El motivo por el cual algunos alumnos mendocinos no tendrán clases presenciales este año
Debido a la decisión que responde a la normativa vigente, los estudiantes tendrán un cursado virtual mientras dure la pandemia. Hay malestar en grupos de padres que aseguran que sus hijos tendrán "dos años de clases virtuales".
La presencialidad en las escuelas es una de las banderas políticas de la gestión provincial. Funcionarios y legisladores que pertenecen al Frente Cambia Mendoza, al ser consultados, defienden con ahínco la decisión de mantener abiertos los establecimientos educativos de la provincia de Mendoza a pesar de la presión del gremio docente y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos para suspender la presencialidad debido a las condiciones sanitarias.
Frente a la situación de pandemia se dictaron diversas resoluciones en la Dirección General de Escuelas, cuyo objetivo era ordenar las distintas instancias y particularidades que podían surgir en los establecimientos educativos frente a un caso positivo, ya sea del personal docente, no docente, celadores o estudiantes.
Un punto importante a tener en cuenta son los docentes que pertenecen a grupos de riesgo, quienes están dispensados de prestar servicios en forma presencial en sus lugares de trabajo. Según la resolución 585/21 son aquellos trabajadores y trabajadoras mayores de 60 años, embarazadas y aquellos que poseen enfermedades de base definidos por la autoridad sanitaria nacional.
En esos casos, los docentes que se amparen en esa resolución dictarán clases de forma virtual durante el transcurso de la pandemia. Las preguntas que subyacen son: ¿qué sucede con los estudiantes de esos docentes?, ¿cómo se garantiza el derecho a la educación presencial?
Al ser consultados, funcionarios de la DGE aclararon que no se puede llamar un reemplazo para esos casos y los estudiantes deberán cursar todo el ciclo de manera virtual, no pudiendo acceder a la presencialidad. Son 52.000 los docentes de la provincia de Mendoza y 8.000 celadores, de ese total de 60.000 trabajadores, 7.000 se encuentran amparados por esta resolución.
Un caso testigo son los padres y madres de la escuela Juan Martínez de Rosas, quienes fueron notificados por la institución de que sus hijos/as cursarán todo el año de forma virtual debido al embarazo de la docente a cargo del curso.
Las familias se mostraron en desacuerdo con la medida tomada por la institución ya que consideran que no se está garantizando el derecho de los niños y niñas a tener clases presenciales. Si bien tomamos como base este caso puntual, dentro de los 50.000 docentes que tiene la provincia existen casos similares.
Fernando Anta, psicólogo y papá de una de las alumnas afectadas dijo: "En primer lugar es necesario dejar en claro que no es lo mismo en sus efectos la virtualidad intermitente que están viviendo la mayoría de los niños, que un estado de virtualidad crónica (se prevé de nuevo todo un año de virtualidad completa, serían dos años completos de virtualidad) para este caso particular".
Agregó además que "en el desarrollo humano, existen determinadas habilidades que se desarrollan prioritariamente a través del contacto con otras personas. Estas son las habilidades sociales y emocionales, en la interacción cara a cara con otros niños, nuestros hijos aprenden a desarrollar empatía, cooperación, autorregulación emocional, y se forman valores fundamentales para la vida como lo es el valor de la amistad".
Soledad, quien es mamá de un alumno aclaró: "Entiendo la posición de la docente y su incertidumbre frente a este momento que vivimos y considero que es una buena opción tanto para ella como para su bebé realizar sus actividades laborales desde su domicilio. No obstante, creo que la institución debería garantizar el derecho que tienen nuestros hijos/as de continuar con la presencialidad mientras eso sea posible".
Ante el reclamo de los padres, desde la escuela mencionada informaron que se garantizará un día presencial a cada burbuja por semana para que los estudiantes puedan acceder a materias especiales tales como música, educación física y artes visuales. Sin embargo, al ser consultadas las familias manifestaron que la medida no soluciona el reclamo para que se garantice el derecho a la educación presencial ya que los estudiantes asistirán solo dos días al mes de forma presencial a la escuela.
La licenciada en Trabajo Social, Eliana Martínez, agregó: "Desde el punto de vista social, la escuela es un agente socializador, tan importante como la familia, formadores de la personalidad, de futuros ciudadanos, y de la construcción de su identidad. La negación de un espacio educativo, como derecho, impide la evolución y desarrollo de los niños como un lugar pleno de socialización con pares y otros adultos, que no sean sus padres".
Presencialidad versus virtualidad
Mucho se habló estos últimos meses sobre los beneficios y perjuicios de cada uno de los sistemas. Si bien la virtualidad es una solución frente a un escenario de colapso de otros sistemas, la presencialidad no puede ser reemplazada.
Los niños y niñas presentan determinadas necesidades emocionales y sociales básicas, donde los familias y el grupo de pares cumplen un rol fundamental. Necesidades tales como, contacto afectivo (palabras, miradas, voz, microexpresiones faciales que no son posibles a través de la virtualidad), sentido de pertenencia a un grupo de pares (un grado, una institución educativa, los niños necesitan pistas concretas como un edificio, ver a sus compañeros en el mismo aula) estimulación suficiente y adecuada (la virtualidad no presenta una estimulación sensorial, intelectual ni suficiente ni adecuada).
Según el psicólogo Fernando Anta, "la pérdida de todos los factores motivacionales por los que un niño va a la escuela tales como el contacto con sus compañeros, los juegos del recreo, la ayuda y colaboración entre pares y la contención de una docente preparada, predisponen el terreno para el desarrollo de sintomatología ansiosa y depresiva".
Definiciones de los próximos días en torno a la presencialidad
A nivel general se esperan definiciones en torno al amparo que el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) presentó para suspender la presencialidad en las escuelas debido al riesgo potencial al que consideran estar expuestos los docentes.
La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en Mendoza también presentó una acción de amparo solicitando a la justicia de la provincia que ordene al Gobierno de Mendoza y a la Dirección General de Escuelas a suspender las clases presenciales por el lapso de dos semanas. Dicha acción tendría como objetivo bajar la curva de contagios y una desaceleración de la propagación de la pandemia.