Opinión

Marea roja: ciencia mata especulación

Tras los reportes de treinta muertes de ballenas en el sur del país, se alzaron voces que pretendían ligar este acontecimiento con la explotación petrolera u otras actividades productivas. Una investigación científica permitió determinar sin lugar a dudas que se trató de un fenómeno natural.

José Luis Jacobo
José Luis Jacobo lunes, 24 de octubre de 2022 · 16:30 hs
Marea roja: ciencia mata especulación
Foto: Noticias Argentinas

La muerte de treinta ballenas en el mar Argentino encendió las alarmas de las autoridades y exacerbó a diferentes grupos autodefinidos como "ambientalistas", que no dudaron en endilgar la causa de estas muertes a la actividad humana en el océano. Más precisamente a la exploración y extracción de hidrocarburos offshore.

Sin embargo, un trabajo científico coordinado por el director de Flora y Fauna Silvestre de la provincia de Chubut, Fernando Bersano, permitió demostrar, sin lugar a dudas ni especulaciones, que estos cetáceos murieron por causas naturales Más precisamente, a causa de una floración algal nociva, es decir, lo que se conoce popularmente como «marea roja», por ser de este color el pigmento que presentan algunas de las especies asociadas con este fenómeno.

Estos eventos, cuyas causales son extremadamente complejas, ya que intervienen en ellos un enorme número de factores, son perfectamente naturales: se trata de una proliferación inusitada de ciertas especies de algas que resultan tóxicas para algunas especies animales. En este caso, el trabajo coordinado por Fernando Bersano pudo identificar de forma fehaciente la presencia de toxinas en los tejidos de los animales investigados, aclarando de forma definitiva y sin lugar a dudas cuál fue la causa de muerte de los mismos.

Es la primera vez que se realiza en nuestro país una investigación semejante, permitiendo cortar de raíz con las especulaciones sobre estas muertes masivas de ballenas. Si bien la desaparición de treinta cetáceos en las costas de nuestro país en un período de tiempo tan breve puede resultar alarmante, es algo que sucede en todo el mundo, y en números aún mayores: en Chile, en 2015, se registró la muerte de trescientos animales por esta misma razón.

La investigación coordinada por Bersano, de la cual participó un importante grupo de profesionales y científicos, marca un antes y un después en la comprensión de estos fenómenos: si bien durante décadas se especuló de forma acertada al respecto de cuál era la razón detrás de estas muertes, por fin se pudo probar de manera científica.

Por impactantes que sean, las muertes de estas ballenas responde a un fenómeno perfectamente natural que nada tiene que ver con la actividad humana.

Otra vez, detrás de las quejas y consignas marketineras de los grupos que se definen como "activistas" no hay ninguna verdad: sólo la intención de provocar miedo en la población, y donaciones para sus «causas».

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