Día de la Memoria

El lugar escondido en la ciudad donde sepultaban a los desaparecidos

Las huellas de la última dictadura cívico militar que tuvo lugar en Argentina están presentes en diversos sectores de la provincia de Mendoza. El cementerio de la Ciudad alberga una historia que está atravesada por el dolor y la búsqueda de verdad y justicia de numerosas familias.

Andrea Ginestar
Andrea Ginestar jueves, 24 de marzo de 2022 · 09:41 hs
El lugar escondido en la ciudad donde sepultaban a los desaparecidos
En estas fosas se arrojaban algunos de los cuerpos de los desaparecidos durante la dictadura cívico militar Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

El Cuadro 33 es un sector del cementerio de la ciudad de Mendoza que siempre estuvo destinado a enterrar a los denominados NN. Producto de las excavaciones realizadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), en ese lugar, se identificaron los restos de tres desaparecidos. El espacio que supo albergar a numerosas familias que buscaban certezas en relación a sus familiares desaparecidos, hoy se encuentra perdido entre las tumbas y sin la placa recordatoria correspondiente.

Cada 24 de marzo se conmemora el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, esta fecha es una oportunidad para conocer y revivir parte de la historia argentina reciente que quedó plasmada en diversos lugares de la provincia. El Cuadro 33 también conocido como la "Tumba de la dictadura" es un predio de cien metros de largo por ochenta de ancho, ubicado en la parte vieja del Cementerio de la Ciudad de Mendoza cuya entrada principal está sobre calle Mitre. Este espacio contiene evidencias de los asesinatos y enterramientos clandestinos realizados en la provincia durante la última dictadura cívico militar.

Los pozos que quedaron, producto de las excavaciones realizadas años atrás por los arqueólogos, siguen evidenciando esa búsqueda. Sin embargo, las placas recordatorias de referencia se encuentran guardadas en la administración del cementerio a la espera de la concreción de un proyecto para poner en valor ese espacio. Quienes visitan el cementerio incluso pueden observar los clavos provenientes de los cajones donde supieron estar enterrados los restos que luego fueron exhumados por los arqueólogos años atrás.

Durante el 2021, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza junto al Poder Judicial anunciaron la colocación de una placa que contiene el siguiente texto: “Cuadro 33. A 45 años de la interrupción del Estado de Derecho en Argentina, se pone en valor un espacio público en la Ciudad de Mendoza, gracias a la lucha de personas que, en su anonimato y con perseverancia, nos dieron la posibilidad de dar un paso más hacia la construcción de nuestra memoria colectiva, siempre en la búsqueda inclaudicable de justicia y verdad”. 

La placa fue presentada por Ulpiano Suárez y Dalmiro Garay durante el 2021

A un año de ese acto en el cual participaron autoridades judiciales y municipales, el espacio se encuentra sin la señalización correspondiente y a la espera de concreción del convenio de colaboración que permita la conservación y puesta en valor de ese espacio histórico.

Desde 2010 hasta la fecha, el Equipo Argentino de Antropología Forense ha realizado seis excavaciones en busca de restos de desaparecidos durante la última dictadura cívico-militar que tuvo lugar en nuestro país y hasta el momento se pudieron identificar los restos de tres personas desaparecidas.

La búsqueda de los restos en las fosas fue posible gracias a la investigación que realizaron durante años miembros de la Comisión Familiares de Detenidos Desaparecidos por Razones Políticas de Mendoza, quienes tenían los registros del cementerio que evidenciaban que un número muy elevado de las personas allí enterradas desde 1975 a 1978 eran jóvenes de entre 17 y 35 años que habían muerto por heridas con armas de fuego. 

Búsqueda e identificación de los restos

Durante los primeros años de la democracia, el Cuadro 33 era señalado como uno de los posibles lugares donde se enterraban a las víctimas del terrorismo de estado. En un principio se encontraron e identificaron restos que lograron ser recuperados por las familias a través de trámites individuales y privados, años después de su enterramiento. "Es el caso de Ana María Moral, María del Carmen Laudani de José y Alberto José, Raquel Herrera de Bernal y Juan Bernal; todos ellos fueron exhumados por sus familiares para ser nuevamente enterrados en los lugares dispuestos por las familias", precisaron fuentes judiciales.

Las excavaciones realizadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense se observan en uno de los sectores del cementerio

Con ese antecedente, y tras la reapertura de los juicios en nuestra provincia, se comienza la investigación judicial del Cuadro 33 que estuvo en gran parte motorizada por María Rosario Carrera e Isabel Güinchul de Pérez, quienes se constituyeron como querellantes en la causa.

En junio del 2009, el Ministerio Público Fiscal designó al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para realizar la Investigación sobre las tumbas NN ubicadas en el Cuadro 33 del cementerio de la Ciudad de Mendoza. El proyecto tuvo una duración de 5 años e implicaba la investigación histórica sobre la desaparición de personas y el destino de los cuerpos, la exhumación arqueológica de las tumbas y el análisis de laboratorio de los cuerpos recuperados, para tratar de identificarlos y establecer las causales de la muerte.

En el marco de las tareas realizadas por el EAAF e impulsado por la Fiscalía y la querella de familiares, se logró la identificación de tres personas desaparecidas en el marco de estas investigaciones: Sabino Rosales, Juan Antonio Molina, y Néstor Oliva.

Detalles de la identificación

Según los registros judiciales, en la primera excavación se encontraron dos esqueletos enterrados en la misma sepultura que tenían la misma fecha de fallecimiento. Ambas muertes se habían producido por heridas de armas de fuego e incluso se encontraron los proyectiles utilizados.

El análisis efectuado sobre esos cuerpos fue cotejado con los datos de dos personas muertas en un supuesto enfrentamiento armado en diciembre de 1976, Antonio Juan Molina y NN, cuyos resultados obtenidos indicaron la coincidencia de los cuerpos hallados con los hechos ocurridos en diciembre de 1976.

En el año 2014, y luego de que se obtuvieran las respectivas fichas con muestras necrodactilares y de que se realizaran las comparaciones genéticas, se pudo saber que la persona que estaba junto a Antonio Molina era un conscripto oriundo de Salta llamado Néstor Oliva que en el año 1976 se encontraba haciendo el servicio militar en Mendoza: Néstor Oliva.

La identificación de Osvaldo Sabino Rosales, quien había desaparecido el 16 de enero de 1977, se realizó mediante cotejos de ADN y sus restos fueron entregados a sus familiares en el año 2011.

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