Tenso cruce entre manifestantes y baqueanos de Lago Escondido

Una nueva jornada de protestas de organizaciones de izquierda y sectores kirchneristas se vivió en las inmediaciones del Lago Escondido por un reclamo para abrir un camino público hacia el espejo de agua. Los manifestantes atacaron con piedras, palos y hasta con una amoladora, el ingreso a la propiedad de Joe Lewis. Mientras buscaban romper el portón del ingreso, peones y vecinos se organizaron para resistir el intento de ocupación.

Al mismo tiempo, otro grupo perpetró por el sendero ya existente y luego comenzó a cruzar el lago en kayaks para instalarse en el casco de la estancia que tiene propiedad, sobre dichas tierras, el empresario británico Joe Lewis. En la Ruta 40, donde estaban apostados los manifestantes y los baqueanos, se produjeron varios incidentes cuando los que intentaban usurpar el campo quisieron ingresar y locales ejercieron su defensa. “Quisieron cortar el portón con una amoladora, pero no pudieron. No los dejaron. Y se quedaron ahí, están todavía ahí. Parecen unos teletubbies, porque andan todos con cascos de obra”, apuntó un vecino de El Foyel.

En un ambiente enrarecido por los manifestantes ajenos al lugar, los vecinos de El Foyel señalaron que le comunicaron a Arabela Carreras, gobernadora de Río Negro, que ésto podía suceder y que requerirían del apoyo de fuerzas de seguridad: “Nuestra tranquilidad queda a expensas de grupos violentos, nos han roto alambrados, lesionado vecinos, carneando animales. Nunca pudimos tener un responsable, siempre ocultos entre el tumulto y la clandestinidad. Por semanas, los que vivimos sobre el camino Domingo Puchy tenemos que vivir a tranquera cerrada. Y los que vivimos sobre la Ruta 40 sufrimos la pérdida de clientes por los micros, los acampes y la violencia ejercida”.

El ataque se realizó en el marco de la Séptima Marcha por la Soberanía al Lago Escondido, que realizan grupos kirchneristas denunciando que la propiedad de Lewis es un supuesto "enclave británico" en la Patagonia. Se trata, en rigor, de una propiedad que el empresario británico compró en torno al Lago Escondido y que brinda trabajo a una enorme cantidad de vecinos de El Foyel y quienes viven sobre la Ruta 40, por lo que termina siendo una protesta de forasteros contra los mismos vecinos de Lewis.

"Nosotros no somos violentos, nos organizamos y movilizamos en paz, con el objetivo puesto en la apertura al público del grueso portón que está instalado en el comienzo del camino del Tacuifí, la defensa del Lago Escondido y de la soberanía nacional”, se defendió Julio César Urien, dirigente de la Fundación Interactiva Para Promover la Cultura del Agua (Fipca), a pesar de los ataques con elementos contundentes y la intentona de derribar el portón.

Estas agrupaciones señalan que ese camino, el Tacuifí, debería ser el acceso hacia el Lago Escondido. Entre tanto, el gobierno provincial señala que el acceso correspondiente es el montañoso que utilizaron los que llegaron con sus kayaks al espejo de agua, mientras que el que intentaron tomar, corresponde al ámbito privado, para el acceso a una docena de campos y quintas.