Altas temperaturas

Cómo cuidarnos del sol durante los primeros días de altas temperaturas

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su informe publicado en 2020, reveló que la radiación solar genera 1,5 millones de cánceres al año. La mayoría de estos son curables, en su fase inicial.

Ana de Pablo martes, 21 de noviembre de 2023 · 16:18 hs
Cómo cuidarnos del sol durante los primeros días de altas temperaturas
Llega la época en la que realizamos más actividades al aire libre y, queramos o no, estamos más expuestos al sol. Foto: MDZ

Llega la época en la que realizamos más actividades al aire libre y, queramos o no, estamos más expuestos al sol. En 2020, según la Organización Mundial de la Salud, se diagnosticaron en el mundo más de 1,5 millones de casos de cáncer de piel, generados por la exposición excesiva a la radiación ultravioleta. El cáncer de piel es el tipo de cáncer más frecuente y su incidencia tiene un aumento progresivo en todos los grupos etarios, incluso en pacientes jóvenes. Y si bien la mayoría de los cánceres de piel se curan, especialmente cuando se tratan en su fase inicial, es clave la prevención. 

Para lograr la prevención del cáncer de piel es necesaria la educación y concientización acerca de los cuidados frente a las fuentes de radiación ultravioleta (RUV), que es la principal causa de su desarrollo. Las lesiones malignas se asientan predominantemente en áreas que siempre están expuestas a la luz del sol u otras fuentes de radiación ultravioleta. Esas áreas de mayor fotodaño son cara, cuello, escote, pabellones auriculares, dorso de manos y antebrazos, y cara anterior de piernas. La exposición crónica al sol o camas solares, así como el antecedente de quemaduras solares en reiteradas ocasiones, han sido confirmados como favorecedores del desarrollo de todas las formas de cáncer de piel

Es un gran problema, además, que todavía se asocie al bronceado con salud. Este concepto debe cambiar, ya que el bronceado es una respuesta de la piel a la injuria producida por la RUV (esto es la reacción de la piel, que se defiende del daño produciendo melanina y otorgando el bronceado). La sociedad reconoce que se ha incorporado el concepto del daño solar acumulativo y progresivo de la exposición continua a la radiación ultravioleta a lo largo del tiempo, pero no se interpreta que el bronceado es perjudicial. Cuando este concepto cambie, cuando se acepte que la piel saludable es aquella que permanece el mayor tiempo posible con su color natural, cuando se cambien los hábitos de "tomar sol", se eviten las quemaduras solares cada verano, seguramente lograremos que esta tendencia creciente se interrumpa. 

La sociedad reconoce que se ha incorporado el concepto del daño solar acumulativo.

Para una detección temprana, se debe fomentar el autoexamen y el examen por el especialista con dermatoscopia. El diagnóstico precoz permitirá un tratamiento adecuado con el menor impacto sobre la zona afectada. El autoexamen es importante para poder reconocer las manchas y lunares que cada uno tiene y, de esta manera, detectar la aparición de lesiones nuevas o cambios en lesiones antiguas, que llevará a una consulta precoz para diagnóstico.

Una forma para detectar características sospechosas en un lunar es la regla del ABCD

  • Asimetría: una mitad en distinta de la otra.
  • Bordes: irregulares.
  • Color: varios colores, más de 1: marrón, rojo, negro, pérdida de color.
  • Diámetro: mayor a 5 mm.

A este acrónimo, se le debe agregar una E (de evolución en el tiempo). Generalmente, esta técnica permite reconocer la mayoría de los cambios que se observan. Los controles con un dermatólogo deben comenzar a temprana edad en pacientes de alto riesgo o no, así como en aquellos que tienen lunares de nacimiento. La frecuencia del control en la edad pediátrica será sugerida por el dermatólogo pediatra. Si bien el cáncer de piel en los niños y adolescentes es muy bajo, esta población es en la que se debe incorporar las medidas de cuidado para lograr disminuir la frecuencia de desarrollo de lesiones premalignas y malignas en el futuro.

Se puede cuidar la piel mientras disfrutamos la vida al aire libre. Y protegernos siempre de los efectos negativos de las fuentes de radiación ultravioleta será la garantía que nos asegure muchos más momentos de recreación y deportivos, incluso bajo el sol.

Ana de Pablo.

* Ana de Pablo, profesora de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral y subjefa del Servicio de
Dermatología del Hospital Universitario Austral (HUA).

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