Fenómeno

Eclipse de luna de noviembre: cómo afecta a las personas y a los animales

Noviembre será protagonista del eclipse lunar más largo del siglo, el último del 2021. Así es como suele influir un eclipse y la Luna tanto en los animales como en los seres humanos.

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MDZ Sociedad martes, 9 de noviembre de 2021 · 13:40 hs
Eclipse de luna de noviembre: cómo afecta a las personas y a los animales
El eclipse de luna más largo del siglo se verá el 19 de noviembre. Foto: Foto de GEORGE DESIPRIS en Pexels

Un eclipse lunar parcial tendrá lugar el próximo viernes 19 de noviembre y se registrará en varias partes del planeta. Durante el evento, la sombra de la Tierra cubrirá el 97,4% de la Luna. ¿Cómo influye esto en los animales y las diversas fases de la Luna en los humanos?

Un eclipse es la desaparición transitoria, total o parcial de un astro, debido a la interposición de otro astro o al paso del primero por la sombra proyectada por otro.

El eclipse lunar podrá observarse en América, Australia y algunas partes de Europa y Asia.

Las fases lunares influyen de manera decisiva en el comportamiento de los animales de diversas especies. Los períodos regulares indican a los animales cuándo deben buscar comida, dormir, migrar y reproducirse.

El período sinódico, delimitado por los 28 días que tarda la Luna en volver a estar llena, provoca alteraciones en el campo magnético terrestre, en la fuerza gravitatoria de la Tierra a la Luna y en los niveles de luz nocturnos. Numerosas especies pueden detectar estos cambios y los utilizan para sincronizar la reproducción. Por ejemplo, el desove masivo de los corales libera decenas de millones de huevos en los arrecifes coincidiendo con la luna llena y nueva.

Sin embargo, cuando la Luna o el Sol presentan comportamientos poco habituales o inesperados, como un eclipse, esto provoca reacciones extrañas en muchos animales.

De entre todos los acontecimientos cósmicos, quizá el que influya en mayor grado sobre la conducta de los animales sea el eclipse solar. Las especies activas durante el día se dirigen a sus moradas como si la noche hubiera llegado de manera precipitada, y los animales nocturnos creen que se han quedado dormidos.

Por ejemplo, algunas arañas deshacen sus telas, procedimiento que suelen llevar a cabo al final de cada día. Una vez que el eclipse toca a su fin, comienzan a reconstruirlas, posiblemente lamentando la falta de descanso. De manera similar, los peces y los pájaros activos durante las horas diurnas copan sus lugares de descanso cuando la noche cae, mientras que los murciélagos comienzan a volar despistados por la repentina oscuridad.

Pero el eclipse lunar, también tiene su impacto en el comportamiento de los animales. Existen diversos tipos de eclipses lunares, la llamada "luna de sangre" solo puede ocurrir cuando la Luna está llena, como sucederá el 19 de noviembre, por lo que resulta complicado separar el impacto que generan los eclipses lunares en los animales comparados con los que produce la luna llena en su estadio normal.

Un estudio realizado en 2010 descubrió que el marikiná de Azara (una especie de primate nocturna) dejó de buscar comida durante un eclipse lunar en Argentina, ya que su capacidad de visión se apagó repentinamente, según informó The Conversation. Es probable que les costase divisar los alimentos o que sus nervios no les permitieran desplazarse de forma segura entre los árboles.

¿Cómo afecta la luna a las personas?

A diferencia de los animales, hasta el momento no existen estudios científicos que demuestren la influencia que tiene la Luna a nivel físico en los seres humanos. Sin embargo, si existen evidencias de los efectos del satélite a nivel psicológico y que puede provocar ciertas alteraciones en los ritmos internos del cuerpo.

Analizando los datos de sueño de varios niños durante diferentes fases lunares, investigadores han corroborado que la duración del sueño nocturno durante la Luna llena en comparación con la Luna nueva se reducía de media en 5 minutos (un 1% de variación). 

Para Mark Filippi, doctor y autor del método somático, existe una conexión entre las fases de la Luna y cuatro neurotransmisores básicos. Según el científico, la frecuencia que emana la luna afecta a la frecuencia de la mente, impactando inevitablemente en el control de las emociones, sentimientos y deseos, y estas en el pensamiento y conducta de cada uno, según publicó The Conversation.

Además, el científico explica que el ser humano se puede sentir alterado por la Luna debido a la gran composición de agua del cuerpo humano. Es decir que la fuerza de atracción de la Luna permite ejercer un efecto sutil a este sistema acuático de distribución.

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