Reposeras, largas filas al sol y cansancio en los centros de testeos de covid-19
En cada uno de los centros de testeos habilitados en la provincia la escena se repite: miles de personas llegan hasta cada lugar para saber si es positivo o negativo de covid-19.
El aumento de casos de covid-19 en todo el país, casi 100 mil positivos en las últimas 24 horas, se deja ver en la cantidad de personas que llegan hasta los centros de testeos para hisoparse.
Para dar una rápida respuesta y abordaje a la situación sanitaria se han habilitado nuevos puntos para realizar los hisopados, se encuentran distribuidos por diversos puntos de la provincia. Pese a la gran cantidad de sitios que se han sumado por la gran cantidad de personas que se ven en cada uno de ellos parece que no se da a basto.
En el CIC de El Plumerillo, en el departamento de Las Heras la fila dio toda la vuelta a la manzana, son más de 400 metros de cola con personas que aguardan para ser testeados. Algunos, ya advertidos por algún familiar o amigo que visitó el centro de testeo los días anteriores, llevaron sillas y reposeras para que la espera no sea tan difícil.
En la Terminal de Ómnibus de Mendoza funciona otro de los puntos de testeo de covid-19. Allí la situación es muy similar al resto de los puntos, la fila daba toda la vuelta al edificio, el distanciamiento social parecía no tenerse en cuenta y el agobiante calor hacía que la ansiedad creciera entre las personas que querían hisoparse.
Algo a tener en cuenta antes de acercarse a los puntos de testeos de la provincia o de cada municipio, es que en muchos de ellos se atiende por turno; es decir que se otorgan cierta cantidad de números a quienes llegan con el fin de poder brindar atención a la mayor cantidad de personas posibles. Por ello, es probable que si el horario es hasta las 13 horas, por ejemplo, se entreguen turnos hasta las 12 del mediodía.
Por otro lado, se encuentra el personal de salud, que durante toda la pandemia no ha tenido descanso y que en estas últimas semanas se los ha visto trabajando sin cesar para poder testear y diagnosticar a cada una de las personas que se acercan hasta los centros de covid-19. La jornada de testeos finaliza, es hora de quitarse el EPP (equipo de protección personal), detrás del barbijo, los lentes y la máscara está el rostro enrojecido de Lucila, una joven que en una jornada ha testeado a más de 150 personas, bajo el traje su ropa personal sudada de tantas horas "aguantando" los más de 30° de un enero que arrancó caluroso y muy movido.
Si presenta síntomas compatibles con covid-19 deberá aislarse y acercarse a los centros de testeos más cercanos a su domicilio. Para conocer cuáles son ingresar a este link.