Día del maestro

Fue docente en la Antártida y cuenta como la atravesó esa experiencia

Romina, nos comparte su experiencia de docente verdaderamente privilegiados por cumplir funciones en la Antártida, donde la dinámica y los vínculos interpersonales cambian con respecto a las escuelas del entorno urbano.

Romina Lemos Pereyra domingo, 11 de septiembre de 2022 · 14:40 hs
Fue docente en la Antártida y cuenta como la atravesó esa experiencia
Romina Lemos Pereyra y su esposo Néstor, ambos docentes, en la Antártida

Mi nombre es Romina Lemos Pereyra, tengo 41 años, vivo en Ushuaia Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur. Hace 21 años que me dedico a la docencia y junto a mi esposo Néstor (también docente) y nuestros 2 hijos Ignacio y Mora, nos aventuramos a emprender la maravillosa experiencia de vivir en uno de los lugares más inhóspitos prístino del mundo. En ese entonces nos trasladamos a la estación científica denominada Base Antártica Esperanza la cual alberga entre cinco/siete familias y por ello se encuentra la única escuela del continente Antártico.

Foto Romina Lermos Pereyra

Poder desempeñarnos como docentes de esa escuela era un anhelo que teníamos como familia, más allá de la distancia y hostilidad que caracteriza al lugar, no dudamos en emprender el desafío. Fue mucho tiempo de preparación, chequeos médicos y armado de la mudanza, por las dudas hay que llevarse todo para un año, no sólo lo que necesita la familia, sino también lo de la escuela. Inventamos en 2 oportunidades en el año 2016 y 2019, en las que pudimos enseñar en la Escuela provincial N°38 presidente Raúl Ricardo Alfonsín de modalidad rural, con aulas plurigrado, con una matrícula que osciló entre los 12 a 16 estudiantes de diferentes niveles educativos.

Explorar, conocer, disfrutar, trabajar el sentido de pertenencia del sector Antártico Argentino y la importancia a nivel mundial de este continente fueron pilares en la enseñanza, más allá de los contenidos propios de cada grado/nivel que establece el diseño curricular provincial.

Foto Romina Lermos Pereyra

Brindar la posibilidad de conocer in situ todo lo que hay en la base, desde instalaciones, geografía, relieve, fauna y lo que concierne a la actividad antártica fue algo que brindó una mirada poco conocida, de esa manera poder generar en los estudiantes el sentido de pertenencia y soberanía de nuestra patria en esas gélidas latitudes y que además sean agentes multiplicadores en sus lugares de residencia o una vez que regresen nuevamente a sus lugares de origen.

La docencia en este lugar tiene un plus agregado, no solo por el lugar específico donde esta emplazada la escuela, sino por lo emocional, profesional y sin dudas lo maravilloso de poder vivirlo en familia.

La emoción y nostalgia nos invade constantemente, cuando recordamos nuestra vivencia en la Antártida Argentina, mucho más cuando recordamos la frase que marca a todo antártico/a “Cuando llegaste apenas me conocías, cuando te vayas me llevarás contigo"… y así fue que este lugar, nos robó un pedazo de nuestros corazones, marcando para siempre nuestras vidas.

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