Conmoción

Ricardo Piñeiro: de las pasarelas y la fama, a voluntario en el comedor de una iglesia

La transformación de Ricardo Piñeiro luego de alejarse del mundo de la moda y la tristeza de la comunidad que perdió a uno de sus voluntarios.

MDZ Sociedad
MDZ Sociedad miércoles, 29 de noviembre de 2023 · 16:09 hs
Ricardo Piñeiro: de las pasarelas y la fama, a voluntario en el comedor de una iglesia
En una iglesia de Recoleta, el exrepresentante de modelos sirvió como voluntario en el comedor Foto: Instagram Ricardo Piñeiro

Los últimos días de la vida de Ricardo Piñeiro estuvieron muy lejos de los eventos llenos de glamour y embebidos de la "vida noventosa" en la que supo manejarse en su tiempo de mayor popularidad. Tras sufrir tiempos de depresión y alcoholismo, una iglesia fue su refugio hasta el final de su vida, donde sirvió como voluntario.

Tiempo atrás, Ricardo Piñeiro era sinónimo de fama, de lujo, de glamour y de algo muy lejano a lo que terminó siendo, sirviendo como voluntario en el comedor "El Peregrino". Parece extraño el rotundo cambio que significa vivir de las pasarelas representando a modelos como Valeria Mazza y Pampita, para acompañar a personas en situación de vulnerabilidad que se acercan a un comedor.

“El mundo de las modelos ya fue. Hice todo lo que quise hasta hartarme. Por suerte me salvó la fotografía y una fuerza de voluntad que no sabía que tenía. Pasé momentos duros, pero hoy lo agradezco. Ya no me interesa el mundo de la moda. Soy más feliz como voluntario en la iglesia Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón o inventando recetas proteicas”, confesó a la prensa Piñeiro tiempo atrás.

“Al principio fui para ayudar con las comidas, pero enseguida le expresé a la Madre Superiora mi deseo de ir más allá. No sé, sentí que no me servía alcanzar un plato y mandarme a mudar. Me gusta hablar con ellos, ayudar desde mi humilde experiencia”, relató en una entrevista. Evidentemente, las pasarelas estaban lejos y ya solo quedaba una intención de actuar en consecuencia de la caridad que inspira ver realmente el rostro del pobre.

Dio la casualidad (o la providencia) que, de la más pomposa fama de los noventa, terminó llegando a la iglesia de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón, con una filosofía muy distinta a la que aquella década de "gloria" le proponía. Ya su fundadora, santa Rafaela María, era llamada "La humildad hecha carne" en tiempos en que creó la congregación, actitud que buscan mantener hasta nuestros días, en compañía de una espiritualidad profundamente ignaciana.

En una iglesia de Recoleta, el exrepresentante de modelos sirvió como voluntario en el comedor

Luego de sus excesos, la adicción al alcohol y una fuerte depresión, la oferta de vivir para el otro pareció bastar al deseo de un Ricardo Piñeiro que buscaba ardientemente cambiar el rumbo de su vida. Desde la congregación que coordina la iglesia y los servicios donde él colaboraba, manifestaron a MDZ: "Estamos todas muy tristes, porque Richard era un gran colaborador".

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