Un argentino en África

"Sarna con gusto no pica": La realidad de las personas que conviven con la escabiosis

Estoy convencido de que la educación y la salud son los pilares básicos de una sociedad y una de mis tareas aquí es la atención sanitaria integral de diversos pacientes de todas las edades y de ambos sexos.

Nahuel Miranda Leguizamon viernes, 15 de octubre de 2021 · 21:33 hs
"Sarna con gusto no pica": La realidad de las personas que conviven con la escabiosis

Luego de una intensa visita misionera al área de Mlembe el equipo misional se encontró con un grupo de personas con un extraño sarpullido; entre ellos había varias embarazadas y madres con lactantes. 

Al ver esta situación se procedió a llevarlos al hospital católico de Kaseye, donde fueron diagnosticados con escabiosis, es decir sarna. Al no poseer las medicinas necesarias para combatirla les dieron algunos consejos prácticos para erradicarla. Al regresar al área de Mlembe los misioneros se encontraron con aumento de personas contagiadas con similares características, esta vez cerca de 40.

Al ser conscientes de que los hospitales no contaban con la ayuda necesaria para erradicarla y ayudar a estas personas, decidimos involucrarnos y poner en marcha una campaña de prevención y curación de la sarna además de impartirles una capacitación para operadores sanitarios. 

Compramos elementos y medicinas pertinentes para hacer combate a la escabiosis

Gracias a la ayuda de diversos donantes se pudo realizar la compra de la mayoría de los elementos y medicinas pertinentes para hacer combate a la escabiosis.  Armada la logística y con todo el equipo de bioseguridad nos dirigimos hacia Mlembe, a unos 40 minutos en auto. 

Luego de la atención sanitaria eran cerca de 300 personas afectadas por el ácaro, muchas de ellas cruzaron la frontera de Zambia para venir por ayuda profesional

Al llegar nos recibieron las autoridades escolares de un colegio primario estatal con el 80% del alumnado y el personal docente afectados, la policía regional y miembros sanitarios de otras campañas de salud de Organización Lusubilo, en un gran campo debajo de los árboles con una simple mesa de plástico y un gran banco de madera, para evitar todo tipo contagio. 

Luego de presentarme e introducir a los operadores sanitarios a la capacitación, pregunté por el número de infectados que había aumentado a 120. Quedé muy asombrado y preocupado ya que solo tenía 40 kits para tratar la sarna. Al finalizar la capacitación profesional nos fuimos varios metros hacia otro lugar para distribuir los kits, enseñar a usar los productos y atender uno por uno cada caso para ver quiénes tenían sarna y quiénes no, o diagnosticar si tenían otra patología. 

Luego de la atención sanitaria eran cerca de 300 personas afectadas por el ácaro, muchas de ellas cruzaron la frontera de Zambia para venir por ayuda profesional. Padres de familia en nombre de sus integrantes, madres con sus niños pequeños, adultos mayores y niños desfigurados por la sarna.

Luego de la atención sanitaria eran cerca de 300 personas afectadas por el ácaro, muchas de ellas cruzaron la frontera de Zambia para venir por ayuda profesional.

Lo cual fue una gran sorpresa, porque solo teníamos 40 casos registrados y material para ayudar esa cantidad de personas. A lo cual tuve que redistribuir los productos del kit sanitario para que más personas pudieran tener una solución. Después de realizado este procedimiento con la gente convulsionada para recibir su kit, solo pude ayudar a 120 personas. Le dimos privilegio a los casos más graves y a las familias numerosas. Recordemos que la cantidad de hijos mínima en Malawi es de 5. Imaginen lo que son las grandes familias, ¡hasta 12  hijos o más!

Para calmar a la gente fueron seleccionados dos casos de escabiosis uno parcial y otro general: un niño de unos 7 años y un adolescente de 16.  Con ellos como muestra, les enseñamos las medidas higiénicas básicas para prevenirla y la aplicación de los productos además de mostrarles la manera correcta de lavar la ropa e higienizar el hogar para erradicar el ácaro.

Llegó el momento de repartir los kits y la gente se lanzó hacia mí para que les entregara la ayuda sanitaria. Las personas todas mezcladas desesperadas porque ya se daban cuenta que no iban alcanzar para todos los que estaban allí presentes.

Para calmar a la gente fueron seleccionados dos casos de escabiosis uno parcial y otro general: un niño de unos 7 años y un adolescente de 16

Seis asistentes formaron una suerte de "paredón": una valla de contención para que pudiera trabajar y manipular los productos. Al perder el control y no responder con coherencia a las preguntas las personas decían cualquier respuesta como dato para recibir la ayuda, mintiendo el número de integrantes por familia entre otras cosas, lo cual complicó mucho ver quiénes realmente lo necesitaban más urgente y al no tener ayuda para todos era la única solución. 

Los pacientes a los cuales se les aplicó el tratamiento al terminar la revolucionada entrega manifestaron su pronta mejoría, el cese del prurito y la sequedad en las costras. Lo cual fue una gran alegría al ver los rápidos efectos del tratamiento. El tratamiento que les brindamos termina con el ácaro en 72 horas y enseguida comienza la recuperación de la piel. 

Sarna, en primera persona

Obviamente con una gran preocupación y buscando ayuda médica para ver otros posibles tratamientos para cubrir una mayor cantidad de personas, al llegar al centro misional comencé con una gran picazón en las extremidades inferiores, a lo cual pensé que estaba somatizando por ver tanta gente contagiada. Sin darle más importancia me bañé y continué con mi día. Al llegar la noche era aún más grande la picazón y era inevitable no rascarme al punto de sangrar . Dormí muy mal, y al otro día ya tenía en mi cuerpo  las primeras marcas de la escabiosis, estando así infectado. 

Con fuertes medidas higiénicas y la ayuda del tratamiento pude superarlo rápidamente y continuar ayudando a más hermanos que la padecen. Sumada la sarna a la lista de enfermedades que llevo registradas es nada, nada se compara con la malaria en mi primer mes como misionero, pero eso es para otra nota. 

Al terminar con el recuento de personas afectadas tuvimos alrededor de 450 personas con escabiosis además de tres escuelas de la misma región con esta afección. Al consultar fuentes médicas por este caso en la localidad de Mlembe nos contaban que la sarna estaba erradicada de Malawi a lo cual había que elevar un informe sanitario al ministerio encargado de salud de Malawi. Al reportarse este caso de sarna en uno de los hospitales rápidamente algunas fuerzas sanitarias nacionales se hicieron presentes, siendo anunciado en las radios locales nuestro accionar.

Duele mucho pensar cuántos están olvidados en este gran mundo y no tienen la más mínima ayuda. En palabras de Madre Teresa de Calcuta, los más pobres entre los pobres. 

Como parte de nuestra labor misionera, hemos preparado una campaña para recaudar fondos y comprar kits para la población. Te invitamos a ser parte de esta iniciativa y así lograr alcanzar la curación de más familias.

Si estás interesado en ayudar para la Campaña SCABIES OFF  puedes hacer donativos seguros aquí

Qué es la sarna y cómo se diagnostica

La sarna es una infestación cutánea parasitaria causada por ácaros. Por lo general, la sarna se contagia de persona a persona por contacto físico. Las personas con sarna sienten mucho prurito, es decir picazón intensa, aunque normalmente tienen pocos ácaros en el cuerpo.

La sarna se diagnostica explorando las áreas afectadas y, a veces, examinando muestras de piel con el microscopio. El tratamiento de la sarna incluye permetrina o lindano aplicados sobre la piel, e ivermectina por vía oral. Los parásitos son microorganismos que viven sobre otro organismo (el huésped) o en su interior y que dependen de dicho huésped para alimentarse y vivir. Los ácaros que causan la sarna son parásitos porque se alimentan de la sangre de una persona.

Qué produce la sarna y cómo se contagia

La sarna está producida por el ácaro Sarcoptes scabiei. Las infestaciones se producen en todo el mundo. La hembra del ácaro muerde y cava túneles bajo la capa superior de la piel y deposita sus huevos en surcos. Los ácaros jóvenes (larvas) eclosionan al cabo de pocos días. La infestación causa un prurito intenso, probablemente por una reacción alérgica a los ácaros.

La infección se transmite fácilmente de persona a persona por contacto físico, por lo que a menudo se contagia toda la familia. Los ácaros humanos viven en fómites, que son objetos físicos, como toallas, ropa de cama y prendas de vestir, desde donde pueden infestar a las personas. Sin embargo, una vez fuera del cuerpo humano, los ácaros no sobreviven mucho tiempo. Los ácaros de los animales pueden transmitirse a los seres humanos y causar prurito, pero no sobreviven mucho tiempo ni requieren tratamiento. Los ácaros que causan la sarna se eliminan con una colada normal (lavadora con agua caliente y a continuación secado en secadora caliente o plancha) o con una limpieza en seco. El principal factor de riesgo son las condiciones de hacinamiento (como en escuelas, albergues, cuarteles y algunos hogares). La sarna no se relaciona con una falta de higiene

La sarna no se relaciona con una falta de higiene. 

 

* Nahuel Miranda Leguizamón es enfermero clínico, docente y misionero en Malawi

Archivado en