Elecciones 2023

Los felinos se metieron en la campaña: de "Macri gato" a "el león", "la leona" y "gatito mimoso"

Entre halagos y chicanas los políticos se visten de características propias de animales. Para parecer más tiernos, más salvajes y agresivos y empatizar mejor con el electorado. ¿Lo logran?

Milagros Moreni
Milagros Moreni lunes, 2 de octubre de 2023 · 16:07 hs
Los felinos se metieron en la campaña: de "Macri gato" a "el león", "la leona" y "gatito mimoso"
"Gatito mimoso", la chicana de Myriam Bregman a Javier Milei Foto: Noticias Argentinas

"Milei llega hasta acá hablando contra la casta. No es casta, pero hace alianza con Barrionuevo. No es casta, pero le arma las listas Sergio Massa. No es casta, pero lleva una vicepresidenta de la casta militar. No es casta, pero ya se mudó a un barrio privado, como muchos de los políticos que él critica. Milei es un empleado de los grandes empresarios, que han ganado millones estos años, algunos viviendo del estado, y con él esperan ganar mucho más. No es un león, es un gatito mimoso del poder económico", disparó anoche en el debate electoral la candidata a presidenta por el Frente de Izquierda, Myriam Bregman.

De todo lo que dijo, lo que más caló fue el concepto de "gatito mimoso". Hasta el propio Milei sonrió a la vez que las redes sociales estallaron con memes y bromas. Es que el candidato de La Libertad Avanza hace campaña autodenominándose león, por su fuerza y rudeza, como el rey de la selva. Dice que viene a luchar contra la casta y la metáfora con el animal apunta a la idea de que se va a comer, va a depredar a los que ocupan un lugar ocioso en el Estado.

No es la primera vez que un felino se mete en la campaña, pasó varias veces y con distintos candidatos. A María Eugenia Vidal, exgobernadora de la provincia de Buenos Aires entre el 2015 y el 2019, se la llamó desde su espacio "la leona". El apodo tuvo su origen en el armador del PRO, Jaime Durán Barba, que había dicho por aquel entonces que la mujer era "la madre leona de los bonaerenses". A raíz de eso, un grupo de militantes de ese espacio de la ciudad de La Plata sublimó remeras e impulsó el mote. La intención, también, era romper con la connotación de nena buena que tenían otros sobrenombres que llevaba Vidal como "Heidi" o "Hada buena" que habían sido puestos por la oposición de aquel momento.

Sin dudas, el rey de los apodos vinculados a esta especie animal fue Mauricio Macri a quien le valieron los apodos de "gato", "el gato" o "Macri gato". Primero empezó como una chicana, luego lo capitalizó, lo integró a su campaña y gestión y hasta se lo apropió para su espacio. "Gato" en la Argentina es un insulto propio del ambiente carcelario. Se utiliza en los pabellones para referirse a los reos del escalafón más bajo. Los gatos de un penal son los que lavan los platos y sirven a otros. Decirle "gato" a alguien es peyorativo y tiene como fin descalificar. Además, gato puede significar en lunfardo "ladrón nocturno". El uso se extendió y, como la lengua es social, el significado se modificó al punto de que nadie está tan seguro de qué significa. 

En una entrevista con el periodista Diego Sehinkman para el canal de noticias TN, Mauricio Macri se rio de esto y hasta se hizo cargo de la calificación. Al hablar de halcones y palomas fue consultado acerca de en qué categoría se ubicaría y, entre risas, respondió: "Yo soy un gato, dicen eso. Convivo bien con todas las aves. No tengo problemas, el problema son las ratas".

En la década de los '90 los mininos ya habían incursionado en política. De hecho, así nació Gaturro, el personaje de Nik. Fue por los chistes acerca del expresidente Carlos Saúl Menem que lucía una prominente cabellera de la que se dijo que parecía que tenía un gato en la cabeza.

Gatos, leones, leonas o gatitos mimosos. Son políticos que se disputan poder y representan electorados. No tienen ni la ternura de una mascota ni deberían comportarse con el salvajismo de un cazador que devora una presa.

Video: el momento en el que Myriam Bregman le dice "gatito mimoso" a Milei

 

 

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