Repaso

Qué se sabe de la vacuna rusa contra el coronavirus que se producirá en territorio argentino

El acuerdo entre Argentina y Rusia se llevó a cabo en febrero de este año y podría convertirse en un momento histórico que marque un antes y un después en la situación de Latinoamérica frente a la pandemia.

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MDZ Sociedad jueves, 13 de mayo de 2021 · 06:48 hs
Qué se sabe de la vacuna rusa contra el coronavirus que se producirá en territorio argentino
La vacuna que se fabricará en Argentina Foto: Hakan Nural en Unsplash

Nuestro país, en alianza con el Instituto Gamaleya (Rusia) tiene el firme objetivo de poder reproducir la vacuna Sputnik-V a gran escala para vacunar a todos los argentinos. La firma encargada de realizar esta labor es Laboratorios Richmond.

Aún no se sabe oficialmente cuándo se podrá producir la vacuna de forma masiva en Argentina, aunque hay algunas especulaciones que afirman que podría suceder en junio de este año, lo que sería el resultado de una labor conjunta de intercambio de información entre nuestro país y el ruso.

El pasado abril, el laboratorio Richmond envió al Instituto Gamaleya un lote con más de 20.000 dosis de la vacuna Sputnik-V producidas en la Argentina, con el objetivo de someterlas a un testeo de calidad. Si esto fuera aprobado, el país podría comenzar a producir la vacuna en Buenos Aires para luego distribuirla a toda América Latina.

Fuente: www.richmondlab.com.

“La Argentina es el primer país de América Latina que comenzó el proceso de transferencia de la vacuna Sputnik-V, todo lo cual fue posible gracias a la colaboración del Russian Direct Inestment Fund (RDIF) y de sus socios estratégicos. De no mediar dificultades, a la mayor brevedad posible, comenzaría una etapa de producción de Sputnik-V en nuestro país” afirmó a Infobae Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, quien viajó a Rusia junto a su equipo para supervisar las pruebas.

Anteriormente, el ejecutivo comunicó a Infobae que la producción de la Sputnik-V en la Argentina se llevaría a cabo en dos etapas: “la primera que abarque y sirva para colaborar a paliar este mal momento de emergencia, de falta de acceso a las vacunas que tiene el país. Para esta etapa el principio activo llegará desde Moscú y se terminará la formulación, el filtrado y el envasado de los frascos, es decir, la parte final del proceso, aquí en Laboratorios Richmond”.

 “En función de la pandemia que se va agravando, quisimos acelerar los tiempos y logramos obtener una transferencia de tecnología de la parte final del proceso de la vacuna Sputnik V, junto al control de calidad. Pudimos adelantar esa etapa y llegar a Moscú para que los científicos rusos puedan evaluar todo el proceso que tuvo su vacuna en Argentina”, agregó Figueiras.

“En la instancia final, con la construcción de la planta nueva, se completa la cadena de valor con el fermentado. Y más para atrás con la transferencia de la cadena celular. A partir de allí se obtiene la independencia total del producto, pagando los derechos de producción”, finalizó Figueiras. La construcción de una nueva planta del laboratorio Richmond en Pilar, Buenos Aires –a través de un fideicomiso de aproximadamente 100 millones de dólares- sería el puntapié para finalizar la segunda etapa del procedimiento, proyectada para el año 2022. Se calcula la capacidad de fabricación de hasta 500 millones de dosis de la Sputnik-V por año.

Fuente: www.richmondlab.com.

“Nos complace anunciar que Argentina se ha convertido en el primer país de la región en lanzar la producción. Sputnik-V ha sido aprobada en más de 10 países de América Latina, la producción en Argentina va a facilitar las entregas a otros socios en la región” comentó satisfecho Kirill Dmitriev, director ejecutivo del RDIF.

La Sputnik-V está basada en una plataforma de vectores adenovirales humanos, valiéndose de dos vectores diferentes para cada una de las dos dosis, lo que garantizaría un mayor tiempo de inmunidad comparado con otras vacunas similares.

Según los informes científicos de Lancet, la efectividad de esta vacuna es una de las más altas, reuniendo un promedio de 91,6% de eficiencia o incluso más, llegando hasta un 97,6%, según un estudio que se realizó a casi 4 millones de habitantes en Rusia recientemente.

Su gran porcentaje de eficacia, sumado a su facilidad de almacenamiento –no requiere ser congelada-, a la ausencia de efectos secundarios registrados hasta el día de hoy y a su bajo costo –menos de 10 dólares por unidad- ha llamado la atención a varios países.

En la actualidad, la Sputnik-V está registrada en 60 países y la Argentina fue el primer país en Latinoamérica que la registró oficialmente a través de una autorización de uso por emergencia. La vacunación en el territorio argentino comenzó a fines de diciembre del 2020.

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