla Patrona de los viñedos/ Esperanza de tus hijos/ Que han nacido junto al cerro/ Los que han hundido el arado/ Y han cultivado su suelo/ Te piden que los ampares/ Patrona de los viñedos”.

Póngale por las Hileras: el canto que honra a los vendimiadores

La Fiesta de la Vendimia, en su sentido original, reconoce el trabajo de la vid y a los viñateros, el esfuerzo de un año de trabajo agrícola y la alegría de sus frutos con la cosecha de la uva.

En este sentido, una canción que se ha convertido en un himno folclórico y un infaltable en cualquier evento vendimial, es Póngale por las Hileras. 

Esta es una reflejo de la satisfacción de la recolección de la fruta insignia de Mendoza y del trabajo de los cosechadores. Fue creada por Félix Dardo Palorma en 1949, según refleja la revista-archivo La Melesca.

Entre sus versos, dice: “Póngale por las hileras / sin dejar ningún racimo hay que llenar la bodega / ya se está acabando el vino”.