Pirotecnia: cuatro consejos para la cuidar la salud auditiva en estas fiestas de fin de año
Una especialista explica que el ruido de la pirotecnia puede dañar seriamente la audición.
El ruido de la pirotecnia puede dañar seriamente nuestra audición. Este potente sonido alcanza intensidades superiores a
las que se consiguen durante el despegue de un avión, lo que representa un riesgo para nuestra salud.
Se acercan las fiestas de fin de año, y con ellas las reuniones familiares y el uso de fuegos artificiales. Para muchas personas, esto es sinónimo de alegría, pero para otras, de sufrimiento y malestar. En estas fechas, existe la costumbre de asociar la diversión y celebración, con el uso de pirotecnia.
A diario estamos expuestos a sonidos en nuestro ambiente, como los que emite el televisor, la radio y el tráfico que pueden estar fuera del rango de lo “saludable”. Sin embargo, los ruidos muy altos emitidos por cohetes y fuegos artificiales -que oscilan en el rango de los 150 a 175 decibelios (dB), e incluso a partir de valores mayores a los 80 dB, pueden afectar la audición e incluso ser dañinos ya sea que duren poco o mucho tiempo.
"A pesar de que es sabido que su uso puede causar diversos problemas, forman parte de una antigua tradición para celebrar fechas especiales. Los sonidos contundentes e intensos dañan los oídos de los niños, especialmente de los recién nacidos y prematuros. Los perjuicios están latentes sin importar que las explosiones ocurran en el cielo o en el suelo y pueden ser irreversibles", explicó la licenciada en fonoaudiología del equipo GAES Amplifón, María Agustina Leiro.
La pérdida auditiva inducida por el ruido se puede prevenir
Esta afección puede ser inmediata o tomar mucho tiempo hasta que se detecte. Además, puede ser temporal o permanente y afectar uno o ambos oídos. Según la especialista, el ruido de la explosión es "arrebatado o impetuoso, de corta duración (centésima de segundos), sin embargo, el potente sonido puede alcanzar intensidades superiores a las que se consiguen durante el despegue de un avión (130 decibelios)". "Esto representa un riesgo ya que el sonido es captado por los nervios del oído interno (receptores sensoriales del sistema auditivo) pero éstos no alcanzan a activar los mecanismos de protección", añadió Leiro.
"Es decir que, el sonido intenso de la detonación sacude de forma violenta la zona, dañando las células responsables de la percepción del sonido", cerró.
Según las recomendaciones del Instituto de Oído, Nariz y Garganta de los Estados Unidos, es de suma importancia evitar exponer a los recién nacidos a la pirotecnia y reforzar su sistema inmunológico con una buena alimentación para protegerlos de cualquier posible pérdida auditiva.
Cuidado en jardines y patios
Aunque resulte sorprendente, el mayor peligro para la audición no son la exhibiciones profesionales de fuegos artificiales, sino la pirotecnia que se utiliza en los hogares, dada la proximidad del sonido. Estos riesgos se multiplican cuando las detonaciones tienen lugar en lugares cerrados (balcones, patios e incluso habitaciones) ya que al ruido directo del explosivo se agrega el eco producido en paredes y otras superficies ubicados en el ambiente.
Consejos para estas fechas
- Utilizar protectores auditivos que aíslan el ruido.
- El ruido mientras más lejos, mejor. No permitir que los niños jueguen cerca del uso de pirotecnia.
- Ante la presencia de lesiones, aunque parezcan leves, consultar de inmediato con un profesional para una revisión completa.
- Los fuegos artificiales deben ser manejados por personas mayores de edad y mantenerlos fuera del alcance de los niños.
Niveles promedio de algunos sonidos comunes (medidos en decibelios)
- Una conversación normal: 60-70 dB
- El cine: 74-104 dB
- Las motocicletas o motocicletas todoterreno: 80-110 dB
- La música a través de auriculares al volumen máximo, eventos deportivos y conciertos: 94-110 dB
- Las sirenas: 110-129 dB
- Los fuegos artificiales: 140-160 dB