La salud en terapia intensiva: paran médicos de todo el país y crece el malestar de pacientes por servicios de prepagas

El sábado va a ser un triste día del médico, por eso el viernes habrá otra jornada de paro médico en gran parte del país, exigiendo mejorar las calidades en las que trabajan y la histórica recomposición salarial tanto en el sector público como en el privado. Hay una tendencia que se confirma: las prepagas no mejoran los sueldos, los médicos ven cada vez más pacientes por menos dinero y les pagan a 60 o 90 días perdiendo el 20% en la inflación, el tratamiento entonces empeora, los médicos se van y los afiliados, que pagan cada 30 días los inalcanzables miles de pesos para tener cobertura, no tienen lo que necesitan cuando es urgente. 

Los médicos cobran un sueldo muy bajo para ganar por consulta a medida que ven más pacientes, es la metodología que tienen la mayoría de las prepagas, donde un especialista en medicina clínica con actividad de posgrado y cargo hospitalario puede cobrar mil pesos la consulta, el valor hora que tiene una comparación al ingresante en un banco sin estudios secundarios.

El básico de la Bancaria que conduce el kirchnerista Sergio Palazzo tendrá $202.000 este mes, muy superior al sueldo del médico recibido. Así entonces, la temperatura fue subiendo al compás del año con marchas y el resarcimiento histórico que lograron residentes en la Ciudad de Buenos Aires.

Los gremios siguieron discutiendo en diferentes seccionales hasta confirmar lo que se veía venir: resolvieron convocar a paro nacional de médicos de todos los subsectores para el día viernes 2 de diciembre, en el marco del Día del Médico. En Algunas provincias, como Mendoza, no se espera la misma repercusión porque no se replicó el llamado a la medida de fuerza. En este caso, se tomó como premisa básica la “urgente registración laboral de los trabajadores profesionales de la salud precarizados que se encuentran laborando con distintas figuras e inventivas contractuales”; y “Recomposición e incremento salarial”. A su vez, se extendió el paro que en principio iba a ser en CABA y Buenos Aires, a todo el país, pero garantizando las guardias mínimas y atención de urgencias.

El problema lo acarrea no sólo el Estado, sino también los privados que por ahora logran imponer el criterio de bajos sueldos y achicamiento de la planta médica. En Buenos Aires, el Sanatorio de la Trinidad en San Isidro fue denunciada por AMRA (Asociación de Médicos de la República Argentina) por precarización laboral y malas condiciones de trabajo, además de que se exige un Convenio Colectivo de Trabajo para las y los médicos de ambas sedes y recomposición salarial. Ante la falta de respuesta del empleador, actualmente los médicos y médicas de estos establecimientos se encuentran en Asamblea y movilización permanente.

Por su parte, en la Ciudad los carteles exhiben los mismos problemas en la clínica Swiss Medical y otras entidades privadas, también los reclamos van en contra del llamado "sistema Osde" en el cual los médicos terminan siendo rehenes de la cartilla sin poder negociar aumentos por temor a perder los pacientes, pero soportando que el bono que reciben se pague tarde y con valores muy por debajo de lo que corresponde en comparación con otros países de la región.