Báez Sosa: el revelador video que muestra el ataque completo a Fernando

Una cámara de seguridad de la Municipalidad de Villa Gesell ubicada en la vereda de enfrente del boliche bailable Le Brique registró de forma completa la secuencia del ataque a Fernando Báez Sosa. 

Al finalizar la jornada de ayer, pocas horas antes de que se cumpla el tercer aniversario por el asesinato de Fernando y que se lleve a cabo la audiencia final de testigos en el juicio por su crimen, se difundieron las imágenes de esa grabación.

La cámara que registró todo está ubicada en Avenida 3 y calle Buenos Aires, a metros del lugar del hecho y la filmación expone cómo pocos segundos después de las 4:32 de la madrugada del 18 de enero Fernando cruza la calle tranquilo, sin camisa. 

Un minuto y algunos segundos más tarde aparece en la escena el primer policía. Sale desde la vereda de enfrente al boliche, entre algunos autos, y camina en dirección a la discoteca donde se reúne con otros dos, precisamente en la calle, aunque sin urgencia a la vista. Se los ve conversar en ronda. 

Es a las 4:36 cuando se ve por primera vez en escena a la fuerza de seguridad de la provincia de Buenos Aires en contacto con los imputados, que para esta hora ya habían sido echados de Le Brique. Los disuaden. Entre ademanes, los jóvenes se van caminando. 

Luego, 4:44, la policía recibe el aviso de otra pelea en los alrededores del lugar. Se va y segundos después comienza el ataque a Fernando. Entre las personas que están en el lugar se observa cómo una se agarra la cabeza, evidentemente, por lo que estaba presenciando. Otras, solo se alejan. Dos minutos más tarde aparecen en un plano más cercano los imputados, caminando por debajo del toldo de una parrilla. Dos de ellos se abrazan.

A las 4:55 llega un patrullero, dos minutos más tarde se suma otro. A las 5:05 aparece un móvil de rescate. Mientras tanto aparece más gente en escena, alrededor de la ubicación de la víctima.

Es la primera vez que se conoce este elemento que se constituye como clave para la causa. El crimen de Fernando Báez Sosa tuvo la particularidad de ser registrado por decenas de cámaras públicas y privadas, lo que se convirtió en una herramienta de gran valor probatorio para acreditar cómo se sucedieron los hechos e identificar a los imputados que actualmente esperan condena.