Los movimientos sociales se le plantan al Gobierno: más de 3.800 cortes y piquetes en seis meses

Hace ocho años que Argentina tiene por lo menos cinco mil piquetes por año. Hubo más de 58 mil piquetes en la última década y este año se encamina a batir récords. Casi 60 mil piquetes. 5800 por año. Casi 24 piquetes por día laboral.

Quienes comenzaron con esta metodología en 1996 decidieron en Cutral Co, Neuquén, armar el primer piquete para lograr mejoras en una fábrica de fertilizantes y lo lograron, era algo inédito y generó respeto en parte de aquella opinión pública. MDZ convocó referentes sociales y analistas del fenómeno que intranquiliza a la sociedad y al poder político por igual. 

Hoy el hartazgo es evidente y buena parte de la sociedad rechaza los cortes y piquetes en todo el país. El año pasado hubo 6.658 piquetes y fue el número más alto desde 2014, pero este año va a ser récord: en apenas 150 días hubo ya 3.850 cortes en todo el país, por ende podrían ser diez mil antes del próximo enero. El año había arrancado con 411 cortes en enero, 460 en febrero y 813 en marzo, sumados a los 908 de abril y 856 en mayo y 409 de junio.

“No sé porqué hay más piquetes ahora que con (Mauricio) Macri, no lo entiendo, el país está creciendo sostenidamente, baja el desempleo y 22 millones de argentinos están blindados”, dijo el exdiputado y dirigente Luis D'Elía a MDZ sobre el tema. Y agregó: “La izquierda está financiada por Macri que les dio 200.000 planes sociales, por eso ahora marchan y cortan”, definió. 

“Este Gobierno se cae con o sin piquetes, vamos a los saqueos por el pacto con el FMI”, azuzó a este cronista Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero. “Las calles pueden o no estar cortadas pero vamos al caos igual, nadie llega a fin de mes y el proyecto del Salario Universal Básico es otro parche, es una limosna”, sostuvo.

Sobre la cultura piquetera, el politólogo Patricio Giusto, quien dirige la consultora Diagnóstico Político, opinó: “Durante el Gobierno de Cambiemos hubo 22.999 piquetes, apenas 6% menos en comparación con la última presidencia de Cristina Kirchner (24.378), está claro, entonces, que la incapacidad -o bien la falta de voluntad- para resolver la problemática de los piquetes es una de las pocas cosas que trasciende la tan mentada 'grieta' de la política argentina”. Y agregó: “en ese sentido, resulta llamativo que la consolidación de la cultura del piquete ha ido de la mano con el afianzamiento de otros dos flagelos, que confluyen en un círculo vicioso: la pobreza y el asistencialismo”.

Tal es así que el peor año en términos de inflación y empleo durante la gestión de Mauricio Macri, el 2019, tuvo mil cuatrocientos piquetes menos que el 2014, cuando con Cristina Fernández en el poder los subsidios volaban por encima de la inflación de 23,9% según el Indec ya galopante y la caída del salario era notable.

Daniel Arroyo, exministro de Desarrollo Social y actual diputado especializado en temas sociales explicó a este medio la tipología piquetera que, él entiende, existe hoy: piquetes espontáneos por un hecho concreto que desata una protesta, piquetes temáticos sociales que corresponden a una problemática que aúna un grupo de personas, como un corte de luz zonal, y piquetes sociales clásicos que responden también a cuestiones políticas. 

Plantea la evidente cantidad de piquetes y su ligazón con la inflación. “Hay más piquetes que con Macri porque la gente no llega a fin de mes, hay que atacar este problema del aumento de precios con un plan integral”, dijo a MDZ. 

Arroyo habla de la exigencia de un plan antiinflacionario para dar vuelta la situación a través de un gran acuerdo de precios con desacople de valores internacionales y valores de consumo interno, precios cuidados, la creación de mercados centrales en todo el país y un equilibrio fiscal que permita previsibilidad en los sectores productivos. “El Ingreso Básico Universal a los nueve millones que cobraron el IFE es un tema que estudio hace años y nos permitiría lograr bajar la desnutrición y mejorar la calidad de vida en general, eso colabora”, sostuvo. 

La consultora Diagnóstico Político precisó los motivos de los piquetes en su estudio 2019: “Las organizaciones sociales (1.321) treparon al primer puesto, desplazando a los trabajadores estatales (1.002) ambas fuerzas sumadas representan el 43% de los piquetes a nivel nacional. Otra novedad fue el salto, del quinto al tercer lugar, de los vecinos autoconvocados (776). Esta suba se explica, principalmente, por el aumento de las protestas vecinales en el interior del país, y por problemáticas de servicios públicos. Bastante más detrás, se posicionaron los trabajadores privados (673, sostuvieron el cuarto puesto) y las fuerzas político-partidarias (672, cayeron del tercer al quinto lugar). El descenso de las fuerzas partidarias puede resultar llamativo, teniendo en cuenta que 2019 fue un período electoral y de fuerte crisis económico-social”.