El entrenamiento de las funciones ejecutivas en educación

En el ámbito educativo, se menciona con frecuencia el papel de las funciones ejecutivas y su influencia en el proceso de aprendizaje. Adele Diamond, una destacada investigadora estadounidense, se dedica al estudio de estas funciones y sostiene que tanto lo emocional como lo social son aspectos fundamentales en su desarrollo.

Una experta del cerebro que hace hincapié en las emociones

Adele Diamond es profesora de neurociencia en la Universidad de Columbia Británica, ubicada en Canadá. Además, lidera investigaciones científicas destinadas a comprender la evolución de la mente de los niños y las niñas a medida que crecen, la influencia de factores biológicos y el alcance de la interacción con el ambiente en este proceso.

Su tesis principal radica en que abordar exclusivamente la salud física, sin considerar la salud emocional, resulta poco eficaz. En contraposición a la medicina tradicional, Diamond postula que la salud emocional y social desempeña un papel esencial en la salud física. Por esta razón, cuando se presentan problemas en las funciones ejecutivas, no alcanza sólo con entrenarlas, sino que se requiere trabajar para disminuir los factores que obstaculizan su funcionamiento y potenciar aquellos que promueven un desempeño fluido. 

El laboratorio de Neurociencia Cognitiva del Desarrollo se dedica a observar las actividades que tienen lugar en el córtex prefrontal, del cual dependen las habilidades cognitivas que llamamos funciones ejecutivas. El objetivo de estas investigaciones es determinar el proceso de desarrollo de estas habilidades, explorar su relación con factores genéticos, identificar las bases neurales y neuroanatómicas que las sostienen, y analizar cómo el ambiente y el contexto influyen en este desarrollo. 

“Creo que las actividades que favorecen el bienestar emocional y social son tan necesarias como el entrenamiento puro y duro, para el desarrollo de las funciones ejecutivas”, plantea Diamond. 

Las funciones ejecutivas son centrales para el desarrollo infantil

En 2014, durante una charla TEDx realizada en Vancouver, Adele Diamond sostenía que los niños y las niñas no requieren habilidades alfabéticas básicas para entrar en la escuela. “Los niños y las niñas de entre tres y cinco años necesitan que les enseñen a jugar de manera activa, involucrando el cuerpo, más que  una  instrucción académica temprana”. Posteriormente, se planteaba la cuestión de cuáles habilidades serían necesarias para tener éxito en el siglo XXI. Entre ellas mencionaba el autocontrol, la capacidad de resistir a las tentaciones y evitar actuar impulsivamente, la perseverancia en la tarea a pesar del aburrimiento o la frustración. También, destacaba la creatividad para encontrar soluciones alternativas y la habilidad para relacionar distintas ideas y hechos. Todas estas competencias están vinculadas con funciones ejecutivas específicas: el autocontrol con el control inhibitorio, la creatividad con la flexibilidad cognitiva, y la capacidad de relacionar ideas y hechos con la memoria de trabajo.  “Las funciones ejecutivas son necesarias para el éxito académico, el laboral, para mantener las amistades, las relaciones amorosas, así como para evitar situaciones nocivas como el abuso de sustancias o accidentes de conducir”, explica Adele Diamond.

¿Cómo entrenamos las funciones ejecutivas? 

Uno de los descubrimientos más importantes de Adele Diamond y su equipo es que las situaciones adversas, como el estrés, la tristeza y la soledad, obstaculizan el funcionamiento de las funciones ejecutivas. Sus investigaciones han demostrado una correlación entre las emociones negativas, como la tristeza, la soledad o el estrés, y un rendimiento deficiente en las funciones ejecutivas, y viceversa. Por lo tanto, Diamond sostiene que es esencial prestar la misma atención al aspecto emocional y social de las personas que a su capacidad puramente cognitiva. En este sentido, enfatiza la importancia de las expectativas que tenemos sobre los niños y las niñas. Como guías o maestros debemos transmitirles seguridad y confianza en sí mismos para aprender, sin dudar. Esto es fundamental, ya que no tiene sentido entrenar las funciones ejecutivas si los estudiantes se sienten presionados o frustrados debido a metas inalcanzables. Lo mismo ocurre si experimentan tristeza, soledad o dificultades en sus relaciones.

Se pueden identificar actividades que crean un entorno propicio para el desarrollo de estas habilidades cognitivas. Estas actividades incluyen la música, la danza, el deporte y otras que nos conectan con emociones positivas, nos hacen sentir parte de algo y fomentan la interacción con los otros. Sobre esta base sólida, es posible implementar una amplia variedad de estrategias, juegos y actividades destinadas a fortalecer las funciones ejecutivas.

La Masterclass de Adele Diamond

En este sentido, queremos comentarles que el sábado 11 de noviembre, Wumbox llevará a cabo la Masterclass “Funciones Ejecutivas: Estrategias de Intervención en el Consultorio y en el Aula” mediante una modalidad virtual. 

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