Si Javier Milei no invita de nuevo a comer milanesas a Mauricio Macri, no hay cambio creíble
Javier Milei ganó porque el voto de Juntos por el Cambio y el cordobesismo fue en su ayuda. Sin embargo, la estrategia de Santiago Caputo fue radicalizar el mensaje y eliminar cualquier contacto con los aliados solidarios.

La crisis política y de gobernabilidad que empezó a tener la gestión de Javier Milei no se resolverá con cambios cosméticos o armando mesas con los mismos integrantes en sus sillas sino con una clara señal de recomposición del electorado que lo llevó a la Presidencia hace veinte meses, cuando Mauricio Macri decidió apoyar al entonces candidato en la segunda vuelta.
Deberán volver las milanesas de Olivos, así de simple y de sencillo. Milei tendría que evaluar la inclusión de técnicos y funcionarios con experiencia para iniciar una gestión presidencial ya que, tras dos años en el poder, lo único que hizo fue un severísimo ajuste sin bisturí y con motosierra que lo llevó a una primera derrota estrepitosa en una simple elección provincial por concejales y legisladores de una Cámara que nadie sabe qué hace salvo cuando aparece algún escándalo.
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El panorama de La Libertad Avanza de cara a octubre
Cuando se empieza a cantar en todos lados "Alta coimera" o se supone que el presidente de la Nación utiliza elementos para recién nacidos o ancianos en su cotidiano accionar, es porque “la gente ya te picó el boleto”, le dijo ayer a MDZ uno de los consultores más importantes del país que sugieren, sin embargo, que La Libertad Avanza puede ganar la elección de octubre aunque sin el mismo margen que se suponía en junio o julio pasado.
Días atrás, este cronista, iniciando el armado del fuego de los asados con diarios viejos, notó la cantidad de artículos y análisis donde brotaban las miradas positivas en la simbiosis entre Luis Caputo y Milei o cómo un Gobierno sin legisladores podía arrinconar a una aturdida clase política. Ese estado de la realidad terminó.
Así y todo, el Gobierno está en condiciones de ganar la elección en la Provincia de Buenos Aires del próximo 26 de octubre. No será producto del cambio del sistema de votación a través de la Boleta Única en Papel sino por la oferta electoral que tendrán los ciudadanos, absolutamente diferente de la que hubo el domingo pasado.
La Libertad Avanza podrá recibir un voto “útil” que piensa que antes de que gane el kirchnerismo debe apoyar al Gobierno, esté como esté y haga lo que haga. La idea de que “divididos siempre ganan ellos” hará que mucha gente que ahora fue, lógicamente, a votar al referente que conocía, marginó a la lista violeta.
Los Pasaglia, más aliados del PRO en la segunda sección electoral, donde se conformó Hechos, o el peso que tuvo en la cuarta y sexta sección electoral Somos Buenos Aires, hizo que muchos intendentes, ante la división de la oferta, perdieran en su localidad, pero también habilitó a que el peronismo kirchnerista ganara en zonas rurales impensadas como la Séptima, donde de los tres senadores en juego, los tres quedaron para Fuerza Patria.
Sin Somos ni Hechos en el cuarto oscuro, quizás La Libertad Avanza pueda recibir un caudal de votos de los que en esta elección provincial se fueron a terceras fuerzas.
Sin embargo, nada es lineal. Javier Milei deberá tomar nota del grito que pegó el electorado bonaerense. Las listas ya están confeccionadas y no se puede negociar con gobernadores a los que se le plantó una oferta electoral distinta cuando éstos no hacían más que ayudar y callar. Y si no termina con esa manera hostil de vetar, continuada con insultos de los twiteros, la cosa podrá ponérsele peor.
“Si no podes conducir al Gordo Dan, listo, dedícate a otra cosa”, soltó un experto territorial que aún trabaja en el mundo libertario y que pasó, casi de visita, en una de las nuevas mesas armadas para escuchar las nuevas novedades. “No fue ni siquiera de catarsis… Fueron más que nada informativas… De muy poco valor”, reconoció la misma fuente.
La designación de Lisandro Catalán como Ministro del Interior no hace otra cosa que oficializar lo que ya hacía el funcionario de más confianza de Guillermo Francos. Pero al costado y arriba de él aún se mantienen personalidades con más poder real como Karina Milei, los primos Menem, Santiago Caputo o el propio Sebastián Pareja. Hasta que la realidad demuestre lo contrario, parecería ser un cambio mínimo y realizado para evitar que nadie “se haga los rulos” para ocupar un lugar en el gabinete, como en algún momento pensaron Diego Santilli, Cristian Ritondo o Joaquín De la Torre, pedido por el asesor presidencial y exmiembro del Triángulo de Hierro.
Inclusive fue sondeado Carlos Ruckauf para sumarse al elenco estable de la Casa Rosada. Ex ministro de Trabajo, del Interior, exvicepresidente, excanciller y exgobernador bonaerense, “Rucucu” prefirió seguir ejerciendo su nueva profesión, de analista internacional. Ahora parecen que muchos no la ven.