Puntos de vista

Por qué no es eficiente el Operativo Frío

Muchas personas prefieren permanecer en situación de calle padeciendo el frío antes que ir a un refugio.

Nicolás Hornos miércoles, 18 de agosto de 2021 · 19:46 hs
Por qué no es eficiente el Operativo Frío
Marcelo T. de Alvear y Pueyrredon.

Son las 19:30 en la Ciudad de Buenos Aires. El sol se oculta mientras se da paso a una nueva noche fría de agosto. Por el barrio porteño de Recoleta, la gente aprovecha las flexibilizaciones de la cuarentena para tomar algo en la parte de afuera de un bar o restaurante, a pesar del frío que congela las manos.

Por otro lado, grupos de voluntarios recorren las calles de la ciudad repartiendo abrigos, comida, algo caliente y comparten una charla con gente que se encuentra en situación de calle.

“En medio de la pandemia del coronavirus, la finalidad es que ninguna persona permanezca en situación de calle y, al mismo tiempo, poder asegurar ropa de abrigo, alimentos calientes, elementos de higiene, a quien lo necesite”, comentan desde el Gobierno de la ciudad que durante los meses de invierno lleva a cabo el Operativo Frío. De este modo, ofrecen refugios y lugares de tránsito para que estas personas puedan estar protegidas del frío.

Personas en situación de calle en Plaza Houssay. 

La ciudad tiene a disposición la línea 108 a donde los ciudadanos pueden llamar si ven personas en situación de calle. El reclamo se deriva al programa Buenos Aires Presente (BAP) que se acerca a las personas en cuestión y ofrece los distintos recursos del Estado y “poder acompañar a la persona a salir de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra”.

Sin embargo, las personas en situación de calle muchas veces se niegan a quedarse en estos refugios y deciden pasar la noche a la intemperie por diversos motivos: han tenido malas experiencias en estos lugares como pelearse con otra persona en la misma situación o les han robado sus pertenencias; algunos no soportan seguir las reglas que le demandan ahí, en la calle son más libres. Este punto se ha intensificado el último tiempo debido a que si iban a un refugio debían hacer 15 días de cuarentena en un establecimiento para luego ser trasladados al refugio definitivo.

María Eugenia Plache, voluntaria de la Fundación Sí, comparte con MDZ cómo fue su experiencia las veces que llamó al 108 -teléfono del programa Buenos Aires Presente-. Detalla que en general tardaron mucho en pasar, “tal vez porque hay mucha demanda”, y a veces, según dice, ni siquiera pasan. “Nunca recibíamos ese mail en donde nos contaban si habían pasado o no”, comenta Eugenia indignada.

El consumo de alcohol es otro problema. “Si la persona consumió alcohol no la llevan. Tienen que llevarlas sin que hayan tenido ningún tipo de consumo, esto en personas en situación de calles a veces es muy difícil”, expresa María Eugenia.

Por otro lado, Eugenia también comenta que una vez después de varios llamados al 108, trasladaron a una persona con problemas de salud física y mental y tras varios meses en el Parador Roca, desde el Gobierno de la Ciudad y el BAP lograron tramitarle diversas ayudas: desde subsidios o el inicio de una pensión por discapacidad hasta citas médicas. “La realidad es que cuando la persona se fue del parador pudo alquilar una habitación, pudo comenzar a trabajar y pudo mantener la atención médica necesaria”, recuerda la voluntaria de Fundación Sí según el seguimiento recibido de la persona. “Si pudieran acudir a las demandas de una manera efectiva, quizás podrían ayudar a estas personas en varias de sus necesidades”, concluye Eugenia.

Así evalúa el Operativo Frío una persona en situación de calle

Una de las personas asistidas en ese recorrido de Fundación Sí es Diego Martin Esteche, un hombre de 48 años apasionado por la literatura y filosofía, que vive hace 15 años en la calle. Él duerme en Núñez pero va a Recoleta todos los días y se queda cerca del cementerio donde pasa el día con su amigo Willy.

Al ser cuestionado por el Operativo Frío, levanta las cejas y con un gesto en sus manos da a entender que no tiene palabras al respecto. Para dar su testimonio para la cámara, consciente de que no podía decir malas palabras optó por una expresión en alemán cuando no pudo contener su enojo. 

Cuando estuvo Vidal vos tenías una comida hirviendo, venía la Cruz Roja por si tenías algún problema físico…”, recuerda el vendedor de la revista Hecho en Buenos Aires. “No creo en la política, hay mucha hipocresía”, comenta Diego tras sentirse olvidado por el Estado.

Asimismo, Diego encontró desde joven un refugio en la lectura: “No debemos perder el asombro. El asombro es esencial para mejorarnos como humanos. No debemos dejar de asombrarnos del otro, de mirar, admirar y valorar a quienes nos rodean. El asombro es el principio de la filosofía. Si no te asombras de algo en esta vida, entonces, ¿para qué mierda vivís?”, reflexiona Diego.

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