Arqueología

Por qué el "Niño del Aconcagua" no será expuesto al público

El director de Patrimonio de la Provincia descartó de plano esta posibilidad y destacó que en el marco de todo el proceso de restitución del cuerpo momificado y su ajuar, se priorizará la voz de las comunidades que hoy presentan a las culturas ancestrales que habitaban América del Sur.

Zulema Usach
Zulema Usach martes, 8 de noviembre de 2022 · 16:23 hs
Por qué el "Niño del Aconcagua" no será expuesto al público
El pequeño de ocho años fue hallado en 1985. Ahora, los descendientes de pueblos originarios piden su restitución.

En el marco de la fase de consulta que el Gobierno de Mendoza ha llevado adelante para avanzar en un plan destinado a restituir el cuerpo momificado del niño inca que fue hallado en el cerro Pirámide (contrafuerte del Aconcagua) hace 37 años por cinco andinistas, una decisión que da cuenta de la postura de las autoridades, se dio a conocer este martes: la pieza no será expuesta al público bajo ningún punto de vista. Fue el propio director de Patrimonio, Horacio Chiavazza, quien buscó despejar las dudas sobre el futuro del hallazgo arqueológico más importante de Mendoza y que hasta la actualidad es uno de los bienes patrimoniales más trascendentes a nivel nacional e internacional.

Durante una conferencia de prensa que tuvo lugar en el Ministerio de Cultura y Turismo, el funcionario junto a la ministra de Cultura de Mendoza, Nora Vicario, indicó que además de las reuniones que el área ha mantenido con las autoridades del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) se ha consultado la postura de representantes de la Universidad Nacional de Cuyo, pero "por sobre todo" a los/las referentes de las comunidades originarias.

Lo que se busca, en definitiva, es lograr establecer un marco de acción conjunta para sellar una especie de reparación histórica "devolviendo" el cuerpo del denominado "Niño del Aconcagua" a la cordillera o bien, al sitio que desde el punto de vista simbólico, religioso y cultural sea el más adecuado, sin desatender variables clave de conservación, mantenimiento y cuidado del cuerpo del pequeño de ocho años, que fue objeto de un sacrificio por parte del Imperio Inca.

Hoy, mientas su cuerpo se encuentra conservado en las instalaciones del Instituto de Ciencias Ambientales y Humanas (Incihusa) del Conicet, desde la dirección de Patrimonio esperan avanzar en nuevas reuniones con los descendientes de comunidades originarias. Hay que destacar tanto la pieza hallada en enero de 1985 como así también su ajuar dan cuenta de que el pequeño había sido sacrificado en el marco de un ritual realizado por el imperio Inca. Se estima, de acuerdo a los estudios científicos practicados con muestras del cuerpo del niño, que en realidad su linaje perteneció a una civilización que habitó los actuales territorio de Perú hace más de 14 mil años y que ya no existe.

El camino del Inca buscará ser puesto en valor.

Otra de las hipótesis a las que arribaron los expertos a raíz de las investigaciones practicadas a lo largo de más de tres décadas y media es que el fardo funerario fue creado en el marco del ritual por el cual el imperio Inca sacrificaba cuerpos de niños de pueblos sojuzgados como ofrenda a los dioses. Según Chiavazza, la petición de los descendientes de los pueblos originarios de Mendoza es que se respete su cosmovisión y por eso, se ha llevado adelante un proceso en el que se incluye un ritual "para pedir permiso a la Tierra".

"A partir de su sistema de creencias es que tenemos que responder, de manera de llegar a un acuerdo en el que se garantice el respeto por el patrimonio y al mismo tiempo, que haya una garantía de conservación", indicó el funcionario y aclaró que un aspecto que sí es seguro es que el cuerpo del niño momificado "no se será expuesto al público bajo ningún punto de vista".

El plan oficial

Chiavazza destacó que la idea de avanzar en un cambio más consensuado respecto del destino que se dará al cuerpo del niño momificado, se enmarca en un plan más integral que busca potenciar y poner en valor sitios de alto interés patrimonial ubicados en la zona de Alta Montaña. El funcionario aclaró que hay tres valores sobre los cuales es necesario incluir dentro de un diseño estratégico.

Explicó que por un lado, se avanzará en la puesta en valor del sitio arqueológico Los Ranchillos, ubicado a unos cinco kilómetros de Uspallata. La idea allí es que exista un centro de recepción de visitantes y servicios. "Por otro lado Puente de Inca, también un sitio que es Patrimonio de la Humanidad va a ser objeto de un gran trabajo de saneamiento ambiental y de mejora en las condiciones de vida quienes allí habitan", explicó el director de Patrimonio de la Provincia.  

 

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