Pese a los aumentos

Los datos que muestran que la medicina privada en el país es barata

Llega con mayo un nuevo ajuste de las cuotas de la medicina privada. Pese a los aumentos que golpean los bolsillos de los afiliados, los precios del sistema de salud subieron menos que el resto de otras variables como inflación, costo de insumos, salarios o dólar.

Horacio Alonso
Horacio Alonso sábado, 30 de abril de 2022 · 09:44 hs
Los datos que muestran que la medicina privada en el país es barata
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

El sistema de salud privado está en un fuerte crisis financiera. La suba de los ingresos no logran cubrir el aumento de los costos, lo que provoca baja en la calidad de los servicios, generalización de los copagos, salida de médicos del sistema y, en el peor de los casos, el cierre de sanatorios y clínicas.

Según datos de la cámara de prestadores de la salud del conurbano bonaerense (CAPRESCO), desde el 2020 cerraron 13 clínicas sólo en el gran Buenos Aires. La situación económica de los establecimientos de salud del resto del país es extremadamente delicada.

Pese a que se producirá un nuevo aumento de las cuotas de las prepagas, a partir de mayo, no alcanzará para equilibrar las cuentas ya que el sector viene perdiendo rentabilidad desde hace años.

Más allá de las quejas de los afiliados por los altos costos, si se analizan algunos datos, la medicina privada es barata en relación a otros precios del mercado.

Un informe de la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI) muestra que los incrementos de precios de las cuotas de las prepagas y los prestadores de salud son los que menos aumentaron en los últimos años.

Tomando como referencia los valores del 2011, la medicina privada tuvo un incremento por debajo de lo que subieron otras variables que impactan directamente en el sector.

Los ingresos de los prestadores de salud y las prepagas subieron, en estos 11 años, 1.639% y 1.989% respectivamente. En tanto, el salario del personal de enfermería se ajustó en 2.145%. Los medicamentos tuvieron una suba de 2.641%. El índice de precios al consumidor, 2.787%.

En cuanto al dólar oficial, en ese período aumentó 2.752%. Este es un dato importante ya que gran parte de los insumos y equipamientos que se utilizan en medicina son importados.

La llegada de la pandemia agravó la situación. El retraso de los ingresos del sector privado se profundizó, respecto al resto de la economía.

Mientras el sistema de salud tuvo un ajuste de 127%, desde el 2019, los medicamentos y descartables subieron 179%, la inflación del período fue de 164% y los aumentos de paritarias del sector alcanzaron 154%.

Esta situación se produce en medio del inicio de la discusión con los gremios de un adelantamiento del ajuste de los salarios.

 El último acuerdo se había establecido a partir de julio del 2021, con duración hasta junio próximo. Para ese tramo se convino un incremento salarial de 54% que se aplicó de forma escalonada. Ante la inflación desbordada, los representantes de los trabajadores reclaman un incremento adicional. Lo que plantearon en esa mesa de negociación fue un ajuste de 45%, desglosado en un 25% para abril y un 20% para julio. Para agosto, se propuso una revisión de estos porcentajes en función de los niveles de inflación que haya ese mes.

Desde las empresas prestadoras alertan que esa cifra es imposible de pagar en estas condiciones. Hay que remarcar que el 54% acordado en 2021, por 12 meses, tendría una vigencia real de sólo nueve, ya que el nuevo ajuste debería hacerse en julio próximo. Sin embargo, el reclamo sindical es adelantar a abril el nuevo incremento.

De esta manera, para el período de un año, al 54% hay que sumarle el 25% de abril. Fuentes empresarias consultadas por MDZ explicaron que como los ajustes se fueron haciendo de forma escalonada, en la práctica, lo que se propone significaría una suba salarial acumulada de 92% en un año en base al salario de junio del 2021.

“Comenzó la negociación anticipada de paritarias del sector salud, con pedidos de incrementos en abril y junio próximo, producto del abrupto ascenso de la inflación, que afecta directamente el poder adquisitivo de los salarios. El pago de esos incrementos será imposible de afrontar por las entidades sanatoriales sin el correspondiente traslado al precio de las prestaciones médicas, que brindan a los pacientes y facturan a las aseguradoras de salud", señaló ACAMI en un comunicado.

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