La travesía de los hinchas de Boca varados en Brasil llegó a su fin y pudieron regresar a sus hogares

Tras varios días de desesperación e incertidumbre, los argentinos que habían viajado a Brasil para alentar a Boca Juniors en la final de la Copa Libertadores y quedaron varados allí por un accidente, finalmente pudieron regresar a sus casas. Por fortuna, el arreglo de su vehículo tardó menos de lo que habían proyectado, y este domingo concretaron los 3.600 kilómetros que los separaban de sus seres queridos.

Si bien el partido fue en Río de Janeiro, los cuatro "bosteros" (tres de ellos son de Buenos Aires y el cuarto de Río Negro) sufrieron este percance el lunes 6 en una autopista de São Paulo, cuando fueron víctimas de un choque en cadena. Durante cuatro días, mientras su medio de transporte estaba en el mecánico, debieron ingeniárselas para conseguir dónde pasar sus noches y subsistir con el dinero que habían llevado. 

Gracias a la solidaridad de varios hinchas del Xeneize, que simpatizaron con el grupo de argentinos, recibieron bastante apoyo esos días. Y no sólo a través de transferencias, sino incluso de algunos que les dieron una mano al pasar; entre los nombres que rescatan, están: David de Villa Progreso, Diego y Nico de Bariloche, y Fede de La Plata.

Además, fueron socorridos por la Peña de Boca Viedma-Patagones, de la que son miembros, así como también por el Presidente del Consulado de Boca en San Pablo. "Sin Gonzalo Pirotti no sé qué hubiese sido de nosotros. Nos ayudó en todo", señaló Fabio Andrés Entraigas, uno de los cuatro, a MDZ.

Cómo fue el regreso de los bosteros

El auto iba a estar listo recién el domingo 12, pero por fortuna los arreglos se terminaron el viernes 10. Para las 15:00 horas de aquel día, el grupo de hermanos bosteros ya estaba en la ruta de la ciudad brasileña retomando para sus casas. "Estoy nervioso, y lo voy a estar hasta que me relaje un poco y me saque el choque de la cabeza", expresó Entraigas en ese momento.

Y aunque esto ya representaba una buena noticia entre la incertidumbre que vivieron esa semana post partido, todavía les esperaban dos ansiosos días más de viaje. "Queremos estar en nuestras casas, con nuestras familias y nuestros trabajos", había expresado el bonaerense, quien pudo soportar todo ese tiempo en un país extranjero, con un idioma desconocido y muy poco dinero, gracias al acompañamiento de sus amigos. 

Finalmente, el domingo 12 a las 9:30 horas arribaron a Buenos Aires. Entraigas se reencontró con sus seres queridos y se fundió en un abrazo cargado de angustia y alegría a la vez: había hecho una travesía que duró más de lo esperado, y ahora tiene una anécdota que no olvidará nunca.