El coronavirus le produjo coágulos en el pene y tuvo una erección de cuatro horas

Un hombre de 62 años, cuya identidad no fue revelada, sufrió la particular y dolorosa afección mientras recibía atención en un hospital de Francia por un ataque grave de coronavirus. Su erección fue causada por sangre atrapada en el pene, que se encontró llena de coágulos cuando finalmente fue drenada por los médicos.

La coagulación de la sangre o trombosis es una complicación peligrosa en hasta un tercio de los pacientes infectados con coronavirus. Cuando los coágulos bloquean arterias o venas, ésto puede desencadenar en ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares fatales. También pueden conducir al priapismo.

Pero se cree que esta es la primera vez que el priapismo (erección prolongada del pene, usualmente sin estimulación sexual) se ve como un efecto secundario del coronavirus, que ha matado a 500,000 personas en todo el mundo. El paciente abandonó los cuidados intensivos después de pasar dos semanas en un respirador, lo que sugiere que ahora se ha recuperado de Covid-19.

Los médicos del Centro Hospitalario de Versalles en Le Chesnay, un área cerca de París, escribieron sobre el hombre en The American Journal of Emergency Medicine.

El paciente acudió a su médico con fiebre, tos seca, dificultad para respirar y diarrea, y dos días después fue trasladado de urgencia al hospital donde una prueba confirmó el coronavirus. Al llegar fue ventilado mecánicamente porque mostraba signos de insuficiencia respiratoria, llamado SDRA.

Un examen físico encontró "priapismo no identificado previamente", lo que sugiere que había estado allí durante algún tiempo. Los dos cuerpos cavernosos, las cámaras de tejido dentro del pene, eran rígidos. Pero la punta estaba flácida. El hombre sufrió priapismo de bajo flujo, cuando la sangre queda atrapada en las cámaras de erección, a diferencia del priapismo de alto flujo, causado por una lesión.

A menudo puede ocurrir sin una causa conocida en hombres que de otra manera están sanos. También afecta a hombres con enfermedad de células falciformes, leucemia (cáncer de la sangre) o malaria. El hombre estaba sedado y, por lo tanto, no pudo responder preguntas sobre cuánto dolor estaba sufriendo, pero se sabe que la afección es insoportable.