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Caso Aliaga: crónica y potentes fotos del día en que hallaron el cuerpo

El caso parecía estancado hasta que un "arrepentido" empezó a revelar los vericuetos del crimen. Con esas referencias, la Justicia Federal y Policía Científica encaminaron sus móviles hacia Lavalle. Ahí, en un camino de tierra, fuera de la ruta, buscaron pistas. Y pasó lo que se cuenta aquí.

Facundo García
Facundo García martes, 29 de septiembre de 2020 · 15:58 hs
Caso Aliaga: crónica y potentes fotos del día en que hallaron el cuerpo
Un día agitado El 10 de septiembre fue una jornada clave para la causa.
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Diego Aliaga (51) desapareció el 28 de julio. Varios días después, la Justicia Federal detuvo a los cuatro primeros imputados por el presunto secuestro: no declararon. Las semanas pasaban y las pistas se acumulaban, pero el destino del empresario seguía siendo un enigma. Hasta que las autoridades capturaron a un quinto detenido, que trocó algunos beneficios a cambio de datos sobre el paradero de la víctima. Y es exactamente ahí donde comienza esta historia.

El 10 de septiembre, a las 15.15, los agentes federales y de la Policía Científica de Mendoza se trasladaron hasta Costa de Araujo (Lavalle), siguiendo indicaciones que habrían salido de Yamil Rosales, el imputado "colaborador". No era un lugar de fácil acceso, pero el cielo estaba despejado y el invierno ya no se sentía. La expectativa se respiraba en el ambiente.

En la comitiva iban, entre otros, el Director de Investigaciones de la Provincia, José Vega; personal de la Fiscalía Federal 2 a cargo del Dr. Fernando Alcaraz y personal de Escuchas Telefónicas y Secuestros Extorsivos de la Policía. ¿Encontrarían ahí a Diego Aliaga? ¿Se confirmaría su muerte, tras tantos días de búsqueda?

Hacia el lugar

Los móviles avanzaron por Ruta Nacional 142 hasta llegar a una vía interna que se llama Terrosa. Por ahí se metieron, 2.95 kilómetros hacia el Oeste, para tomar por otra calle interna, por la que se adelantaron otros 450 metros. Cuando los efectivos se bajaron de los vehículos, se encontraron de cara al silencio. Era un campo abierto y sin cultivos, con suelo blando y vegetación baja.

La calle interna por la que ingresaron los investigadores.

Evidentemente los pesquisas sabían dónde buscar, porque trazaron un perímetro e iniciaron el rastrillaje. De una forma similar a los arqueólogos, registraron palmo por palmo para ver si aparecía algún detalle con valor para la causa. Cuando los efectivos encontraron tierra removida, el corazón probablemente les latió con fuerza.

El primer lugar con tierra removida.

Empezaron a excavar, aunque a los pocos centímetros hallaron gruesas raíces, prueba de que esa zona no había sido tocada en mucho tiempo. Cerca había cenizas, unos pedazos de tela y poco más. Siguieron caminando

Habían recorrido unos pasos -ya a casi 3 kilómetros de la ruta- y se toparon con otra área de tierra removida. Era un cúmulo que abarcaba dos metros por dos, aproximadamente. Esta vez no había raíces que obstruyeran la excavación. 

El pozo del hallazgo.

A medida que las y los detectives avanzaban, notaron que había trozos de suelo que tenían una forma redondeada. Como si alguien hubiera punteado el sitio utilizando una pala. Un desconocido había abierto esa oquedad en medio de la nada.

Huellas de que alguien usó una pala.

Final trágico

A 24 centímetros de profundidad se empezó a ver algo diferente. Era una tela color gris. Algunos de los presentes tocaron: estaba húmeda. El ritmo de la excavación se aceleró. Al llegar a medio metro, se delineó entre el granulado una figura humana envuelta en la mencionada manta y en una tela cubreasientos de las que se usan para los autos. 

A 24 centímetros de profundidad comenzó a verse una tela.

¿Era Aliaga? Los análisis de ADN pueden tardar días. En consecuencia, los especialistas pusieron especial cuidado en preservar las manos: a partir de las huellas digitales se podía verificar la identidad del fallecido. Cerca de las 9 de la noche terminó el procedimiento. Pero aquel largo día no terminó ahí.

La fosa, una vez retirado el cuerpo.

Por la noche, el fiscal Alcaraz y el Comisario Vega dieron una conferencia de prensa explicando qué se había encontrado. En tanto, el cuerpo de Aliaga fue llevado de Costa de Araujo hacia Mendoza, más precisamente hacia el laboratorio del Cuerpo Médico Forense, donde un equipo de profesionales trabajó hasta después de las doce

Aquella tarde sigue siendo, hasta hoy, uno de los giros fundamentales del caso. Los imputados Diego Barrera, su pareja Bibiana Sacolle y los hijos de la mujer, Gastón y Lucas Curi continúan detenidos. Todavía no se sabe cuál será su futuro en la causa, que está inmersa en cierta incertidumbre luego de que el juez Marcelo Garnica resolviera que el expediente debe tramitarse fuera de la competencia federal. Habrá que aguardar novedades.

Para conocer cuál fue el resultado de la necropsia a Aliaga, podés hacer click acá

  • Colaboración: Jorge Caloiro.
  • Para aportes o comentarios, puede escribir a fgarcia@mdzol.com
Así está actualmente el sitio en el que encontraron a Aliaga.

 

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