Cineastas grababan un documental en las profundidades de un lago y descubrieron algo sorprendente
En 1895, un barco desapareció en medio de una tormenta. Dos siglos después fue descubierto por Ivonne Drebert y Zach Malnick, dos cineastas.
Un par de cineastas que trabajaban en un documental sobre el devastador daño ecológico causado por los mejillones invasores en los Grandes Lagos (América del Norte) hicieron un asombroso hallazgo: descubrieron un barco que había permanecido desaparecido durante 128 años.
En octubre de 1895, el lago Hurón, en Canadá, fue testigo de la misteriosa desaparición de un barco de carga propulsado por vapor conocido como "África". Su paradero se había convertido en un enigma que perduraba hasta que los mencionados cineastas lo descubrieron.
Yvonne Drebert y Zach Melnick fueron alertados acerca de la existencia de un enigmático montículo sumergido en las profundidades del lago y decidieron emprender una exploración para verificar su autenticidad.
Una vez llegaron al lugar donde se encontraba dicho montículo procedieron a sumergir su vehículo submarino. Fue entonces cuando la cámara del robot capturó imágenes de una embarcación que yacía sumergida a una profundidad de aproximadamente 85 metros, la cual se encontraba recubierta por mejillones quagga.
Inicialmente, Drebert y Melnick no lograron identificar qué naufragio habían descubierto, dado que su superficie se encontraba completamente cubierta por mejillones, lo que les impedía visualizar el nombre grabado en el costado del barco. Ante esta incertidumbre, decidieron ponerse en contacto con el historiador marítimo local Patrick Folkes y la arqueóloga marina Scarlett Janusas.
Luego de obtener una licencia arqueológica adecuada, el grupo regresó al sitio del naufragio con el objetivo de capturar imágenes submarinas detalladas y realizar mediciones precisas. Conforme avanzaban en su exploración, lograron confirmar que el naufragio que habían descubierto correspondía al barco "África". Esta determinación se basó en la asombrosa coincidencia de las dimensiones del naufragio con las del mencionado navío.
Además, durante la investigación, se hallaron restos de carbón en las proximidades del barco, lo cual encajaba perfectamente con la historia de la embarcación. El "África" había sido cargado con este combustible en su fatídico viaje.
Expertos aseguraron que gracias a los mejillones que habitan en el naufragio este pudo ser encontrado, puesto que filtran el agua. Sin estos moluscos el agua hubiese estado más turbia y no sería posible descubrir el naufragio.