Barbijos, distancia y formularios: así abrieron los cafés en Mendoza

Con barbijos, alcohol, mesas clausuradas y pocos clientes. Así abrieron los cafecitos y bares de Mendoza tras dos meses de cierre obligado por la cuarentena. 

Desde "Uno nunca sabe", el programa de la primera mañana de MDZ Radio, decidimos hacer un móvil en directo desde un café mendocino para comprobar el movimiento, analizar las diferentes medidas de seguridad y los protocolos dispuestos, y hablar con empleados y dueños para conocer sus impresiones.

Estuvimos en un café vecino a MDZ Radio, "7:30", y Analía, su dueña, nos contó cómo ha sido la apertura y si la gente se volcó a la calle. Escuchá la nota completa haciendo click aquí.

Desde hoy en la provincia están habilitados los locales gastronómicos, con un protocolo estricto. Uno de los cambios más bruscos es que al ingreso hay que firmar una declaración jurada de salud. MDZ pudo corroborar cómo se implementa el protocolo. Los locales tienen a disposición de los clientes ese formulario y deben firmarlo antes de ingresar. En la mayoría, lo llenan los propios mozos y los clientes lo firman. 

"Hasta las 9 de la mañana, hemos atendido a cuatro mesas. Estamos contentas y con muchas expectativas", cuenta la dueña del local; mientras llenan de carteles las paredes con diferentes recomendaciones a cumplir y hacen las preguntas pertinentes de la declaración jurada. "Deben completarla todos: quien hizo reserva y acompañantes. Se les pregunta hasta por la Obra Social", explica.  

Los locales deben reducir la capacidad al 50% y garantizar un distanciamiento mínimo de dos metros entre mesas. Algunos locales optaron por clausurar mesas directamente y que se permita que los clientes se sienten de manera alternada. 

Los barbijos también son ya parte del vestuario de los mozos y clientes. Al ingresar a los locales, hay alcohol en gel y además se incorpora un recipiente de ese producto en cada mesa. 

Para los bares y cafés no hace falta reservar. Sí deben respetar el protocolo y las normas generales. Algunos cafés toman la decisión de imprimir ellos varios ejemplares de la declaración jurada necesaria para ingresar, y se la preguntan ítem por ítem a cada cliente.