Qué pasó con las 400 vacunas Sputnik que perdieron la cadena de frío

Luego del esfuerzo enorme que implicó traer desde Rusia las dosis de la vacuna Sputnik V, se conoció una noticia que evidencia hasta qué punto las medidas sanitarias están en el centro del debate político de la Argentina. En la madrugada del lunes se perdieron 400 dosis en Olavarría (Prov. de Buenos Aires) por falta de frío, y al trascender el dato no han cesado de multiplicarse explosivas acusaciones.

En el entorno del gobernador Axel Kicillof sospechan que puede haberse tratado de un sabotaje. Y en el municipio, liderado por el cambiemista Ezequiel Galli, no descartan esa hipótesis pero se desmarcaron de la logística, ya que el operativo está liderado por la Nación con una importante participación de la Provincia. 

Para Daniel Gollán, ministro de Salud bonaerense, no hay dudas. "Se registró un sabotaje en el Hospital provincial de Oncología Luciano Fortabat, de la ciudad de Olavarría, debido a la pérdida de la cadena de frío de 400 dosis de la vacuna Sputnik V, por hechos de suma gravedad”, sostuvo.

Entre los datos que llamaron la atención está el hecho de que se haya cortado la grabación de las cámaras de seguridad, en un centro de Salud que "nunca tuvo un problema de pérdida de cadena de frío", según enunciaron las autoridades locales. 

Para otros, el motivo de la pérdida fue la impericia de los responsables. Como sea, el lunes a la mañana las vacunas que debían estar entre -18 y -40 grados se encontraron a 26 grados.

Más versiones

La otra hipótesis es la de una falla eléctrica. José Stuppia, del Sindicato de Trabajadores Municipales, recalcó que no hubo sabotaje sino torpeza.

"Esto es de una improvisación jamás vista, sin estrategia sanitaria alguna. El lugar donde se decidió vacunar no estaba preparado. Tenemos 70 años de experiencia en vacunación en Olavarría, tenemos un centro que no debe tener igual en la provincia”, disparó en una entrevista con Infobae.

Las perillas estaban en un lugar incorrecto y las cámaras no andaban

En ese sentido, conjeturó que el alto consumo de los freezers habría originado una sobrecarga y el posterior corte. “Se debería haber hecho un estudio para ver si ese lugar era útil. Pero es todo por política, porque a La Cámpora se le ocurrió dejar la vacuna donde no correspondía. Qué sabotaje, son ellos los responsables”, acusó el dirigente. 

Una fiscalía de Azul intenta reconstruir los hechos a través de diversas pericias. Al revisar los congeladores, se descubrió, por otro lado, que las perillas estaban en un lugar incorrecto y que las vacunas -destinadas al personal sanitario- se habían perdido irremediablemente.