Las peleas en lo boliches volvieron a ser protagonistas en un enero cargado de tensión

Durante las últimas semanas, en las que el caso del homicidio de Fernando Báez Sosa se llevó todas las miradas, las noticias sobre peleas a la salida de los boliches fueron reiteradas. Al parecer, no basta el caso de Fernando para ejemplificar y evitar estos comportamientos que ponen en riesgo la vida de tantos jóvenes.

En las últimas semanas pudieron verse muchos casos que no terminaron como el de Báez Sosa por puro azar. Puede servir de ejemplo el del jugador de básquet de Racing Club, Alfieri Fresno, que fue atacado por una patota en la ciudad de Mar del Plata. También el que se dio en San Pedro, Buenos Aires, que fue el escenario de una pelea que pudo terminar en tragedia, pero ajenos al enfrentamiento lograron separarlos al grito de: “Lo vas a matar, ¡pará!”.

Hace solo unos días, fue la terrible escena de una pelea que termino con una patada en la cabeza. El hecho sucedió en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba. La victima fue hospitalizada y se le diagnosticaron lesiones leves, mientras que la Policía de Córdoba comunicó que ya logró identificar a los involucrados.

Estos casos, no debieron lamentar víctimas fatales, pero sí lo hizo la localidad de Jesús María, en las cercanías del anfiteatro José Hernández, donde se lleva adelante el Festival Nacional de Doma y Folklore. Allí, fue el homicidio de Agustín Ávila, de 16 años, al recibir un botellazo. Su padre, Miguel Ávila, expresó su dolor luego de lo sucedido con una publicación en Facebook: "A Dios le pido que hagan Justicia. Este dolor lo llevaré por siempre, mi guachín, como te decía, descansá en paz hijo".

Así, lo hechos se repitieron en todo el país, tanto en lugares turísticos como Mar del Plata o Villa Gesell, en la Costa Atlántica, o en Córdoba, pero también se vieron estas escenas lamentables en un escenario cotidiano de este tipo de conflictos. Demián Páez sufrió una golpiza salvaje perpetrada por diez personas en Cañuelas, a la salida del boliche "Alcuba", mientras esperaba un remis para volver a Virrey del Pino, La Matanza, junto a sus amigos. Milagrosamente, Páez sobrevivió tras semejante ataque que recibió.

Cada día, a la espera de una noticia de este tipo. A tres años del crimen de Fernando Báez Sosa, en medio de las audiencias que depararán el futuro de los acusados por su homicidio, pareciera ser que nada cambió o que todo se olvidó. Un país atento durante el día a lo que ocurre en Dolores, pero que a la noche parece olvidarse y sigue como si nada.

Aunque se modificaron muchas prácticas a la hora de brindar seguridad en los boliches, para evitar que los jóvenes sigan por esa vía violenta de las peleas multitudinarias y los ataques en patota, puede que haya mucho que trabajar mas allá de la prevención en el lugar. Igualmente, vale aclarar que no solo las fuerzas de seguridad deben hacerse cargo de este problema, sino también podría ser muy sano apelar a que los jóvenes tomen mayor responsabilidad sobre el tema y eviten este tipo de comportamientos.