Historias

Mario, el panadero de las mil historias que le hace frente a la crisis y cautiva con su particular "speech"

Junto a su esposa Gabriela Ramírez, Mario López supo encontrar una salida ante el desempleo generado por la grave situación económica. Asegura que la pobreza se siente en las calles y que el aumento en el precio de la harina va en detrimento de las posibilidades de crecer.

Zulema Usach
Zulema Usach sábado, 30 de julio de 2022 · 19:34 hs
Mario, el panadero de las mil historias que le hace frente a la crisis y cautiva con su particular "speech"
Mario recorre las calles todos los días para vender el pan que fabrica

En el hogar de Mario López y Gabriela Ramírez hay aroma a levadura y leña ardiente. La madrugada los encuentra cada día con las manos revolviendo harina, que se transformará en pan, y cuidando que el calor en el horno del barro no se pierda. En cada porción de las piezas recién cocidas que luego el hombre sale a vender por los barrios, está presente el condimento especial del amor y la dedicación. Ambos, a sus 54 años, comenzaron con el proyecto que poco a poco fue tomando forma, más bien, impulsado, a fuerza de sacrificios constantes y empujados por la necesidad de salir al frente en medio de la actual crisis económica.

Cuenta Mario que en realidad no siempre fue panadero. Antes de la pandemia de covid, trabajaba en un emprendimiento junto a un socio instalando durlock en las viviendas, oficinas y todo sitio que así lo necesitara. Pero bastó que el virus comenzara a poner en vilo al mundo y a las finanzas de toda la población para que los servicios dejaran de ser requeridos. Su socio, quien poseía la mayor parte de los recursos para dedicarse a esas instalaciones, decidió mudarse a Buenos Aires con la intención de encontrar trabajo. Entonces Mario, se quedó sin empleo.

"A esta edad es muy difícil que alguien te tome a pesar de que tengas experiencia", lamenta el hombre que nunca dejó de lado su iniciativa por salir adelante.

Fue entonces, cuando, impulsado por la necesidad recordó aquellas recetas que desde chico había aprendido. Primero, siempre junto a su "socia de la vida" y compañera, Gabriela, empezó a preparar empanadas que luego vendió en la ruta Panamericana, en camino a Chacras de Coria, Luján de Cuyo. Al poco tiempo, surgió la idea de fabricar el pan, las donas, las palmeritas, los bizcochos, la pastafrola, las tortitas, los alfajores y los panificados dulces de manera casera. Y arrancó. Con el auto que ya tenía desde hacía años, salió a comprar insumos, tramitó la autorización para manipular alimentos y luego inició el recorrido por Godoy Cruz para ofrecer sus productos recién horneados, cuidando todas las medidas de higiene necesarias. 

Mario carga sus panificados en el baúl del auto para venderlos en los barrios de Godoy Cruz.

"Buenas tardes señora, buenas tardes señor. Ha llegado el panadero a su barrio. Tortitas con chicharrones; tortitas sin chicharrones, a muy buen precio. Lengüitas con dulce de leche, Pan casero, calentito, al hornito de barro...a muy buen precio. Recibimos Mercado Pago", hace resonar sus frases a través de un pequeño altoparlante que lleva atado al techo del auto, por los barrios de Godoy Cruz. Sin dudas, su "speech" junto a un tono de voz que lo hace único, forman parte de las estrategias de venta que el hombre, casi sin buscarlo, ha sabido poner en valor para llamar la tención de los vecinos de los barrios Parque y Trapiche como así también los ubicados en zonas cercanas al Puente Olive y la Plaza de Godoy Cruz.

Hoy, al igual que miles de argentinos/as que buscan estirar el centavo para poder llegar al menos a mediado de mes y pagar todas las cuentas, Mario confiesa que el desafío en tiempos de crisis, es muy complejo: la bolsa de diez kilos de harina común ya ha superado los 2.500 pesos y cada día, cuando sale por las tardes a vender el pan casero al 100%, las ventas disminuyen. "Las ventas están muy complicadas; a veces la gente viene y me pide comprar una o dos tortitas porque la plata no les alcanza para más. La calle está muy difícil y no siempre es posible cumplir con todas las expectativas que quisiéramos. Pero acá estamos, hay que seguir adelante a pesar de todo". En sus opiniones y reflexiones, algo de optimismo está presente.

Un hombre "pobre y de buen corazón"

Mario cree en que son las buenas actitudes de las personas lo que va a ayudar a cambiar realidades. Confía en que los gestos pequeños, esa demostración de solidaridad con el próximo, pueden contagiarse. Y por eso, es él quien no espera que le pidan un trozo de pan o una tortita. Se da cuenta de que hay personas con hambre en cada esquina, Actúa en consecuencia. Comparte, por ejemplo, que hace unos meses atrás, en vísperas de Navidad, un joven iba caminando por la calle con su niño. Le dijo, "no me alcanza para comprar".

En la tarde del viernes, el hombre recorre las calles de Godoy Cruz para vender los panificados que preparó en la madrugada junto a su esposa.

Entonces Mario le entregó unas tortitas. "Me pareció que tenía hambre el nene, miraba la canasta con tortas y qué iba a hacer yo, si el pan no se le niega a nadie", reflexiona Mario y recalca que así como esa, tiene numerosas historias de personas que viven con necesidades extremas y que por eso, su intención es ayudar. al menos aliviar por unos minutos el hambre. "En la calle te encontrás con personas grandes que ni siquiera han desayunado o con chicos que han pasado todo un día sin comer nada. Es muy doloroso ver esta realidad tan terrible que estamos viviendo", comenta el mendocino que se autodefine como "un hombre pobre pero de buen corazón". 

Mario no está exento del sector de trabajadores que hoy lucha a diario con los precios y cuyas ganancias son cada vez menos. Destaca que con los últimos aumentos en el precio a la harina, sus posibilidades de cumplir el sueño de instalar una panificadora están cada vez más lejos. "Me gustaría poder comprar una máquina, al menos chiquita y poco a poco tener más insumos. Pero es muy difícil en este contexto. Lo que ganamos es para pagar impuestos y el resto si es que se puede, para vivir", destaca en relación a la actual crisis económica del país.

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