Por qué las escuelas de gestión privada son clave para la educación en Argentina

Un informe publicado recientemente por el observatorio Argentinos por la Educación revela que el gasto público por alumno en escuelas de gestión privada subvencionada aumentó con respecto a 2018. Esto podría deberse a la baja de alumnos en el sector de gestión privada subvencionada y a la suba de alumnos en el sector estatal.

Los datos surgen del informe “Subvenciones a la educación privada: ¿Para qué y para quiénes?”, en donde se explica que el Estado le destina 55 pesos a los alumnos que van a escuela pública de gestión privada y 100 pesos a los que van a escuelas públicas de gestión estatal.

Marcelo Rabossi, profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, analizó el informe en MDZ Radio 105.5 FM: “Pensemos que el 73% de los alumnos del sistema educativo, que va desde los 3 años a la finalización del secundario, va al sistema público. El sistema es gratuito, las familias no pagan nada”.

Del restante 27%, “hay que dividir el subsistema privado en dos: uno es muy pequeño, del 2, 3% de la totalidad de los alumnos del sistema, son las escuelas de “elite” socioeconómica. Y después está el otro grupo al cual el Estado le dedica 55 pesos por cada alumno en relación a los 100 pesos por alumno que le dedica a aquellos que eligen el sector público”, detalló en Tardes de Frente.

“El Estado lo que le paga a estas escuelas es el salario a los docentes, no la totalidad: en algunos casos el 40%, en otros el 60%, en otros el 80% y en algunos casos (un grupo muy reducido) el 100%. Ese aporte público reduce el costo del arancel, por lo tanto las familias tienen la posibilidad de elegir el sistema privado, lo hace más accesible”, explicó Rabossi.

Y aclaró: “Desde un punto de vista fiscal, es una política que tuvo sus comienzos en el Gobierno de Perón en 1947 a partir de un aumento de salarios que muchas escuelas privadas no podían pagar. El beneficio fiscal para el Estado es que reparte el costo total de la educación del alumno entre sus propios recursos, los fondos públicos, y parte la solventan las familias. El Estado se ahorra 45 pesos por alumno”.

“Si no existiese este sistema privado, el Estado debería poner muchos más recursos que no tiene. Sería muy difícil poder mantener el sistema de escuelas”, remarcó respecto de la importancia de los datos arrojados en el informe.

Sobre la distribución de recursos por provincia, explicó: “Normalmente, el subsidio o aporte público se gestiona y el Estado lo distribuye de acuerdo a ciertos criterios, en base a las características de la población, el tipo de enseñanza vinculado directamente con el poder de compra”.

“Las provincias más pobres tienen una gran proporción de los alumnos en el sistema público. La cantidad de escuelas que reciben subvención tienden a ser menos”, indicó.

Finalmente, señaló: “El resultado que se observa es que cuando tomás la composición de esos alumnos que van a esas escuelas que no reciben ningún tipo de subsidio van los hijos de las familias más ricas. El segundo grupo de estas escuelas privadas que reciben un aporte público, en general va la clase media. La clase menores recursos va al sistema público. Entonces observamos que se les entrega más a las familias que más necesitan y menos a las que menos necesitan”.

Escuchá la entrevista completa en MDZ Radio 105.5 FM