Cómo aprenden nuestros hijos en las aulas
Es un hecho: la educación tradicional necesita un cambio, necesita actualizarse para estar a la altura de los contextos y necesidades actuales. Cuando hablamos de “educación tradicional” a todos se nos viene a la cabeza la imagen de un aula con unos veinte chicos y chicas prolijamente vestidos con sus guardapolvos o uniformes, sentados detrás de sus bancos puestos en fila, en silencio, y atendiendo a un docente que transmite conocimientos y autoridad. Se sorprenderán con este dato: este modelo surge a fines del siglo XVII de la mano del filósofo, teólogo y pedagogo checo Jan Amos Comenio. O sea, este modelo tiene más de tres siglos, algunos cambios más, algunos cambios menos.
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De a poco, en las últimas décadas del siglo XX empezó a escucharse la necesidad de una educación en la diversidad. Al principio este discurso estuvo asociado a la educación de niños con necesidades especiales, con dificultades de aprendizaje. Desde esta perspectiva lo diverso era un “obstáculo”, una diferencia que había que atender especialmente para reducir la dificultad. Pero el discurso por la diversidad fue más allá: quería alcanzar enfoques más inclusivos que pudieran tener en cuenta las diferencias naturales que existen entre las personas.
Son muchos los factores señalan la necesidad de una educación atenta a las diferencias: desde la multiculturalidad que atraviesa y se entreteje en todos los sectores de la sociedad, hasta los aportes de la neurociencia que demuestra que cada persona aprende de una manera distinta y a un tiempo singular. Otro factor indiscutible es que el contexto actual requiere personas que piensen en su diferencia, que piensen de manera alternativa para hacer frente a los dilemas de hoy.
¿Cómo pensar la tarea docente? Observar y reflexionar
Una educación que atienda a las diferencias es necesaria, pero ¿cómo hacerlo? ¿Cómo puede el aula albergar a tantos chicos y chicas con sus diferentes intereses, ritmos para aprender, y formas de atender? El sociólogo suizo Philippe Perrenoud dice que para diferenciar hay que romper con la pedagogía frontal donde se da la misma lección y los mismos ejercicios para todos, hay que organizar el trabajo y reflexionar acerca de cómo cada dispositivo didáctico puede ser utilizado por cada alumno y alumna para optimizar su aprendizaje, pensando más que nada en los que más tienen que aprender.
Conocer a los estudiantes es una de las primeras estrategias que deben poner en marcha los educadores. Observar, prestar atención a los alumnos y alumnas, a cómo aprende cada uno y una, cuáles son las dificultades singulares que presentan, es esencial para organizar el trabajo buscando cubrir esas necesidad. Este trabajo de observación y reflexión no implica establecer una educación especial para cada niño o niña, como si se tratara de múltiples relaciones duales dentro del aula, más bien lo que hay que buscar es organizar el trabajo en clase de una manera distinta, crear nuevos espacios, agrupar de una manera distinta.

Las inteligencias múltiples
A principios de los ’80 el psicólogo estadounidense Howard Gardner presentó su teoría de las “inteligencias múltiples”. Habría ocho tipo distintos de inteligencia lingüística, musical, lógico matemática, corporal-kinestésica, espacial, intrapersonal, interpersonal, naturalista) repartidas de manera singular en cada persona. A partir de estudios sobre el aprendizaje Gardner observó que los niños y niñas con las que trabajaba, algunos de ellos con daños cerebrales, presentaban distintas capacidades para aprender distintas temáticas. Según su perfil de inteligencia, cada persona configura una manera de conocer el mundo y de aprender.

Las consecuencias de esta teoría para la educación no son menores, pues el desafío que se plantea es cómo utilizar esas inteligencias como medios de acceso para adquirir conocimientos y desarrollar habilidades. Por otro lado, a manera de evaluar debería tener en cuenta estas diferentes inteligencias, el entorno y el contexto cultural.
¿Cómo motivar y sostener la atención en un entorno diverso? Construyendo “aulas heterogéneas”
La motivación y la atención son dos factores que juegan un rol fundamental en el proceso educativo. El circuito de aprendizaje podría ser descrito como:
Motivación - Atención – Ejercitación - Apropiación
La motivación es clave para sostener la atención, que es lo que permite adquirir nuevos conocimientos. Pero, ¿cómo sostener la atención en los niños y niñas con capacidades e intereses distintos y además expuestos a tantos estímulos de la televisión, de los videojuegos, de la tecnología y del mundo en general?
Nuevamente, el desafío recae en los educadores. Rebeca Anijovich habla de “aulas heterogéneas”, cuyo objetivo es formar alumnos y alumnas autónomos y trabajar con la diferencia para mejorar el nivel de aprendizaje. La tarea entonces tiene varias aristas: por un lado se trata de organizar los tiempos y tareas para motivar a todos y a todas, presentar los contenidos de maneras variadas para despertar los diversos intereses, enseñar a trabajar de una manera cooperativa, explicitar el sentido de las actividades y enseñar a los estudiantes a reflexionar sobre sus procesos de aprendizaje. También se puede pensar en ofrecer distintas alternativas de acercarse a los aprendizajes, es decir, que los docentes ofrezcan a las chicas y chicos distintas actividades para que ellos puedan elegir por donde entrar al contenido.

Un aliado novedoso y muy útil en este sentido de gestionar aulas en la diversidad son las plataformas de aprendizaje adaptativo. Plataformas como Wumbox son de enorme ayuda a los docentes porque permiten diseñar trayectorias singulares de aprendizaje de acuerdo a los intereses y las capacidades de cada niña o niño. Y además, plantean un entorno de juego, donde el error es esperable y la motivación por “ganar” el juego está presente y así se logra mantener la motivación.


Si te interesa el tema de la educación y la diversidad y te gustaría profundizar en él, te invitamos a participar de la capacitación abierta y gratuita que ofreceremos sobre Dificultades de Aprendizaje: Atención, motivación y Estrategias a través de Wumbox. ¿Cuándo? Martes 2 de agosto a las 20hs. Para participar sólo tenés que inscribirte en este link.
*Luciana Tixi y Agustín Pardo forman parte de Wumbox, una plataforma de aprendizaje adaptativo argentina a través de la cuál niños de 3 a 12 aprenden jugando. Si te interesa conocer más sobre Wumbox podés escribirnos a través de este link.



