La preocupante cifra de contagiados que murieron en terapia desde el inicio de la pandemia

De acuerdo a los datos abiertos que publica online el Ministerio de Salud de la Nación, del total de ingresados a unidades UTI por coronavirus en todo el país, el 65% perdió la vida. En los fundamentos del decreto de necesidad y urgencia 334/2021 publicado en el Boletín Oficial con la firma del primer mandatario puede leerse que “actualmente más del 50% de las personas que ingresan a UTI fallecen, y de los mayores de 60 años que requieren asistencia respiratoria mecánica, aproximadamente el 80% fallece”.

El porcentaje surge del procesamiento de los datos cargados en el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNSV) y el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA), hasta el lunes pasado, por los distintos efectores de cada jurisdicción. De allí se desprende que de los 27.238 pacientes que estuvieron internados en terapia por COVID-19, fallecieron 17.619.

De ese 65% de pacientes fallecidos, el 68% requirió asistencia respiratoria, lo que implicó que tuvieron un agravamiento de su cuadro durante la estadía en terapia. ”El paciente necesita respirador cuando ya no puede manejar ninguna variable de oxígeno”, explicó a Infobae el médico infectólogo Eduardo López, quien estuvo en la última reunión de expertos en el que el Ministerio de Salud brindó estos porcentajes de mortalidad.

Del total de fallecidos en Argentina debido al coronavirus, 74.063 al 24 de mayo, el 24% requirieron internación en camas UTI (17.619), y el 16% necesitó asistencia mecánica para respirar (11.999), según los datos publicados online por la cartera sanitaria en base al sistema SNVS-SISA.

Dentro de los fallecidos, el rango etario mayoritario de quienes fueron derivados a cuidados críticos fue el de 60-69 años, el 29%, seguido por el grupo de 70-79 con el 28%. Es decir, más de la mitad - el 57%- de los fallecidos que requirieron internación en terapia intensiva está en la franja de los 60-79 años.

El médico infectólogo Roberto Debbag, por su parte, explicó que “la mortalidad, una vez que los pacientes ingresan a terapia por COVID-19, depende del acceso a las UTI en las distintas provincias, de la infraestructura sanitaria, y de la saturación del sistema". En este sentido existen retrasos en la carga por parte de las distintas jurisdicciones, especialmente con relación a los fallecidos, por lo que no es posible contar con un panorama real de lo que ocurrió en las últimas dos semanas.