Ruta 7 en Alta Montaña: los desafíos de Las Heras y Luján para garantizar la seguridad

La inseguridad de la Ruta Nacional 7 en la zona cordillerana estuvo nuevamente en el foco mediático por los anuncios de Luján de Cuyo y Las Heras para avanzar (por separado) con la radarización en sus respectivas jurisdicciones para reforzar los controles de velocidad y multar a los infractores.

La Ruta 7 se extiende por 180 kilómetros en precordillera y Alta Montaña, de los cuales 84 kilómetros pertenecen a Luján de Cuyo y los 96 kilómetros restantes discurren por Las Heras. Al primer municipio le corresponde el tramo ubicado entre la intersección con la Ruta 40 y el ingreso al valle de Uspallata, mientras que al segundo le incumbe el tramo restante desde Uspallata hasta la boca del túnel Cristo Redentor.

Exceso de velocidad, cruce de doble línea amarilla y sobrepaso de vehículos en sitios no permitidos, son las infracciones más cometidas por los conductores y que en ocasiones provocan accidentes incluso fatales.

Al tratarse de una ruta con alto tráfico vehicular dada su importancia estratégica por la comunicación terrestre con Chile, pero con una infraestructura muy limitada, la 7 presenta grandes riesgos en todo su recorrido. Las curvas son consideradas como los principales puntos peligrosos, destacándose entre ellas la de Guido (Luján) y Soberanía Nacional (Las Heras); también en otros sectores con alta densidad vehicular como la Aduana de Uspallata, las localidades de Polvaredas y Punta de Vacas y el puente sobre el arroyo Picheuta.

A raíz de su extensión, intrincada geografía y caudal vehicular, el corredor bioceánico no es sencillo de custodiar. Gendarmería Nacional tiene presencia en determinados puntos abocados a la revisión de rodados para detectar cualquier anomalía, mientras que la Policía provincial se encarga de realizar operativos de patrullaje y prevención que incluyen aspectos relacionados con el tránsito.

Con la sanción en 2017 de la Ley Provincial 9024, los municipios fueron dotados de mayores responsabilidades en el control del tránsito, y ese compromiso está siendo asumido por Luján y Las Heras en el corredor bioceánico. El primer anuncio fue del intendente lujanino Sebastián Bragagnolo, al informar el martes pasado que su gestión está en tratativas para avanzar en la radarización de la Ruta 7, incluyendo la implementación de las fotomultas, aunque todo ello dependerá del resultado de las gestiones ante la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), encargada de homologar los radares y definir cuál es el sistema más adecuado (fijo o móvil) para tales fines.

“Esta semana hemos relevado varios sectores correspondientes a Luján y con esa información nos juntaremos próximamente con diferentes actores para ir definiendo los posibles sistemas que se adapten de mejor manera a esa parte de la ruta que vamos a fiscalizar”, explicó Bragagnolo en conversación con MDZ. 

Asimismo, señaló que los puntos donde estarán los radares surgirán de tres variables: los antecedentes de accidentes ocurridos en los últimos cinco años, los sitios relevados por el municipio y las posibilidades de conectividad. Así, espera que sean aprobados antes de fin de año para que comiencen a funcionar con el inicio de las próximas vacaciones de verano.

Horas después del anuncio de Bragagnolo en las redes sociales y los medios de comunicación, Las Heras no quiso quedarse atrás y mediante un comunicado anunció que se hará cargo de la tramitación de las multas a través del Juzgado Vial en Uspallata, gracias a un acuerdo rubricado con Gendarmería Nacional, y que también proyecta instalar radares sobre la ruta. 

Sergio Cornejo, director de Guardia Urbana y Defensa Civil de Las Heras, explicó a MDZ que la propuesta de radarización se enmarca en “un programa de educación y seguridad vial que venimos trabajando con el intendente Daniel Orozco desde hace dos años, que proyecta la colocación de radares en las rutas provinciales y nacionales que pasan por el departamento”. En ese sentido, recordó que el año pasado comenzó a funcionar el sistema de fotomultas en el Acceso Norte, donde se instalaron diez cámaras en los semáforos ubicados entre calle Los Pescadores y el ingreso al aeropuerto El Plumerillo, para incluir posteriormente radares que controlarán la velocidad de los vehículos.

“Estamos con los relevamientos de los puntos estratégicos de la Ruta 7 y luego tenemos que hacer los trámites administrativos pertinentes solicitando los convenios con Nación. Lo mismo tenemos previsto con la Ruta 40 y en calles importantes donde tenemos grandes distancias entre semáforos y con tránsito en altas velocidades”, sintetizó.

Cada municipio se encuentra trabajando por su cuenta, y en principio no estaban al tanto de los planes del otro, siendo que la relación institucional viene de concluir un tortuoso enfrentamiento judicial por los terrenos pedemontanos y que tuvo resolución favorable para el segundo. Sin embargo, tras los últimos anuncios hay voluntad para acercar posiciones e intentar cierta coordinación en sus acciones. Bragagnolo y Orozco, ambos pertenecientes al espacio político Cambia Mendoza, dialogaron telefónicamente sobre este tema y acordaron reunirse en los próximos días para intercambiar experiencias.