Honrar la vida

Día de Muertos: por qué se celebra y cómo es la tradición que honra a los ancestros

El Día de Muertos es una oportunidad para reencontrarse con los seres queridos que han fallecido, es una tradición para celebrar la vida de quienes ya murieron.

Giza Almirón lunes, 1 de noviembre de 2021 · 21:43 hs
Día de Muertos: por qué se celebra y cómo es la tradición que honra a los ancestros

“Recuérdame. No llores, por favor. Te llevo en mi corazón y cerca me tendrás”, dice el estribillo de la canción de Coco (película de Disney de 2017) y nos traslada al conocido Día de Muertos de México. Este canto rememora la vida de quienes han fallecido, mediante ofrendas que hacen sentir que aún acompañan a quienes están vivos.

El Día de Muertos, que honra a los ancestros, es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, además de un símbolo de identidad nacional para el pueblo mexicano. Este día tiene su origen en el pueblo azteca, donde rendían homenaje a sus muertos, colocando comida y luces para guiar sus almas al Mitclán (inframundo). Mictecacíhuatl reina este lugar y simboliza el principio y el fin de la vida. Junto a su rey Mictlantecuhtli, dios de la muerte, les dan la bienvenida a quienes mueren. Antes de llegar allí, los difuntos deben atravesar un largo viaje por el Camino de los Muertos y al terminar, se encuentran con los reyes del Mictlán, que les permiten disfrutar del descanso eterno. Esta reina es conocida en nuestros días gracias a la Catrina, figura creada por el artista mexicano José Guadalupe Posada.

Famoso mural donde Diego Rivera pinta a la Catrina.

Con la llegada de los españoles a la cultura azteca, un tinte cristiano transforma esta tradición, agregando símbolos (cruz e incienso). Más tarde, con enfermedades como el cólera, el rito se traslada de las casas a los cementerios que estaban afuera de las ciudades y la gente va, entonces, ahí a hacer sus ofrendas.

Si bien es una fiesta nacional, cada región tiene su modo de celebrar. “En la frontera norte celebramos de manera distinta, pero seguimos siendo México: las familias nos reunimos en los panteones a limpiar las tumbas de nuestros familiares fallecidos, llevamos comida y hay quienes llevan grupos musicales”, cuenta Alejandra Corona, oriunda de Ciudad Juárez, Chihuahua. Es un día en que la familia se reencuentra con sus seres queridos, por lo que en Tabasco (estado del sur de México), por ejemplo, aún en la actualidad pasan el día en el panteón, junto a la tumba de familiares o amigos fallecidos. Aunque en el norte no suele haber altares, desfiles o veladas en los cementerios, hay algo que une a todo el pueblo mexicano: “Los panteones se llenan de colores por las flores, olores por la comida y sobre todo carne asada. Pareciera que la muerte deja de ser una pena”, afirma Alejandra.

Esta tradición ancestral tiene como característica el altar, donde se pone la comida preferida de los seres queridos fallecidos (además del típico pan de muertos), como símbolo de la importancia de compartir la mesa. También, sus fotos y objetos que hayan utilizado en vida. Otros elementos que se  incluyen son: agua, para calmar la sed de los espíritus en su recorrido; sal, que representa la purificación; velas, para guiar a las almas con su luz a través de la oscuridad; copal e incienso, para evitar malos espíritus; papel picado, para llenar con alegría al difunto; y la flor de cempasúchil (esa que tiñe de color naranja este día), para guiar el camino de los muertos a su ofrenda; cruces o imágenes religiosas.

Altar con agua, pan de muertos, calaveritas, flor de cempasúchil, cruz.

No hay una fecha exacta para poner el altar, pero debe estar listo para el 1º de noviembre, pues es cuando los vivos se encuentran con sus seres queridos fallecidos. El Día de Muertos nos invita, paradójicamente, a celebrar la vida, a dar gracias por tanto bien recibido a través de aquellas personas con las que hemos compartido este camino.

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