San Valentín

Se conocieron en la cuarentena, se pusieron de novios y festejan su aniversario en un supermercado

Magdalena y Agustín se vieron por primera vez en Coto cuando las restricciones de la pandemia eran aun muy estrictas. Hoy viven juntos y a él los amigos y familiares de ella lo llaman “Coto”.

Candelaria Reinoso lunes, 14 de febrero de 2022 · 07:03 hs
Se conocieron en la cuarentena, se pusieron de novios y festejan su aniversario en un supermercado

Magdalena tiene 29 años, es psicóloga y durante la cuarentena conoció a Agustín, su novio. La suya es una de las insólitas historias de parejas que se conocieron en plena pandemia covid cuando el aislamiento era estricto. Hoy festejan su “cotoaniversario” entre las mismas góndolas de lácteos del supermercado en el que se vieron por primera vez.

Magdalena cuenta que todo empezó por Tinder. “Matchearon” a principios de abril, cuando aún no habían anunciado la primera extensión de la cuarentena. Comenzaron a hablar por la aplicación y después de intercambiar sus número de celular siguieron hablando por WhatsApp. Se escribían seguido y contaban los días para verse. Pero el Gobierno amplió la cuarentena una y otra vez y esa fecha del calendario se postergaba cada vez más. “Nos dimos cuenta de que la situación se ponía cada vez más complicada. Al principio del confinamiento la gente sólo salía con la bolsa del supermercado o para pasear al perro y las calles estaban desiertas”, recuerda Magdalena.

Durante los primeros meses de confinamiento las calles de la Ciudad de Buenos Aires estaban vacías.

“Desde el principio me gustó, nos divertíamos mucho hablando y nos hicimos bastante compañía durante el encierro. Prácticamente nos escribíamos todos los días”, dice ella. Cuando empezaron a planear su primer encuentro, Agustín seguía un poco asustado por el tema de las regulaciones. “Tenía miedo porque no se sabía si te multaban si estabas fuera de tu casa o si subía alguien a tu departamento. Así que me invitó a un supermercado”, se ríe Magdalena.

Por suerte vivían cerca. “En medio del trayecto de un departamento al otro tenemos un Coto. Agustín me propuso ir y comprar el mismo vino para que después cada uno lo tomara en su casa. Acepté, aunque no sabía si lo reconocería porque en su perfil de Tinder había solo cuatro fotos que a veces son un poco mentirosas”, aclara Magdalena. Cuenta que él llego primero a la fila para entrar al supermercado y que no tenía barbijo: “Una bufanda le cubría la mitad de la cara, un desastre, me mandó una foto para que pudiera reconocerlo”, dice ella.

La primera vez que Magdalena y Agustín se vieron fue en el supermercado Coto sobre la calle Charcas.

“Yo estaba un poco nerviosa porque era un delirio lo que estábamos haciendo”, cuenta Magdalena. Hablaron un rato en la fila hasta que él entró primero, y cuando ella lo siguió detrás empezó a alterarse, ¿Y si la gente se daba cuenta que estaban juntos? Así que mientras él iba al fondo del supermercado a la sección de vinos, para disimular que tenía otros planes Magdalena se compró lo primero que encontró. “Así que cuando lo alcancé venía cargando con un tacho de basura gigante que no necesitaba”, se ríe al recordar la ridícula escena.

Dieron una vuelta entre las góndolas, compraron el vino y caminaron dos horas por el barrio mientras hablaban. Él esa noche le mandó una foto en su parilla y del vino que habían elegido. A los pocos días se tranquilizaron y Agustín la invitó a su casa. “Me preparó un asado, algo que no comía desde hacía un mes el confinamiento, estaba chocha”, cuenta Magdalena.

Una de sus primeras salidas era comprar café para llevar y caminar por horas mientras charlaban.

Sus salidas clandestinas continuaron por varios meses. A fines de mayo de 2020, apenas se habilitó el take away en los cafés, se encontraban en alguno y salían a caminar y a medida que disminuían las restricciones empezaron a hacer otros programas. “Una vez tomamos una cerveza en la vereda de un bar después de 5 meses de estar saliendo y finalmente en octubre nos pusimos de novios”, sonríe Magdalena.

En abril de 2021, un año después de su primer encuentro, instauraron el “cotoaniversario”. Fueron al supermercado, compraron varias cosas y festejaron con un asado en la casa de Agustín, con la intención de repetirlo todos los años. “Mi familia y mis amigos le dicen 'Coto' en lugar de Agustín”, recuerda Magdalena a carcajadas.

Magdalena y Agustín están de novios hace 1 año y medio y desde agosto viven juntos. En enero de este año firmaron la unión convivencial. “En los aniversarios de novios hacemos cosas normales como todo el mundo, pero el cotoaniversario llegó para quedarse”, asegura ella.

Archivado en