Día de la Sagrada Familia: por qué se celebra hoy

La fiesta de la Sagrada Familia celebra a María, José y Jesús, no como individuos independientes sino como familia. La celebración habla de la vida en común y de los vínculos que construyen y sostienen. Si bien la familia de Nazaret fue modelo desde la antigüedad, no fue sino hasta el siglo XVII que el cristianismo occidental reconoció el culto a la Sagrada Familia. Y pasaron todavía muchos años hasta que en 1921 el papa Benedicto XV instituyó formalmente esta fiesta. 

Entonces, se celebraba luego de la epifanía (6 de enero) pero en 1969 la fiesta se trasladó al tiempo navideño y desde entonces se celebra el primer domingo después de Navidad. Esta fecha fue establecida para poner la mirada sobre María, José y Jesús quienes en el amor lograron superar diversos obstáculos y por ello se convirtieron en modelo de familia. 

Durante el Angelus en la plaza San Pedro, el papa Francisco se refirió a esta fiesta. Llamo a los fieles a contemplar a la familia de Nazaret y aprender casa día a ser familia a pesar de las dificultades que se puedan presentar. "Dios eligió a una familia humilde y sencilla para venir entre nosotros”.

Francisco reflexionó en torno a dos aspectos clave para las familias. En primer lugar, señaló que la familia representa "la historia de la que provenimos". Recordó que Jesús creció en el seno de una familia, "insertado en una red de afectos familiares, naciendo y crecendo en el abrazo y la preocupación de los suyos". Agregó además: "Esto es importante también para nosotros: venimos de una historia entretejida de lazos de amor y la persona que somos hoy nace no tanto de los bienes materiales que hemos disfrutado, sino del amor que hemos recibido”. 

Con los pies en la tierra, destacó “puede que no hayamos nacido en una familia excepcional y sin problemas” y añadió que, de todos modos esa "es nuestra historia" y cómo esas "son nuestras raíces, si las cortamos la vida se seca".

Instó a los fieles a dar gracias y rezar por las familias antes de pasar al segundo punto: ser familia. "Aprendemos a ser una familia cada día”, dijo y se refirió a que muchas veces “hay problemas inesperados, angustia, sufrimiento”. 

“Cada día, en la familia, hay que aprender a escucharnos y comprendernos, a caminar juntos, a afrontar los conflictos y las dificultades. Es el reto diario, y se gana con la actitud adecuada, con pequeñas atenciones, con gestos sencillos, cuidando los detalles de nuestras relaciones”, insistió Francisco. 

Y agregó: “Es peligroso cuando, en lugar de escucharnos, nos culpamos de nuestros errores; cuando, en lugar de preocuparnos por los demás, nos centramos en nuestras propias necesidades; cuando, en lugar de hablar, nos aislamos con nuestros teléfonos móviles; cuando nos acusamos unos a otros, repitiendo siempre las mismas frases, escenificando una obra de teatro ya vista en la que cada uno quiere tener razón y al final hay un frío silencio”.

Se atrevió a dar un consejo, marcando las consecuencias que puede tener encerrarse en uno mismo. “Hagan las paces. Nunca vayan a dormir sin haber hecho las paces, porque si no al día siguiente habrá una ‘guerra fría’. ¡Cuántas veces, por desgracia, nacen conflictos dentro de las paredes del hogar como resultado de silencios demasiado largos y egoísmos no curados! A veces incluso se llega a la violencia física y moral. Esto rompe la armonía y mata a la familia”. 

El papa Francisco aprovecho la fiesta de la Sagrada Familia para manifestar su preocupación por el "invierno demográfico" que viven muchos países del mundo, entre ellos Italia. "Una verdadera preocupación al menos aquí en Italia es el invierno demográfico. Parece que muchos han perdido la aspiración de seguir adelante con los hijos y muchas parejas prefieren quedarse sin, o con un solo hijo”, expresó. 

En la misma línea añadió: "Piénsenlo, es una tragedia. Hace unos minutos he visto en el programa ‘A tu imagen’ en que hablaban de este grave problema, el invierno demográfico. Hagamos todos lo que podamos para recuperar nuestra conciencia, para superar este invierno demográfico, que va contra nuestras familias, contra nuestra patria, incluso contra nuestro futuro”, remató.