Apasionado por la educación
La vida de Sarmiento, de una u otra manera, siempre estuvo ligada a la política. Fue legislador, fue Ministro de Educación y fue presidente de
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Domingo Faustino Sarmiento, nació el 14 de febrero de 1811 en la provincia de San Juan. Desde los quince años comenzó a ejercer la docencia en su ciudad natal. Sus primeros alumnos, siete en total, eran incluso mayores que él. Posteriormente desarrolló su larga carrera política, en donde cosechó tanta admiración como rechazo, de quienes lo conocieron.
En 1831, vivió su primera experiencia de exilio en Chile, que aprovechó publicando obras literarias. Cultivó sus conocimientos en Estados Unidos y Europa, donde conoció a pedagogos y escritores. En 1845 publicó su primera gran obra: Civilización y barbarie: vida de Juan Facundo Quiroga, y aspecto físico, costumbres y hábitos de
Fue un apasionado por la educación, pero esa pasión estuvo mezclada con vehemencia y mucha agresividad, a juicio de los historiadores modernos. “A Sarmiento no se le puede quitar el mérito de la preocupación constante por la educación - dice José Antonioni, profesor de Historia en
La historia oficial nos presenta a un Sarmiento avocado y preocupado por la educación de los jóvenes en Argentina. Cada año para el 11 de septiembre, fecha de aniversario de su muerte, en todas las escuelas del país, celebramos el Día del Maestro.
Sin embargo, y así lo demuestra la historia, no fue el primer educador, ni tampoco fundó la primer escuela. Manuel Belgrano y José de San Martín, antes que él, hicieron mucho más por la educación que el propio venerado Sarmiento.
En el caso de Belgrano, cuando fue funcionario nacional, llevó adelante la creación de escuelas y propulsó la educación como base necesaria para el desarrollo social argentino.
Luego sería el turno de San Martín, quien en Mendoza, entre sus tareas armando en soledad al ejército de los Andes, organizando el gobierno y mejorando los servicios en la provincia, también fundó escuelas. Tareas que repitió en Chile y Perú.
Además, promovió el desarrollo de bibliotecas, porque siempre sostuvo que “son tan importantes los libros como las armas”.
A diferencia de Sarmiento, tanto el creador de la bandera (Belgrano), como el Libertador Universal (San Martín), donaron una gran cantidad de libros y dinero para la educación de los argentinos. Y una vez más, a diferencia de Sarmiento, fueron defensores de las tradiciones (el gaucho) y raíces argentinas.
“Sarmiento no tiene en su vida gestos de grandeza-dice Antonioni- no donó libros, ni dinero. La historia oficial que estudiamos falta a la verdad, y tal como la vemos, sólo sirve para hacer poner de rodillas al pueblo”.
La personalidad de Sarmiento fue siempre conflictiva. En vida no fue venerado ni como ministro de Educación ni como Presidente. Su personalidad era agresiva y arrolladora, afirma el historiador, enfrentaba a sus rivales con vehemencia y eso le ocasionaba un fuerte rechazo en su entorno.
“Sarmiento debería pedir perdón, porque hoy se lo honra por algo que no hizo, crear la escuela- dice el profesor Antonioni- también rechazó al gaucho, basta leer las obras completas de Sarmiento para entender su ideología tumultuosa. Tal es su agresión hacia el habitante argentino, que en su obra Facundo, habla de la necesidad de eliminar al gaucho o al hispano.
Sin embargo en el calendario oficial, debemos respetar la conmemoración sobre el día del maestro, pero “yo no lo pondría como el Gran Educador,- afirma el historiador- sino como un hombre apasionado y vehemente por la educación. Fue un buen enemigo de sus enemigos, un docente muy particular, que puso al servicio de sus intereses toda su capacidad y empuje, pero en la dirección equivocada”.
Sarmiento y la educación del inglés
Juan Bautista Alberdi ya en su época, sugería la necesidad del aprendizaje del inglés como una materia obligatoria. En 1860, Sarmiento hace el primer contacto con educadoras norteamericanas, principalmente él, era un gran admirador de la imagen anglosajona.
Así es como toma contacto con María y Elizabeth Peabody, quienes le transmiten la idea de la creación de un kindergarten o jardín de infantes. En 1869 se crea el primer Jardín de Infantes en Capital Federal.
La admiración de Sarmiento hacia lo extranjero fue realmente grande, y así lo reflejan sus obras. Él llegó a escribir en sus libros sobre que la grandeza de la futura patria, sólo radicaría en reemplazar a los hispanos por anglosajones.
Más de sesenta docentes del país del norte llegaron a
La habilidad de Sarmiento llegó al punto tal, de buscar que estas nuevas educadoras fueran jóvenes, atractivas y en muy buen estado físico “para dar ejemplo a las criollas, tan acostumbradas a estar inmóviles”, solía decir.
Sarmiento Presidente
Estando en Estados Unidos, entre 1864 y 1868, fue designado Presidente de
Como presidente impulsó aquello por lo que había luchado toda su vida: la educación y la cultura de su pueblo, actuando sobre todo en el fenómeno de la enseñanza general y la extensión de ideas liberales. Era un defensor de los principios democráticos, pero también tuvo que enfrentare a problemas internos que podrían haber tenido graves consecuencias en el futuro del país, como
Sarmiento fue y es un personaje polémico, que arrastra admiración y rechazos viscerales. Polémico, agresivo, contradictorio, tumultuoso y por sobre todas las cosas vehemente, a pesar de estos calificativos, es imposible no advertir su paso por la historia.

