Caso Aliaga: seguirá en la Justicia Federal y con el mismo juez

Quien asuma la tarea de relatar a grandes rasgos de qué se trata la causa Aliaga deberá contar, al menos, dos historias. Una es la del salvaje crimen que terminó con la vida de aquel hombre, que fue secuestrado, asesinado y luego enterrado en un campo de Lavalle. La otra es la de las tensiones que hay alrededor del expediente. Hoy, esta segunda pugna tuvo un capítulo destacado, ya que la Cámara de Apelaciones dictaminó que la causa seguirá en el ámbito de la Justicia Federal. 

Así las cosas, lo más probable es que el crimen se siga analizando como un secuestro extorsivo seguido de muerte. Llegar a este punto, no obstante, no fue sencillo.

La polémica comenzó cuando el juez Marcelo Garnica declaró la incompetencia de los Tribunales Federales en este caso, al considerar que no se verificaban los requisitos previstos por la Ley para que la instrucción continuara dentro de su ámbito. Vale decir: que estuviese acreditada la existencia de una organización dedicada a los secuestros, que los delincuentes actuaran en varias jurisdicciones y/o que se sospechara la participación de miembros de las Fuerzas de Seguridad. 

El magistrado opinó que esto no se había comprobado, pero la decisión fue discutida por el fiscal de la causa, Fernando Alcaraz, y por el abogado de la querella, Jaime Alba, que apelaron aquella decisión pasándole la pelota a la Cámara de Apelaciones.  

Lo que viene

Ahora que se aclaró el asunto de las competencias, resta continuar con la instrucción, que ya supera largamente las 1500 fojas. Los roles se mantienen: Garnica seguirá siendo el juez de la causa y Alcaraz el fiscal. 

El 5 de octubre, uno de los detenidos dijo que había matado a Aliaga "durante una discusión"

El pasado 5 de octubre, uno de los detenidos, Diego Barrera, confesó haber sido él quien mató al ex despachante de aduanas. Habló de una pelea que se le fue de las manos e intentó deslindar del crimen a su pareja, Bibiana Sacolle y a los dos hijos de la mujer, Gastón y Lucas Curi.

Un quinto imputado, Yamil Rosales, firmó un acuerdo de colaboración. Y tiró la data que permitió desenterrar el cuerpo de Aliaga el 10 de septiembre en un campo de Costa de Araujo (Lavalle). 

Habrá que averiguar si hubo más implicados -en una parte de la pesquisa se afirma que el delito debe haber convocado a un grupo de al menos 5 personas- y conocer hasta dónde llega la madeja de contactos y órdenes que condujo al trágico final de la víctima. 

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