Intoxicación por monóxido de carbono: todo lo que debes tener en cuenta en tu hogar

La llegada del invierno y las bajas temperaturas hacen que uno pase más tiempo de lo habitual dentro de los hogares, con puertas y ventanas cerradas para evitar el ingreso de aire frío y con los artefactos de calefacción encendidos. Esto lleva a que el riesgo de intoxicación por monóxido de carbono aumente.

En algunos casos los resultados pueden ser letales. Cada año en el país mueren aproximadamente 200 personas como consecuencia de estas intoxicaciones, y a nivel mundial es una de las principales causas de muerte por intoxicación, la mayoría prevenibles. 

“El monóxido de carbono es un gas tóxico, que no tiene olor, color, ni sabor, y no irrita las mucosas. Esto lo convierte en un ‘asesino invisible’ que acecha a las inadvertidas personas que se pueden ver expuestas a este veneno”, explica a MDZ el doctor Aldo Sergio Saracco, Presidente Asociación Toxicológica Argentina (ATA).

Este gas tóxico se origina por la combustión incompleta de materiales con carbono, como son: leña, carbón de leña, gas natural o de garrafa, querosén, alcohol, gasoil o nafta, en ambientes mal ventilados y pobres en oxígeno.

“La persona al respirar puede inadvertidamente inhalar el monóxido de carbono presente en un ambiente contaminado. Este rápidamente pasa a la sangre a través de los pulmones, allí, se unirá fuertemente a la hemoglobina de los glóbulos rojos, impidiendo que ésta pueda llevar normalmente oxígeno a cerebro, corazón y demás órganos, durante más 3 o 4 horas, aunque se hayan inhalando bajas concentraciones de este poderoso veneno”, detalla Saracco.

¿Cuáles son los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono?

“Los síntomas pueden variar de una persona a otra, pero las primeras manifestaciones de intoxicación siempre consisten en síntomas neurológicos, caracterizados por: dolor de cabeza intenso y persistente, que va acompañado de sensación de pesadez, al que se puede agregar disminución de la agilidad mental, somnolencia y movimientos torpes. Cuadro que suele ir acompañado por náuseas, vómitos y, en ocasiones, de dolor abdominal y diarreas”, explica Saracco y agrega que en las intoxicaciones severas pueden observarse convulsiones y coma profundo.

El toxicólogo aclara que a la intoxicación con monóxido de carbono se la conoce como una enfermedad simuladora, ya que los síntomas pueden confundirse con otras afecciones como, gastroenteritis alimentaria, cuadros gripales, o con distintas afecciones cardíacas o neurológicas.

¿Qué hacer frente a un caso de intoxicación?

1. Abrir puertas y ventanas para ventilar el ambiente

2. Cerrar la llave de paso del gas. Una vez cerrada no abrir hasta que no se controlen las condiciones de seguridad.

3. Llevar a la persona afectada a un espacio abierto y ventilado para que pueda respirar aire limpio y se oxigene.

4. Llamar al 911 para asistencia médica

5. Quedarse junto a la persona hasta que llegue el servicio de emergencias

¿Cómo se puede prevenir?

Lo primero que se debe tener en cuenta, según explica el toxicólogo, es mantener ambientes con buena ventilación al exterior, siempre que haya fuentes de combustión encendidas (estufas, calefones, cocinas, hornos, hogares, salamandras, braseros, parrillas, calderas, motores de combustión), dejando abierta una rendija en puertas y/o ventanas, tanto de día como de noche, aún con frío, que podrá solucionarlo con más abrigo.

• En muchos hogares existe la costumbre de calefaccionar los ambientes con las hornallas de cocina o el horno, esto es algo que se debe evitar, advierte el especialista. 
• El calefón instantáneo no debe estar en el baño o en espacios cerrados o mal ventilados. 
• Es preferible elegir artefactos que eliminan los gases de la combustión hacia el exterior, está prohibido el uso de cualquier artefacto que no sea de tiro balanceado en dormitorios o baños.
• Siempre encender las estufas a querosén o braseros, en ambientes bien ventilados y antes de acostarse retirar al exterior, donde deben ser apagadas.
• No dejar encendido el motor del auto dentro del garaje, ni encender grupos electrógenos o motosierra en sótanos o cuartos mal ventilados.
• No arrojar al fuego plásticos, goma o metales porque desprenden gases y vapor que contaminan el aire.
• Ventilar todas las habitaciones una vez al día.

¿Control en las instalaciones y artefactos?

Es muy importante que todos los años se realice un chequeo o control de cada uno de los artefactos que se encuentran en los hogares, el mismo debe ser llevado a cabo por un gasista matriculado. 

Estufas, estufas catalíticas, pantallas infrarrojas y salidas al exterior de calefones, termotanques y calefactores de tiro balanceado, deben ser revisados cuidadosamente.

Otro punto clave a tener en cuenta es la ventilación correcta. Por ello, es necesario “examinar que no estén obstruidos los conductos o rejillas de ventilación al exterior. Un simple espacio por donde circule y se renueve el aire es fundamental y puede salvar una vida”, sostiene el presidente de ATA.

Pasos para comprobar si los artefactos funcionan correctamente

La intoxicación por monóxido de carbono se puede evitar. Cada artefacto que debe ser revisado para corroborar que no existan signos que demuestran que puede estar funcionando mal y necesita urgente revisión por un gasista matriculado.

• Comprobar que la llama de estufas y hornallas sea siempre de color azul. Si la misma es naranja o amarilla, requiere atención.
• Revisar paredes y techos. El rastro de manchas negra en techos o pared, es un signo que indica que el conducto de gases (chimenea), no está bien conectado o está tapado. Asegurarse con un profesional que estén bien permeables, conectados y en buen estado, en particular calefones, calderas, estufas y cocinas.