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Los secretos del castillo gótico en medio de la sierras pampeanas

Entre las serranías que se levantan extrañamente en plena llanura pampeana, uno de los hombres más influyentes de su época construyó un castillo que transforma una escena de Buenos Aires en un paisaje propio de Alemania.
El castillo Tornquist es una obra arquitectónica fuera de tiempo y lugar que modifica todo el paisaje donde está emplazado
El castillo Tornquist es una obra arquitectónica fuera de tiempo y lugar que modifica todo el paisaje donde está emplazado

El mundo avanza raudamente desde tiempos inmemoriales. A tal punto que cada vez lo va haciendo más rápido y se tornó imposible pensar en un mundo estático. A pesar de esto, en tiempos de tanto cambio como fueron los inicios del Siglo XX en Argentina, un empresario optó por viajar en el tiempo y construyó su propio castillo en las serranías de Ventania.

Ernesto Tornquist era un descendiente de alemanes que nació en Buenos Aires y supo aprovechar las grandes oportunidades para construir su propio imperio empresarial. Como todo buen emperador, requería de un castillo para reinar y aprovechó la gran oferta de tierras que se gestó tras la Campaña del Desierto.

La sierras de Ventania son una formación montañosa que, junto con Tandilia, interrumpen la vasta llanura.

Contando con los contactos necesarios y a sabiendas del poco interés que tenían los propietarios de las tierras sureñas por ellas, envió a un emisario para analizar las parcelas a comprar. Con la aprobación del enviado, ejecutó la compra de las tierras donde se erige "Tornquist", una importante localidad de la zona sur de la provincia de Buenos Aires, cerca de Bahía Blanca.

A diez kilómetros de allí, estaba su gran estancia donde pudo jugar a ser emperador y mandó construir un castillo neogótico como si fuera a las orillas del Rhin, en Alemania, pero en el sur de la provincia de Buenos Aires. Con un paisaje predilecto, como si se tratara de una puesta en escena para una película de caballeros, el castillo fue construido y aún continúa allí.

Aunque es una construcción moderna, es tranquilamente comparable a una construcción post medieval europea.

A pesar de su brillo inicial, ciertas disputas fiscales y entre sus herederos le generaron años de abandono, dado que no corrió la misma suerte que otra estructura muy famosa que también era propiedad de Tornquist: "El Torreón del Monje", en Mar del Plata. Además, fue dueño del Hotel Plaza del barrio de Retiro en Buenos Aires.

¿Quién era Tornquist?

Además de ser el artífice de tan bella y disparatada idea, Ernesto Tornquist fue un empresario de gran influencia en la historia Argentina. Durante los tensos conflictos internacionales, que tuvieron lugar en aquellos tiempos, con Brasil y Chile por disputas fronterizas, el empresario usó sus contactos para fomentar la pacificación de esos problemas a pesar de ser el representante de Krupp en Argentina, una de las principales empresas dedicadas al armamento en el mundo.

También, durante su vida creo la Compañía Argentina de Pesca, dedicada a la caza de ballenas, que no pasó a la historia por su labor comercial sino más bien por la soberanía nacional. Con la creación de esta empresa, instaló en la Isla San Pedro (bautizada por los británicos como "Georgias") el primer asentamiento humano de aquella porción insular de tierra para la explotación de aquellas aguas.

Como casi todos los hombres influyentes de aquellos tiempos y con una estrecha amistad con los presidentes Julio Argentino Roca y Carlos Pellegrini, desembarcó en el mundo de la política. Entre 1906 y 1908, fallecido en el cargo, fue diputado nacional por el Partido Autonomista Nacional en representación de la Capital Federal.