El dato alarmante sobre la enfermedad que afectará a los hombres

Los últimos años se ha observado un crecimiento en la cantidad de casos de cáncer de próstata en Argentina. El aumento de la expectativa de vida trajo aparejada la incidencia de esta patología cada vez más frecuente. Especialistas insisten en la importancia de los controles tempranos.

Las enfermedades prostáticas registraron un aumento los últimos años y de acuerdo a la edad puede incrementarse el impacto en la persona que la padece. Uno de los aspectos que genera preocupación en los especialistas es la falta de controles que realizan los hombres, quienes a diferencia de las mujeres, no tienen incorporados los controles anuales de rutina para prevenir o tratar dicha enfermedad.

"El 40% de los hombres mayores de 50 años padecerá enfermedades prostáticas en algún momento, y ese porcentaje se incrementa con el paso del tiempo, hasta llegar al 80-90% a los 80 años. Los controles, una dieta equilibrada y el diagnóstico temprano son las claves para su cuidado", afirmó Gonzalo Vitagliano, jefe de la Sección de Oncología del Servicio de Urología del Hospital Alemán.

Cada 15 de septiembre se conmemora, con el objetivo de concientizar sobre la importancia de la prevención, el Día Mundial de la Salud Prostática. El cáncer de próstata es el tumor visceral más frecuente en el hombre y fue la segunda causa de muerte en los hombres mayores de 50 años luego del cáncer de pulmón hasta el final del siglo XX. La incidencia del cáncer en hombres y en mujeres (mamas, ovarios, útero) está asociada al crecimiento y el envejecimiento de la población por la mayor expectativa de vida pero en los hombres el impacto es mayor debido a los escasos controles médicos que realizan. 

Estudios realizados a nivel mundial evidenciaron que la utilización de programas de diagnóstico temprano, aumentó la detección de tumores localizados factibles de curación y la disminución de la muerte a causa del cáncer de próstata. Actualmente, gracias al diagnóstico temprano, el CAP pasó a ser la tercera causa de muerte luego del cáncer de pulmón y del colorrectal.

Hiperplasia prostática benigna (HPB)

La próstata es una glándula del aparato reproductor masculino, que se encuentra entre la vejiga y el esfínter urinario, por delante del recto. Contiene células que producen parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides.

La hiperplasia prostática benigna (HPB) es una afección que está asociada al envejecimiento que comienza alrededor de los 40 años y que se caracteriza por cambios estructurales a nivel de la próstata. Si bien no se relaciona con el cáncer de próstata, son dos enfermedades que pueden coexistir.

La HPB altera la calidad de vida del individuo y puede generar un deterioro del músculo de la vejiga, alterar la función de los riñones y llevar a la insuficiencia renal.

“Los síntomas de HPB generalmente son levantarse a la noche a orinar, disminución del calibre del chorro miccional, dificultad para iniciar la micción, aumento de la frecuencia miccional, sensación apremiante de ir al baño ante el deseo miccional y sensación de vejiga ocupada luego de orinar”, dijo Vitagliano,

Tratamientos

“Los tratamientos disponibles se dividen en dos grandes grupos: médicos y quirúrgicos. Dentro de los tratamientos médicos hay recomendaciones en la dieta que pueden ayudar y diversos grupos de fármacos que mejoran los síntomas”, explicó Gonzalo Vitagliano.

El especialista destacó: “Dentro de los tratamientos quirúrgicos existen opciones de cirugía mínimamente invasiva sin incisiones con rápida recuperación y cirugías convencionales. La elección de una u otra alternativa depende de cada paciente en particular”.

Los expertos recomiendan controles urológico a medida de cada paciente ya que cada individuo requiere un enfoque específico, teniendo en cuenta su edad y la presencia o no de factores predisponentes. El examen digital rectal y el antígeno prostático específico (PSA) siguen siendo los pilares del diagnóstico temprano.

El desarrollo de nuevas tecnologías como la radioterapia de última generación y la cirugía de mínima invasión han permitido tratar esta malignidad en estadios tempranos con mínimas consecuencias para la calidad de vida del paciente. Otro aspecto importante es una dieta adecuada baja en grasa, que incluya muchas frutas y verduras.

Recomendaciones

• Controles anuales con un profesional
• Actividad física
• Disminuir el consumo de grasas
• Consumir muchas frutas y verduras (brócoli, el repollo, coliflor).
• Consumir alimentos ricos en fibras (cereales integrales), frutos secos, semillas, soja, avena y arroz integral.
• Evitar los picantes, el alcohol, la cafeína y aquellas sustancias que irriten el tracto urinario
• Disminuir el consumo de carnes rojas y grasas saturadas
• Beber mucha agua para mantener la vejiga limpia